jueves, 14 de agosto de 2008

Los inadaptados sociales, Guillermo Fariñas Hernández





Santa Clara, agosto 14 de 2008, (SDP) Los represores cubanos aseguran que los opositores pacíficos son unos inadaptados sociales. Afirman que estos disidentes que realizan acciones no violentas, padecen trastornos en sus personalidades. Pero en estos primeros años del siglo XXI, han surgido nuevos inadaptados sociales…. aunque revolucionarios.

Todo comenzó a inicios del denominado Periodo Especial en Tiempos de Paz, manera encubierta de nombrar a la Crisis Económica-Política y Social por la que atraviesa la sociedad cubana. Esta crisis parte de la caída de la Unión Soviética, en la década de los años 90 del pasado siglo XX, precedida por la de todo el campo socialista europeo.

El Periodo Especial ha traído muchas cosas al pueblo de la isla. De ellas, la inmensa mayoría han sido malas, pocas han favorecido a algunos ciudadanos. Por la perentoria presión de obtener divisas convertibles frescas, técnicos superiores fueron enviados a cooperar hacia países en desarrollo.

Unos sectores profesionales resultaron más favorecidos que otros. Entre estos tenemos a los trabajadores de los Ministerios de Salud Pública y Educación, así como a los emplantillados en el Instituto Nacional de Deportes Educación Física y Recreación (INDER). Otros como los profesores universitarios también fueron mejorados.

La cooperación trajo como consecuencia inmediata y visible, la elevación del nivel adquisitivo de los seleccionados con respecto al resto de la población. Algunos de ellos comenzaron a manejar grandes cantidades de moneda dura por el desempeño legal de sus habilidades intelectuales.

Entonces, entre los vecinos y compañeros de trabajo de estos cooperantes surgió la envidia por la súbita prosperidad de esos a quienes todavía los medios de prensa nombran internacionalistas. Esto se manifiesta en la alta calidad de su vestimenta y en las (para Cuba) lujosas reparaciones de sus viviendas.

Una cuestión importante en la percepción del cubano de a pie, se comenzó a gestar sobre estos profesionales que laboraban en el exterior. Esto ha sido, sin lugar a dudas, la concesión de automóviles particulares modernos y de factura capitalista. La jerga popular los denomina “carritos cómicos”.

Varios observadores de la realidad cubana han denunciado, el uso de las cooperaciones en el extranjero como proselitismo político. Se afirma que esto hacen estos expertos cubanos entre la población de los países donde ejercen. Los casos de mayor notoriedad los vemos en Bolivia y Venezuela.

Pero dice un viejo refrán popular: “El que quiere pescado tiene que mojarse el culo”. Y eso le ha ocurrido a la mayoría de los estos cooperantes que se han adaptado a vivir bien en las sociedades de consumo, con las ventajas y desventajas que esto les acarrea.

También aprenden a conocer su verdadero valor profesional en un mercado competitivo como el que existe en esas sociedades capitalistas. Y comparan los altos niveles de vida de sus homólogos de profesión, con los suyos dentro de Cuba, percatándose que muchos de sus equivalentes en profesión son mediocres.

En estos cooperantes, la primera reacción es desertar y asumir un puesto de trabajo en un país ajeno. A muchos de ellos los detiene la nostalgia por su familia nuclear, a la que no podrán visitar regularmente por represalias de las autoridades. Al declararlos traidores, impedirán salir a los familiares que quedaron dentro.

No son todos los que se arriesgan a romper con el castrismo de forma pública. Aunque ya lo hayan hecho internamente, al comprender que el proclamado sistema socialista aporta poca ganancia material y espiritual. Por eso buscan la solución intermedia y tratan de mantenerse la mayor cantidad de tiempo fuera del país.

Al verse obligados a regresar a la patria, tras largos años de residencia y trabajo en el extranjero, no soportan las reglas y restricciones que acarrea el totalitarismo. Por eso, deciden regresar a otra colaboración en cualquier lugar del mundo. Ya están convertidos en novísimos inadaptados sociales.
cocofari62@yahoo.es

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