jueves, 11 de septiembre de 2008

“Ni me callo, ni me voy” , Félix Reyes Gutiérrez


Santa Clara, setiembre 11 de 2008, (SDP) “Quien intente apoderarse de mi tierra sólo recogerá el polvo de su suelo abnegado en sangre si no perece en la lucha” dijo, en Mangos de Baragúa, Antonio Maceo al general español Arsenio Martínez Campos, en 1878. Frase de valía similar se promulga 130 años después por otro humilde negro cubano.

La expresión se ha hecho eco en el territorio nacional y radioemisoras foráneas. Surgió y se puede leer en la puerta frontal y ventanales del hogar # 5, de la calle 7ma del Sur entre Paseo Martí y 1ra del Este, en la municipalidad de Placetas, provincia Villa Clara.

El 10 de Octubre de 1964 nació su creador, hijo de Rubén Antúnez Lavallet y Alejandra García Pérez, responde al nombre de Jorge Luís García Pérez (Antúnez). Confinado durante 17 años y 38 días en disímiles prisiones a todo lo largo y ancho de la isla.

Antúnez, conocido en los predios carcelarios como “El diamante negro”, fue sancionado por los delitos de Propaganda Enemiga Oral, Evasión de Centros Penitenciarios y Sabotaje en Grado de Tentativa. Este último inventado por la Seguridad del Estado para que perdiera el status de prisionero de conciencia ante Amnistía Internacional.

Junto a los presos políticos Juan Carlos Herrera Acosta, Rafael Ibarra Roque, Próspero Gainza Agüero y otros que se encuentran actualmente en el exilio, Jorge Luís fundó, desde las mazmorras, en 1995, la organización contestataria “Presidió Político Pedro Luís Boitel” (PPPLB). Hoy es su Delegado Nacional.

Durante los años de encierro sufrió un sinnúmero de golpizas. Siempre estuvo confinado en celdas tapiadas de máxima seguridad. Hasta fue víctima de colmillos caninos, azuzados por la guardia carcelaria para que se doblegara, pero Jorge Luís nunca claudicó.

García Pérez fue liberado el 22 de abril del 2007. Contrajo en las cárceles cubanas padecimientos prostáticos, gastro-duodenitis crónica, quiste en el pulmón derecho y bloqueo aurículo-ventricular, que le ocasionan asma y síncopes (perdida repentina del conocimiento) entre otros males.

Estados Unidos de América, España y República Dominicana, entre otros países ofrecen asistencia médica al emblemático ex - prisionero político, pero el gobierno cubano sólo le autoriza el Permiso de Salida Definitivo (Tarjeta Blanca), el cual este rehúsa, bajo el principio de que Cuba pertenece a todos los cubanos.

A pesar de las dolencias, Antúnez continúa la defensa por los Derechos Humanos de su pueblo. Por ello, en las calles cubanas, aún sufre arrestos y golpizas por parte de la Policía Política. Prácticamente la Seguridad del Estado Cubana no le permite moverse, pues lo persigue a cada paso.

García Pérez ha interiorizado que Cuba es una gran cárcel. Estar en las calles no significa vivir en libertad. Cada día que pasa es una jornada de dolor para su país, pues durante casi 50 años sufre la férrea dictadura de los hermanos Castro.

A su vez “El diamante negro” sabe que cientos de personas inocentes sufren el hacinamiento en las cárceles cubanas. Su deuda con la patria es contribuir a la verdadera democracia y libertad. Donde quiera que se encuentra enarbola dignamente la frase: “Ni me cayo, ni me voy”.
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