jueves, 21 de febrero de 2008

POLITICA, El nuevo juego político, Laritza Diversent




El tema de la libertad de expresión en Cuba es uno de los más sensibles y debatidos internacionalmente. En los últimos tiempos, después de la enfermedad de Fidel Castro y la delegación de su poder absoluto, el gobierno cubano se ha mostrado receptivo a las duras críticas del pueblo.

La propia cúpula política ha promovido el debate. Ha incitado a la población a expresar abiertamente su desencanto. Los medios de comunicación discretamente evidencian las deficiencias del sistema, como si en este país jamás hubiese existido la censura.

Los dirigentes políticos, en una nueva faceta, reconocen, aunque genéricamente, los errores del pasado, el fracaso de muchas de sus medidas y la deficiente gestión administrativa gubernamental.

Estas repentinas muestras de honestidad me dejan realmente intrigada.

La prensa internacional se está haciendo eco de la nueva situación que se vive en Cuba. Ejemplo de ello es el reciente video que circula en Internet. Muestra a estudiantes universitarios cuestionando las antidemocráticas medidas del gobierno cubano.

Lo raro de estas imágenes no radica en las expresiones de inconformidad. Como ex universitaria afirmo que los estudiantes sí critican al régimen. Lo que sucede es que sus dudas nunca trascienden a niveles superiores. Un representante del Partido Comunista que atiende a cada brigada estudiantil justifica, con respuestas incoherentes y sin fundamento, lo injustificable.

Lo más extraño del asunto es que haya evidencia del descontento, con lo cuidadosas que son las autoridades políticas al respecto. Por décadas, el Estado se empeñó en mostrar al mundo una imagen de conformidad de los cubanos.

La prensa nacional, por su parte, no hizo ningún tipo de referencia de este encuentro. Supongo que no quieren actitudes o manifestaciones masivas como estas dentro de la población. El vídeo estaba dirigido directamente a la opinión pública mundial.

Bien pudiera ser el inicio de la formación de una nueva imagen: la de un gobierno más tolerante y democrático.

Podrían estar preparando el camino para las firmas futuras de los pactos civiles y políticos y el de los derechos económicos y sociales, respectivamente.

Sin embargo, creo firmemente que la circulación de este vídeo es parte del nuevo juego político cubano. La estrategia se viene desarrollando paulatinamente y tiene bien claros sus objetivos: marcar la diferencia de un gobierno antes y después de Fidel Castro.

En Cuba, ya se están viendo cambios. Con la búsqueda de consenso social, la nueva cúpula dirigente tiene el propósito de mantener su hegemonía política. Para alcanzarlo, debe probar que en el país hay derecho a expresarse libremente y que todos podemos ejercerlo.

Es un cambio de estrategia que asegura, y en cierta medida justifica, la permanencia en el poder de la elite comunista, aún después de fenecida la figura de Fidel Castro del panorama político cubano.
Arroyo Naranjo, 2008-02-15
laritzadiversent@yahoo.es
http://prolibertadprensa.blogspot.com/

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Laritza, te amo! En cuba, así como en el resto del mundo, las mujewres son más sabias, integras y bonitas que sus congéneres varones.