jueves, 26 de junio de 2008

El perfeccionamiento empresarial II, Paulino Alfonso



Lawton, La Habana, junio 26 de 2008 (SDP) La tarea recayó (quien si no) en nuestro ya conocido Pérez Betancourt. Compartió el estrellato con otro jefe. Se trató del Dr. (en medicina) Carlos Lage, quien (esto es un elogio) debió estudiar economía y no medicina.

Como siempre ocurre en mi país, fueron creadas un sinfín de comisiones. Estas, como aquelarre de hechiceros en busca de la Piedra Filosofal o la Panacea, se afanaron en buscar pociones, perdón, soluciones. Pensaron que si habían logrado avances en las FAR, se lograrían en un medio civil, ¡puro optimismo!

Todo médico sabe (Lage lo es) que no existe una cura universal, porque no existen dos organismos iguales. Este era el caso.

La naturaleza vertical y, la sempiterna dirección del Ministro (Raúl Castro) permitió que los militares se recuperarán de la situación en un periodo relativamente corto. Este no fue el caso para los civiles. Se trató de una esfera donde todo fue vituperado, abandonado y prostituido por más de treinta años. El daño allí era casi irreparable. Esto, sin descontar suicidios, destierros, destituciones y sustituciones.

Sin una dirección institucional sólida, baste decir que la cartera económica tuvo diez titulares que no pudieron tomar decisiones de importancia: Tuvieron que consultar a alguien que odiaba profundamente la economía, por considerarla un freno a sus ‘genialidades’. Recordemos El Cordón de La Habana, el café caturra, los teléfonos gratis, etc.

Como botón de muestra, expondré seis descubrimientos de estas comisiones:
1. Inventarios inservibles por valor de 5,0 billones de pesos. Se preguntarán cómo, sencillo como la verdad: Se trató de los incontables viajes de nuestros especialistas en chatarra, para en contubernio con los ‘nachalnikis’ (jefes en ruso) adquirir mercancía invendible, aún en la URSS, a cambio de lo que recibían ‘gratis’: muebles de lujo, alfombras de Bujará, neveras Saratov, televisores a color con UHF incluido y un largo y costoso etc., que no vale la pena exponer.
2. Desconocimiento absoluto de las normas y principios de la contabilidad por más del 70% de los ‘contadores’ en Cuba.
3. Una contabilidad que bajo los títulos de ‘Faltantes sujetos a investigación y Cuentas por cobrar’ escondía el robo de casi 5, 0 billones de pesos cup
4. Un déficit por concepto de recaudación fiscal de no menos de 3, 0 billones de pesos cup.
5. La carencia de un verdadero Sistema de Costos que permitiera conocer (a menos que fuera consultado Arcadio el babalao) en realidad el costo de cada producto o servicio.
6. Y por último, (estoy a punto de infartar) la carencia de un Sistema de Contratación, debido a que ‘alguien’ suprimió en 1966 la especialidad de Derecho Mercantil de los estudios universitarios jurídicos. Por ende, no existía nada que regulara las relaciones inter empresas.

Ante semejante debacle, la respuesta del Olimpo gobernante fue tremebunda. Zeus tronante lanzó rayos y centellas, nombró URBI ET ORBI al Dr. Carlos Lage como máximo impulsor y responsable de la tarea. Con estas órdenes y más fe que un cruzado, se lanzaron al empeño más arduo y más grande jamás emprendido en Cuba en la esfera económica.

Como las cosas de Cuba son hiperbólicas y pasajeras (recordad a Máximo Gómez) cuatro años después, se pasó la tarea al sindicato único (CTC) y al Ministerio del Trabajo. Esto sería equivalente a entregar el FMI al conserje del edificio.

¿El resultado? A catorce años de esta sabia decisión, existen actualmente 1710 empresas que no participan de los resultados del Sistema y por ende, sus trabajadores ‘no ven pasar la fiesta de forma alguna’.

Hoy día creo que tomaría más de catorce años de sobrehumanos esfuerzos y una nueva cohorte de cruzados, con Cindy Crawford en unas vacaciones pagadas en la Riviera, como recompensa incluida, para que alguien asuma realizarlo. Por otra parte, la comida en el Manicomio es terrible.
primaveradigital@gmail.com

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