jueves, 6 de diciembre de 2007

Los combatientes y sus hazañas, Juan González Febles




El trabajo aparece firmado por Carlos Bermúdez Rodríguez. Corresponde a la edición del viernes 19 de octubre de 2007, del diario oficialista Juventud Rebelde. ¿El título? ‘Fugados bajo custodia’.

Al trabajo lo encabeza una foto en que aparece el coronel Esteban Ventura Novo. Vestido impecablemente de blanco, observa acompañado de sus hombres, un alijo de armas ocupadas a los enemigos del gobierno. La foto es de archivo.

Esteban Ventura y el también coronel Orlando Piedra, fueron los oficiales policiales más capaces con que contó el gobierno de Fulgencio Batista. Ventura y Piedra compartieron la responsabilidad por la Inteligencia policial. Bajo un análisis contemporáneo, puede decirse que ambos fueron pioneros de lo que hoy se denomina ‘lucha anti terrorista’.

Los adversarios de Ventura y Piedra no fueron pacíficos luchadores por la libertad y el derecho de sus compatriotas. Lidiaron con terroristas y tuvieron que hacerlo bajo las reglas de la democracia.

Muy pocos de entre los que se dice, fueron muertos por Ventura, eran inocentes. Tenían las manos manchadas de sangre. Murieron por la espada porque vivieron para la espada.

En su trabajo, el Sr. Bermúdez relata la forma relativamente fácil en que junto a otros escapó de prisión. No puede o no quiere ocultar las condiciones humanas de encarcelamiento que le fueron impuestas por aquella ‘dictadura’.
La ausencia de ensañamiento en el trato de aquellos carceleros, contrasta severamente con el actual trato cruel y despiadado de los esbirros del régimen de Fidel y Raúl Castro en las prisiones.

Bermúdez en su ancianidad parece defender al régimen castrista. Quizás hasta haya participado o haya dirigido un mitin de repudio. Es lo que puede esperarse de un revolucionario. Quien no cuestionó en su momento colocar bombas contra civiles, en la actualidad debe tener pocos escrúpulos para participar, dirigir o apoyar un mitin de repudio.

A Esteban Ventura y a Orlando Piedra, no les tocó reprimir Damas de Blanco. Ellos lidiaron con otro estilo de damas. Damas como aquella jovencita, que murió mientras armaba su bomba en el servicio de señoras del cine América en La Habana. Si hubiera sobrevivido, quizás hoy fuera combatiente del Ministerio del Interior.

Probablemente dirigiría una prisión para mujeres. Las prisiones de Cuba son establecimientos ideales para dar rienda suelta a ciertas inclinaciones. El único requisito es estar del lado adecuado y por supuesto, vestir el uniforme adecuado. En ellas, al maltratar reclusos, debe sentirse una emoción similar a la sentida, cuando se pone una bomba y se puede percibir que se infirió dolor.

Un filme de los años 60 del cineasta italiano Gillo Pontecorvo, ‘La Batalla de Argel’, es muy ilustrativo. Los ‘luchadores clandestinos’ (léase terroristas) eran todos marginales. De traficar con drogas y explotar la prostitución, pasaron a ‘combatientes revolucionarios’. Personas ancianas me han explicado que en Cuba, durante el gobierno de Batista también fue así.

Algunos héroes y mártires de la lucha clandestina en La Habana, traficaron con marihuana y la consumieron hasta poco antes de su conversión en austeros revolucionarios. De todos modos, la tarea que les tocó no fue tan difícil. Eran tiempos de ‘habeas corpus’ y de una relativa libertad de prensa.

Podían desplazarse al extranjero y regresar. Disponían de libertad económica y no debían tributo oneroso al estado para trabajar o cambiar de lugar de residencia. En fin, dispusieron de derechos y garantías ciudadanas. Habrá que revisar las hazañas de los combatientes revolucionarios. Pero al hacerlo, es mejor estar preparados para sufrir grandes decepciones.
Lawton, 23/10/2007
jgonzafeb@yahoo.com

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Sí, señor, tienes toda la razón. Esteban Ventura y Orlando Piedra eran impecables caballeros, si se le compara con las bestias que vinieron deapués. Todos los dirigentes (excepto Guevara) estuvieron en manos de Ventura o de Piedra, y todos salieron con vida para continuar sus actividades subversivas y procrear abundantes hijos. Las filas revolucionarias, antes y después del triunfo, se nutrieron ampliamente de marihuaneros, ladrones y proxenetas.

Anónimo dijo...

Yo en mi caso particular y con el debido respeto que merece la memoria de esteban ventura solo le reprocharia no haber hecho todavia mas contra esos delincuentes y asesinos que tanto dolor han traido a cuba.Ventura novo al modo que le impusieron las circunstancias peleo contra estas bestias comunistas del unico modo posible y les hablo el unico lenguaje que ellos entienden.Si los cubanos en aquellos anos hubiesen visto a cuba en una bola de cristal 50 anos mas tarde,en aquel momento hubiesen apoyado al coronel ventura al 100%

Anónimo dijo...

Yo creo lo mismo, al hombre le achacan lo malvado que fue, pues Yo creo que en sus posibilidades y en la unica forma que entiende un envidioso, odioso, es en la fuerza y en sacarle informacion a lo que sea para evitar una proxima desgracia, a mi suegra la desgracio una bomba puesta por el directorio revolucionario y ella era una persona trabajadora y honrada, no tenia nada que ver con politica, hoy dia aun sufre de las consecuencias de aquel dia , y glorifica a esteban ventura con oda su razon.