jueves, 26 de febrero de 2009

EL GDANSK ANTILLANO, Félix Reyes Gutiérrez


Ranchuelo, Villa Clara, febrero 26 de 2009, (CP-SDP) El 24 de Febrero del año 2008, la Asamblea Nacional del Poder Popular en La Habana eligió a Raúl Castro Ruz como presidente de la República de Cuba. Tras media centuria de castrismo, otra persona gobierna la isla, pero también es portador del apellido maldito. Es hermano menor del líder histórico.

La indisciplina social y el descontento popular son en el ámbito nacional, los aspectos más significativos al cumplirse el primer aniversario de su mandato presidencial. Son cotidianos la corrupción más descarnada, el desvío de recursos estatales y el desacato a todo lo establecido por las autoridades.

La hambruna, el incremento de los precios, los insuficientes salarios, el desempleo, la falta de esparcimiento, las dificultades con el transporte y la carencia de viviendas, entre otros males, han motivado durante los primeros 365 días del raulismo, el aumento de la rebeldía ciudadana.

Quedaron a la zaga las críticas al régimen dentro de los hogares. Hoy la población critica a la cúpula gobernante y sus métodos de dirección, en paradas y terminales de ómnibus, instalaciones ferroviarias, carros de alquiler, carretones tirados por caballos y comercios. La desobediencia también se suscita en centros recreativos, estudiantiles y hasta laborales.

Insubordinaciones pudieran mencionarse varias, pero me referiré a las ocurridas en el territorio villaclareño de Ranchuelo. Especialmente en la fábrica de cigarrillos “Ramiro Lavandero Cruz”, antigua “Trinidad y Hermanos”, así como en el Complejo Agroindustrial (CAI) “Ifraín Alfonso”.

Comanda la “Ramiro Lavandero” una administración que utiliza métodos hostiles y denigrantes para evitar que los obreros hurten las materias primas como medio de subsistencia. En febrero del 2008, los directivos exigieron al turno “A”, del Taller de Cigarrería, que laboraran bajo un exceso de polvo del cigarrillo por la rotura de los aires acondicionados.

Los obreros manifestaron que no lo harían pues al inhalar el cernido de la hebra del tabaco, su salud corría riesgos. Debido a la alta toxicidad, los 45 operarios paralizaron las dos máquinas marca Mollins e igual número de Mk y quince SCM, de matrícula norteamericana, desde las 4 a.m. hasta las 5.30 de la mañana.

Una segunda protesta se produjo un año después, desde las 11.00 del día hasta las 12.00 meridiano, por los obreros del turno “A” del Taller de Envoltura quienes paralizaron las 10 maquinarias modelo 379, de factura estadounidense. Los 50 jóvenes cumplieron sus normas y apagaron sus equipos paulatinamente hasta que un total silencio invadió el ruidoso lugar.

En esta ocasión, demandaron el respeto de sus salarios por ser conocedores que a partir del presente mes de febrero, la tasa de pago por el sobrecumplimiento de la tarea diaria iba a disminuirse como método de ahorro. Todo producto de la crisis económica por la que atraviesa el país.
Ante los hechos y dada la ausencia de Armando González, director general de la empresa, el jefe de producción de la entidad, Antonio Sánchez Pascual y Belkys Jaurica Pérez, jefa de personal, seguridad social y registro militar, ambos acompañados del militante del Partido Comunista, Héctor Bermúdez trataron de amedrentar al colectivo laboral.

“Echaremos a andar los equipos cuando el gobierno disminuya el precio de los jabones, detergentes, aceites, zapatos, vestimenta y otros productos que expenden las tiendas en pesos convertibles (CUC). No olviden que hace muchos años el cambio se mantiene a 25 pesos nacionales por 1 CUC y lo que ustedes pagan es una migaja”, respondieron los obreros.

A partir de las 12 p.m., se incorporó a trabajar el turno “B” del ya citado taller, pero Sánchez Pascual, Jaurica Pérez y el resto de los directivos, temerosos de que se propagara el período de huelga laboral, de inmediato comunicaron que la administración había decidido no afectarles su remuneración.

Igual situación ocurrió en el Complejo Agroindustrial (CAI) “Efraín Alfonso”, antiguo Central “Santa María”, única industria de su tipo que muele la dulce gramínea de cuatro que poseía la municipalidad villaclareña. A pesar que la crisis financiera mundial no es reconocida como afectación en el país, hace años que tocó las puertas de los cubanos.

Una brigada de mantenimiento conformada por soldadores, mecánicos, paileros y electricistas, entre treinta técnicos y obreros calificados, rehusó trabajar varios días del citado mes. Todo porque el salario no estaba acorde a la labor que realizan y los altos costos del mercado no permiten la sobrevivencia.

Lo acaecido en la otrora capital del recobrado azucarero significa que el temor a la dictadura castrista está en decadencia. El más pequeño de los Castro, conocedor de los hechos, ha de estar atento. La insubordinación en los diferentes sectores del país debido al enojo de los pobladores, le hará temer un resurgir del astillero de Gdansk en la Mayor de las Antillas.
primaveradigital@gmail.com

No hay comentarios: