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jueves, 3 de septiembre de 2009

LIBRETA O MISERIA POR LA LIBRE, Rogelio Fabio Hurtado


Marianao, La Habana, 3 de septiembre de 2009, (SDP) En las reguladas páginas de opinión del Granma de los viernes, ha vuelto a ventilarse el tema de la Libreta de productos alimenticios, una de las últimas promesas que lanzó el UNO antes de cambiar el traje de faena por el chándal, cuando oficiaba como agente vendedor exclusivo para Cuba de los artículos industriales chinos, en un postrer intento para desvincular a su Socialismo del siglo XX de la atmósfera de penuria y escasez que viene acompañándolo desde siempre.

Parecía anunciar con eso el advenimiento de una nueva etapa, que cancelase al interminable Periodo Especial. No se veían por ninguna parte los indicios de la prosperidad, esa blandenguería burguesa erradicada definitivamente a partir de que comenzásemos a construir de verdad el Socialismo, luego de pasarnos unos 25 años destruyéndolo bajo la guía del olvidado Leonid. Los optimistas apostaron esta vez por el potosí petrolero del ahijado venezolano, nueva versión del Situado de México que sacaría del callejón a los mandantes criollos.

Aunque sepamos ya a qué atenernos, algunos ciudadanos vuelven al asunto. El primero se declaró partidario de hacerla desaparecer, para liberar al Estado paternal de los costosos subsidios, que benefician aún más a los menos iguales que a los más pobres. Tampoco explicó detalladamente cómo podría hacerse la transición entre el racionamiento y la venta libre, a lo sumo recomendó proceder despacio y gradualmente, sin especificar tampoco de dónde sacaríamos la cornucopia de la abundancia.

Argumentó con razón que esa medida facilitaría suprimir toda una cantidad de compromisos absurdos que ha impuesto a lo largo de décadas el rígido control del mercado por los burócratas. Así, la tradicional acusación de irracional que le cargan al mercado libre resulta que no es ajena al teóricamente consumo planificado.

Uno de los más sobresalientes portavoces de la oposición de izquierda, el amigo Pedro Campos también hizo referencia a la supresión de la cartilla, asociándola en general al fomento de la socialización efectiva de la propiedad, a expensas del totalitarismo de estado, que invariablemente defienden los burócratas sin distinción de uniforme.

Ahora, sale a la palestra un defensor del continuismo de la Libreta, advirtiendo a propósito de los desórdenes que sobrevendrían tan pronto no llegasen a principio del mes los productos normados a la bodega obligatoria, donde el dependiente nos despacha a todos por igual. Otro de los dragones por venir sería la especulación, como si esta ya no existiese. A estos fanáticos de la escasez les parece imposible superar la Libreta, como si en el resto de los países desarrollados o sub, más o menos ricos o pobres la gente no viviese sin necesidad de ella. La inercia inmovilista ha paralizado a nuestro pueblo.

Tanto los defensores como los detractores reconocen la insuficiencia de los productos por libreta para satisfacer las necesidades reales de la población, que se resuelven mediante el mercado libre campesino y el llamado mercado estatal paralelo, que asimilan más del 50% de la demanda. No obstante, el patológico rechazo a cualquier cambio que pudiese acarrear consecuencias impredecibles, lo congela todo.

Aferrarse al abastecimiento racionado es parte del esfuerzo, destinado históricamente al fracaso, para que el país nunca pueda librarse de la asfixia totalitaria. Si los que detentan el poder tuviesen la sensatez mínima, pensarían en iniciar ese renacimiento ellos mismos, valiéndose de las ventajas que concede tener aún sujeto el mango del sartén.

Ellos conocen la gravedad de la crisis mejor que nadie y gozan entre sus partidarios conservadores de la credibilidad suficiente para persuadirlos de aceptar las reformas y que no repitan el error de sus camaradas rusos, quienes por sabotear la perestroika aún socialista, no pararon hasta la disolución del Pcus a manos de Boris Eltsin.

Es cierto que entre nosotros no ha surgido ningún Gorbachov, y que el depuesto Dr. Carlos Lage Dávila no lo era, pero puede que abunden los Boris Eltsin. Suprimir la condenada Libreta sería una buena manera de empezar y para eso lo mejor sería que empezasen por privatizar las bodegas, entregándoselas a sus actuales administradores, quienes recibirían un fondo bancario como financiamiento inicial.

El personal que quede sin contenido burocrático, por la desaparición de Oficodas, Zonas y demás instancias administrativas vinculadas a la susodicha Libreta, podría integrarse en cooperativas comerciales o productivas de probada utilidad pública. Si, por ejemplo, los parásitos del cuerpo de inspectores se convirtiesen en cualquier otra cosa honesta, la atmósfera ética del país lo reflejaría inmediatamente.
primaveradigital@gmail.com

BANDAZOS SOCIALISTAS, Tania Díaz Castro.

Santa Fe, La Habana, 3 de septiembre de 2009, (SDP) Estoy segura que ni los más duchos en el tema van a descubrir la fórmula que deben emplear los caudillos para llevar a la práctica el socialismo en Latinoamérica, ya sea el socialismo con economía de mercado, como la variante de economía de mercado con socialismo.

O los jefes absolutos, invictos e irrevocables, se ponen de acuerdo, o vamos a terminar pensando que lo que realmente les interesa es imitar los bandazos socialistas de Cuba, según ha convenido o a consecuencia de las históricas rabietas.

La batalla por el socialismo en nuestro continente es digna de análisis diarios. Mientras en Venezuela Hugo Chávez hace todo lo posible por dormir a los ingenuos con el socialismo del siglo XXI, trata de controlar los medios de comunicación y utiliza el natalicio de Simón Bolívar para fortalecer la Armada con nuevas unidades y aviones Sukhoi-30 y F-16, helicópteros de fabricación rusa Ml, fragatas misilísticas, patrullas costeras y buques de guerra, en Cuba, sus sempiternos dirigentes políticos llevan casi medio siglo tratando de construir algo parecido al socialismo, con una cartilla de racionamiento obsoleta y una prensa imposibilitada de dejar a un lado el triunfalismo, la superficialidad, la justificación y el conformismo, mientras un evidente clima de incertidumbre y preocupación les sirve de fondo desde que el Comandante en Jefe está en cama. Es por eso que no se ha podido librar jamás de la falta de coherencia que padeció el difunto socialismo septuagenario de Europa del Este, y mucho menos de los recurridos bandazos que a lo largo de cincuenta eneros ha destruido al país y lo ha endeudado hasta el tuétano.

Recientemente, como gesto de tolerancia, aunque demorado con crueldad desmedida, el régimen castrista aprobó la salida al extranjero de la doctora Hilda Molina. Un poco después detuvo y condenó a dos años de prisión a Juan Carlos González Marcos, más conocido por el sobrenombre de Pánfilo, un cubano de a pie que, completamente ebrio, exclamó ante unos periodistas extranjeros que lo que los cubanos necesitaban era comida y no música.

¿Es que el sucesor de los Castro, elegido por su hermano para perfeccionar el socialismo, también aplicará la política de bandazos socialistas? No hay duda, respondería cualquiera. Los dos ejemplos expuestos son pruebas irrefutables de que en el caso nuestro, seguirá ocurriendo lo de siempre. Tolerancia, represión, represión, tolerancia.

Incluso hasta con los presos políticos ha ocurrido así. Mientras libera a unos, encarcela a otros. Qué decir entonces de la alimentación del pueblo: cierra timbiriches, abre timbiriches…

No olvidemos que tanto molestó al régimen castrista que Estados Unidos se decidiera invadir a Irak, que cuando comenzaron a caer las primeras bombas sobre aquella cruel tiranía del país árabe, la policía política cubana sacaba de sus casas a 75 opositores pacíficos, entre ellos más de veinte periodistas independientes, los presentó a juicios sumarísimos y los condenó a largos años de prisión.

Recordando por último aquel proyecto tan personal de 2001 de poner de rodillas a los Estados Unidos, pudiéramos preguntarnos si el último bandazo está por conocerse, de acuerdo a los gestos de rabietas de quien gobierna en lo oscuro.
vlamagre@yahoo.com



EL HOLOCAUSTO CUBANO, Hildebrando Chaviano Montes


El Vedado, La Habana, 3 de septiembre de 2009, (SDP) El odio no construye, por eso hay que creer en el amor, la paz y la libertad, pero es alarmante ver y oír a personas bien intencionadas –o no tan bien intencionadas- que no se explican por qué hay cubanos en el exilio y en Cuba, que tienen tanto odio al régimen castro- comunista y a sus amigos y cómplices. Ojalá, por el bien de la patria, que un día no sea así, pero antes tienen que sanar las heridas que Castro abrió y no permite que cierren.

Durante 50 años, este gobierno ha provocado, estimulado y engendrado el odio hacia los norteamericanos y de unos cubanos contra otros. Este régimen desde el principio se alimentó del odio de los pobres contra la burguesía, de los demócratas contra los comunistas y viceversa, de los no creyentes contra los religiosos, y de los que se quedaban contra los que se iban. Ha fusilado, encarcelado y desterrado a miles de cubanos; otros miles han desaparecido en el Estrecho de La Florida al pretender huir de la esclavitud y muchas familias han quedado divididas sin haber emigrado. El odio es uno de los cuatro soportes fundamentales del gobierno de Fidel Castro, junto con la mentira, el miedo y el crimen.

Cuando me refiero al gobierno de Fidel Castro y no al de su hermano, me baso en el artículo 5 de la Constitución de la República de Cuba, el cual transcribo: -¨El Partido Comunista de Cuba, martiano (¿?) y marxista-leninista, vanguardia organizada de la nación cubana, es la fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado,…¨. Dado que el Primer Secretario del PCC es todavía el mismo, el gobierno sigue en sus manos.

Este es el mismo régimen que confiscó propiedades sin indemnizar a los dueños, robó hasta los anillos de compromiso a los que emigraban en los años 60, los obligó a trabajos forzados sólo por ser emigrantes, separó a las familias hasta que en definitiva podían salir del país del que eran echados.

Los castristas hostigaban y apaleaban a los que se reunían a la entrada de la antigua embajada norteamericana para realizar los trámites migratorios. Golpearon también a aquellos que se iban cuando los sucesos de la Embajada del Perú y el posterior éxodo masivo por el puerto del Mariel. Les tiraron huevos, fueron apedreados, escupidos y ofendidos de todas las formas posibles. Les ensuciaban las puertas y fachadas de las casas –sin percatarse de que las casas no se iban- y les cortaban la electricidad.

Este gobierno reprimió con saña a los campesinos del Escambray que apoyaban a los guerrilleros alzados en la zona y los deportaron a lugares como el poblado de Sandino en la provincia de Pinar del Río, con lo que se repitió la triste y célebre reconcentración de Valeriano Weyler en el siglo XIX.

La organización Hermanos al Rescate se encargó de que no se perdieran tantas vidas en el mar, y en represalia, la aviación del gobierno cubano derribó dos avionetas civiles en aguas internacionales del Estrecho de La Florida, hecho cuya responsabilidad asumió personalmente el gobernante cubano porque “lo tenían cansado.”

Por orden de este mismo gobernante, fue hundido frente a la bahía de La Habana el remolcador ¨13 de Marzo¨, acción en la que murieron ahogados niños, mujeres y hombres por el ¨delito¨ de querer huir del infierno.

En el año 2003 fueron ejecutados de forma sumaria tres jóvenes negros a escasos días de haber secuestrado una embarcación con la que pretendían abandonar el país. Otros miembros del grupo fueron condenados a prisión perpetua y a treinta años de privación de libertad. En ese propio año 2003, sólo por pensar y expresarse con voz propia, se sumaron 75 cubanos a los miles que han pasado por las cárceles del régimen en estos 50 años.

La gente del exilio ha estado presa, le han fusilado seres queridos; familiares y amigos han desaparecido en el mar, a otros no los han podido ver por décadas. Son cubanos que fueron expulsados de su país; ¿Recuerdan? -¨…que se vayan, no los queremos, no los necesitamos…¨.

Si el exilio cubano estuviera compuesto por Pablos de Tarso, Franciscos de Asís y Teresas de Calcuta, quizás no habría odio, pero no es así, son hombres y mujeres que han sufrido, sufren y odian, porque el daño ha sido mucho y por demasiado tiempo.

Hace tiempo oí un cuento en que un gladiador en el circo romano era enterrado hasta el cuello en la arena. Soltaron un león y, en un descuido de la fiera, el gladiador lo mordió; el público protestó enardecido: ¨ ¡Tramposo, a mordidas no se vale!¨

A pesar de todo, unos dicen que no hemos acabado con la dictadura por indolentes, flojos y colaboracionistas; en tanto otros acusan a la oposición de que sus planteamientos son coincidentes con los de los gobiernos norteamericanos y los cubanos del exilio, y que esto los invalida. Entre tirios y troyanos, la represión continúa.

Para los que critican a exiliados por romper algunos discos del cantante colombiano Juanes, es más importante la música que los balseros desaparecidos o las golpizas y encarcelamiento a los opositores pacíficos, o que cada vez sean más los cubanos que buscan restos de alimentos en los contenedores de basura. Contra esto nunca han alzado sus voces conciliadoras, y no me vengan con aquello de no ligar el arte con la política, porque esa ligazón la inventaron los comunistas.

El exilio cubano no es el resultado de un proceso migratorio natural, los emigrantes cubanos son desterrados; es una diáspora provocada por la falta de libertades civiles y políticas. Aunque muchos de nuestros hermanos del exilio no se den cuenta o no quieran reconocerlo, todos son emigrantes políticos condenados al destierro definitivo.

Escribió el Apóstol: -¨El amor, madre, a la patria, no es el amor ridículo a la tierra que pisan nuestras plantas, es el odio infinito a quien la oprime, es el rencor eterno a quien la ataca¨. Aún Jesús de Nazaret expulsó a los mercaderes del templo poseído de ira santa. No hay derecho a criticar a los cubanos del exilio por romper simbólicamente unos discos, sufren el desarraigo impuesto y merecen respeto si han escogido esa forma para expresarse.

A Juanes, que conozca mejor a los cubanos de las dos orillas y quizás cuando venga, el concierto por la paz sea un concierto por la libertad, sin rejuegos semánticos. El problema no es entre los cubanos de aquí y los de allá, o entre Cuba y los Estados Unidos, el verdadero problema a resolver es entre los cubanos de todas partes y el castro-comunismo que nos asfixia.

En Cuba nunca han faltado los buenos músicos; amamos la música y la paz, pero también la libertad.
hildebrando.chaviano@yahoo.com
http://hchaviano5.blogspot.com/





EL PESO DE LA LIBERTAD, Moisés Leonardo Rodríguez


Cabañas, Habana, 3 de septiembre de 2009 (SDP) Los cubanos pagan tributos destinados al funcionamiento de las estructuras impuestas por el poder para el logro de sus fines, en particular, el de mantenerse con el mínimo posible de obstáculos.

Entre ellos cuenta el que cada hombre debe cumplir con el servicio militar activo por dos años y permanecer hasta los 60 años en la reserva militar. La evasión de ambos es penada por la ley.

Cada ciudadano debe abonar un día de haber anual para las denominadas Milicias de Tropas Territoriales. También la cuota mensual de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) y las féminas, además, la de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC).

Para cursar estudios, obtener trabajo y ejercer otros derechos ciudadanos, se deben acompañar las solicitudes de cartas de recomendación de estos organismos. Estas son negadas a los que no pagan.

Otras formas de tributar lo constituyen las guardias obreras en los centros de trabajo, a razón de una por mes de 12 horas como promedio, las de los CDR en los barrios así como participar en las movilizaciones convocadas por la reserva o la milicia.

Hombres y mujeres que disienten del orden impuesto, incluso exiliados, procuran que los suyos no dejen de pagar estos tributos. Bien saben que en caso de no hacerlo, serán marginados y hasta castigados de otras formas.

Además de para poder estudiar o trabajar, también viajar (a visitar familiares en el exterior, por cartas de invitación a terceros países o como cooperante internacionalista) es solo posible a los que cumplen el pago de los tributos.

Ante esta realidad, que no se juzga sino que se describe como parte de la cotidianidad, cabe hacerse la pregunta de si los contribuyentes obligados por y para la opresión, no verán como bueno el pago del tributo decidido individualmente, sin imposiciones y a favor de la libertad.

Cuando Martí y otros simpatizantes de la independencia hacían los preparativos para la Guerra Necesaria, se propuso recoger cada mes un peso entre los pobres tabaqueros y otros miembros de la diáspora. Fue conocido como El Peso de la Patria.

Si cada uno de los cubanos en el exilio aportara un peso mensual para el apoyo a los periodistas, bibliotecarios independientes y otros defensores de derechos humanos en la isla, se desmontaría del discurso oficial la mentira de catalogarlos como mercenarios. Se abriría además un espacio de participación para apoyar a los que defienden en la isla los derechos de los que en ella viven e incluso de los que han partido. Este último es el caso del derecho a viajar libremente que se defiende para los de ambos lados.

Se apoyaría así a los que, desafiando la represión y sufriendo penurias, informan al exterior lo que los medios de propaganda oficial ocultan o tergiversan y que tanto interesa a muchos de los que viven fuera de la patria.

Las políticas del embargo dejarían de causar el efecto indeseado, pero real, de impedir a los opositores y disidentes la recepción de efectivos procedentes de fondos gubernamentales estadounidenses.

Durante varios meses, la página Cubanet no pudo efectuar el pago a sus periodistas pues no pueden emplear para ello más que donaciones de fondos privados. Otras páginas con numerosos lectores tampoco cuentan con dinero para sistematizar la merecida y necesaria compensación a quienes informan. Se conoce de bibliotecarios independientes que no cesan en su empeño cultural pero no reciben apoyo alguno desde el exterior desde hace años.

Con un solo peso mensual se puede ayudar a hacer más llevadera la carga a los que han decidido cargar con el peso de la libertad para todos.

Rendir cuentas de forma sistemática y pública de los ingresos y sus destinos en una campaña de este tipo es hacer valer lo advertido por el refrán popular de “Cuentas claras conservan amistades”.

Como advirtió el Apóstol, “solo alzando juntos la red podremos dejar de vivir como rebeldes inútiles bajo ella.”
corrientematiana2004@yahoo.com

jueves, 27 de agosto de 2009

EL PUÑAL ATÓMICO, José A. Fornaris.

Managua, La Habana. 27 de agosto de 2009. (SDP). En octubre de 1962 fui un número más entre los miles de niños y adolescentes de la enseñanza primaria y secundaria del régimen de internos (becados) que fueron trasladados a la Sierra Maestra para darles alguna protección ante la Crisis de los Misiles.

La primera etapa del viaje, en tren, duró tres días. Aquello nos pareció muy divertido. Recuerdo que una y otra vez se repetía una variante de una canción de la época: “Suerte que mi corazón en amores no me engaña/ y él me dice déjala, déjala que se te vaya/ a la larga, tú serás carne rusa entomatada.”

El segundo tramo se hizo en camiones. Desembarcamos en un lugar llamado Palma del Perro y de ahí, el grupo de algunas decenas del que formé parte, partió a pie hacia un sitio nombrado “Agua Tapá”. El nombre a todos nos parecía una ironía porque llovía mucho y el agua estaba a flor de tierra.

Presuntamente el viaje de cerca de mil kilómetros había sido para recoger café en las montañas del oriente del país. Con el paso del tiempo supimos que la isla estuvo a punto de ser blanco de una gran represalia bélica.

Los cohetes atómicos soviéticos emplazados en nuestro territorio fueron el motivo de que el planeta pudiera haber sufrido los embates de una conflagración nuclear. De que la Guerra Fría lograra el calor del infierno.

Fidel Castro, principal gestor de la base atómica soviética en el Caribe, parece que olvidó todo eso y ahora dice que los siete puntos del territorio colombiano para uso de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, son “Siete puñales en el corazón de América”.
Él nada más entregó un punto del territorio cubano para fines abiertamente militares a una nación de otro hemisferio.

Hugo Chávez, por su parte, es enfático al afirmar que la futura presencia de algo más de mil soldados estadounidenses en territorio colombiano, es una gran amenaza para Venezuela. Chávez le compró recientemente a Rusia armas por más de cuatro mil millones de dólares y pronto será instalada en ese país una planta para reparar helicópteros militares rusos. Venezuela posee en estos momentos 50 de esos aparatos y se afirma que comprará aún más. ¿Se sentirá Colombia amenazada?

Aunque Álvaro Uribe asegura que no hay tales bases, que todo está bajo control de Colombia, los presidentes más cercanos a Chávez, Rafael Correa y Evo Morales, se manifiestan en contra de todo tipo de bases extranjeras en América Latina. Fidel Castro ha sido el mentor político y el ídolo revolucionario de estos señores. ¿Habrán pensado en algún momento que la base soviética de armas ofensivas que existió en Cuba era extranjera?

Castro cedió el espacio para un solo “puñal”, pero era un puñal atómico.
fornarisjo@yahoo.com

LOS SOLDADOS DE LOS FÜEHRER Y LA PELÍCULA DEL SÁBADO, Juan González Febles

Lawton, La Habana, 27 de agosto de 2009, (SDP) El sábado en la noche Tom Cruise se apropió de la atención habanera. En horario estelar el canal Cubavisión exhibió ‘Valquiria’. La película trata sobre el fallido atentado a Hitler llevado a cabo por el coronel Claus von Stauffenberg. En ella vimos a altos oficiales en la Alemania nazi, horrorizados por el abismo a que Hitler empujó a ese país.

Lo que más sensibilizó a la teleaudiencia cubana, fue que en el comienzo del filme, Stauffenberg-Cruise, participaba en una campaña africana en nombre de su Füehrer. La película puede decirse que comienza con una decepción que crece y se fortalece en África. Luego de la campaña africana en el África Korps, a las órdenes de Rommel, von Stauffenberg, jamás volverá a ser el mismo. África parece tener un encanto especial para decepcionar soldados.

Más allá de las coincidencias y paralelismos que el televidente habanero encontró entre las guerras africanas del Füehrer alemán y las del Comandante en jefe de Cuba, hubo otras significativas coincidencias. Las precauciones extremas para cuidar la vida del Füehrer y del Comandante, La Guarida del Lobo-Punto Cero, el desprecio por el elemento civil, pero más allá de todo, ese estilo depurado de gobernar contra la voluntad y el sentido común de casi todo el mundo.

Para acentuar las semejanzas, en Alemania nazi existía un plan contingencial destinado a salvar un gobierno leal a Hitler, bautizado como ‘Valkiria’. En Cuba, existe la ‘Operación Atlántida’, con propósitos similares y la misma identidad criminal básica. Ambos planes fueron concebidos para ser llevados a la práctica por militares profesionales.

Como mismo hubo en Alemania nazis en contra de Hitler, en Cuba deben existir militares anticastristas. Muchos pasan por alto que el error está en el sistema y no en los Hitler, los Stalin o los Castro. La película del sábado deja claro que la atmósfera totalitaria fue igualmente opresiva en el Berlín de 1945 como en La Habana de 2009. Curioso como una película hecha por anglo sajones, sobre un sitio tan distante como la Alemania en 1945, guarda tantas semejanzas con la Cuba de nuestros días.

En la película, un grupo de militares alemanes conspira para sacar a Hitler de la escena. Se trata de hombres básicamente decentes que pusieron en juego su vida, para salvar a su patria y a su pueblo. En su momento, estos hombres lucharon para que nadie dijera ‘la Alemania de Hitler’. Hoy, se lucha para que no se diga, ‘la Cuba de Castro’. Porque no existió la Alemania de Hitler, como no existe ni existió la ‘Cuba de Castro’.

Dicen los que sirvieron a su mando, que el general Arnaldo Ochoa se ocupaba de veras de sus soldados y amaba devotamente a sus hijos. Von Stauffenberg, no era muy diferente. Quiero pensar que entre algunos altos oficiales cubanos hay tanto honor como entre Von Stauffenberg y sus asociados, o entre el general Ochoa y sus hombres. Quiero creer que existen hombres con esta estatura.

Quizás, entre los altos oficiales de las Fuerzas Armadas de Cuba, también hay hombres decepcionados y honorables. Quizás los haya que sientan vergüenza por la miseria en que vive Cuba, que se sientan ofendidos porque las adolescentes se prostituyan en las escuelas o que los hombres roben para sobrevivir.

Si de veras estos hombres existen, cruzo los dedos porque la suerte y el aliento del Dios que nos hizo libres, les acompañe. Si van a unirse en el Olimpo de los soldados de la libertad con el general Ochoa y con el coronel Stauffenberg, que lo hagan y se lleven no sólo el agradecimiento de sus pueblos, sino la victoria y el éxito de la libertad conquistada. Para concluir, ciertamente la oferta televisiva de la noche del sábado, no pudo ser mejor ni más aleccionadora.
jgonzafebster@gmail.com

Tom Cruise interpreta al coronel Claus von Stauffenberg.

CON JUANES O SIN JUANES, Luis Cino

Arroyo Naranjo, La Habana, agosto 27 de 2009 (SDP) Me había propuesto no escribir sobre el anunciado concierto de Juanes en la Plaza de la Revolución. En realidad, el asunto no me interesa demasiado. Desde que no pude estar en el festival de Woodstock, renuncié a los conciertos multitudinarios. Menos aún si son de pop latino (que me aburre soberanamente). Imagínese usted si además (por muy apolítico y por la paz que sea) el concierto es en un lugar con tan malas vibras como la Plaza de la Revolución.

Si escribo sobre el tema es porque no me gusta el curso que ha tomado la polémica. En Miami, la perreta contra Juanes está en su apogeo. Mientras, los que están a favor, aquí o allá, hablan del concierto como si durante él se fuera a producir la segunda venida del Señor.

Con Juanes o sin Juanes, no hay por qué exagerar. No creo que el concierto se convierta en el aquelarre musical-ideológico de un piquete de amigotes “solidarios” con camisas rojas y banderolas de Che Guevara. No parece ser el caso. Ni siquiera porque Silvio Rodríguez y Amaury Pérez (que ahora se venden de abiertos y liberales) estén involucrados.

Tampoco será el concierto que celebró la caída del Muro de Berlín. Juanes y sus invitados no van a pedir libertad para los presos políticos ni exigirán que se respeten los derechos humanos de los cubanos. ¿Por qué iban a hacerlo? Cuando Juanes habla de cantar por la paz, lo más probable es que tenga en mente el conflicto Cuba-USA como si fuera el pollo del arroz con ídem. Digo, como conversó al respecto y recibió el OK de la secretaria Hillary Clinton…

En Cuba no hay guerra. Donde puede haberla y pronto (Zelaya, Ortega y Chávez mediante) es en Honduras. Pero a Juanes no se le ocurrió mudar el dichoso concierto a Tegucigalpa o San Pedro Sula. Allá hubiera sido un poco más fácil. Ya se sabe que los cubanos de ambos bandos somos demasiado apasionados. De ahí las camisas negras quemadas en la Calle 8 y los CD de Juanes rotos a mandarriazos por algún energúmeno. Y lo que es peor: las amenazas. Son más ruido que otra cosa, pero es precisamente el tipo de ruido que necesita el régimen cubano para acusar de intolerante a “la mafia anexionista”. ¡Le zumba ser acusados de intolerancia por los campeones continentales de la intolerancia!

A propósito, ya que hablamos de la intolerancia del exilio… Fernando Ravsberg, corresponsal de BBC Mundo en Cuba, que no sé como se las arregla para siempre llevar agua al molino del gobierno cubano, refiere el mal rato que pasó Julio Iglesias allá por 1973, en un cabaret de Miami, cuando expresó su deseo de cantar en Cuba. Según Ravsberg, volaron las sillas y las cubetas de hielo y al cantante español lo tuvo que rescatar la policía. Qué riesgo corrió en vano. De todas formas, en aquella época, Julio Iglesias no hubiera podido cantar en Cuba porque los comisarios lo tenían en una lista negra de cantantes prohibidos por diversos motivos que incluía a Roberto Carlos, José Feliciano, todos los rockeros anglosajones y un largo etcétera, en el que no estaba Juanes porque era muy niño o aún no había nacido…

De cualquier modo el régimen cubano le sacará lascas al concierto de Juanes en la Plaza de la Revolución. Servirá a su propaganda al exterior como una señal de apertura. Al interior, será un poco de circo y pachanga en tiempos de crisis. Cualquier problemita que surja durante el espectáculo se puede solucionar con bastantes policías con tonfas y la transmisión televisiva diferida, previa edición.

Si finalmente no se da el concierto (como presiento que sucederá) el régimen se hará la víctima y subirá un par de pulgadas el muro de la plaza sitiada. Para dar “una digna y combativa respuesta al imperialismo y la mafia de Miami”, si no vienen Juanes, Miguel Bossé y la curvilínea Olga Tañón, los mandarines convocarán a Baby Lores (con El Jefe tatuado en el brazo), Gente de Zona, Paulito FG y un par de reguetoneros sin porvenir. Con muchos decibeles y varias pipas de cerveza, pondrán a gozar a los musulungos, chusmas y sumisos que acudan a la sub-utilizada Plaza de la Revolución porque no tienen otro lugar donde ir o porque los citó la dirección de la escuela, el centro de trabajo o el Partido Único.

Por mi parte, y para evitar situaciones desagradables, reitero desde ahora a los segurosos “que me atienden” que no pienso asistir al concierto de Juanes ni tampoco al que anuncian para enero de Ricardo Arjona en el Malecón. Eso, si finalmente se dan. Para que después no digan, advierto que sólo cambiaré de idea si Juanes logra incorporar a su troupé a Mick Jagger y los Rolling Stones.
luicino2004@yahoo.com

CONSECUENCIAS DE LA INCONSTITUCIONALIDAD, Laritza Diversent

El Calvario, La Habana, 27 de agosto de 2009, (SDP) Los actos inconstitucionales del gobierno son susceptibles de ocurrir. Estos, en todo caso, generan consecuencias. Lo lógico, para evitar que el ejecutivo se exceda en sus atribuciones, es que un órgano estatal, independiente y con jurisdicción constitucional, resuelva la situación. No obstante, puede llegarse a situaciones extremas.

Puede generarse una crisis política, como la que sucede hoy en Honduras. O puede que los demás poderes estatales no reaccionen en defensa de la constitución y se violen los derechos ciudadanos, que el texto regula como dogmas que el Estado está obligado a respetar.

La consulta popular que el ex presidente hondureño Manuel Zelaya pretendía realizar, tenía la intención de cambiar, completamente, la actual Constitución de ese país. La acción en si misma era contraria a la propia Carta Magna y por ende inconstitucional.

La Constitución hondureña puede reformarse a excepción de los artículos pétreos, normas que, conforme a la súper ley, no pueden sufrir reformas, derogaciones o ser tergiversados de manera alguna. La reacción de los otros poderes ante este hecho ilegítimo no se hizo esperar.

En Cuba los actos inconstitucionales provocan otra reacción: inamovilidad. El gobierno revolucionario, en los 50 años que lleva en el poder, ha violado en más de una ocasión los preceptos de la Carta Magna que ellos mismos elaboraron. Ante tales actos, los otros poderes del Estado nunca han reaccionado. Todo lo contrario, le han dado legitimidad.

El ejemplo más visible lo constituye el vigente decreto 217 de “Regulaciones Migratorias Internas para la Ciudad de La Habana”, emitido por el Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros. La aplicación de esta disposición trae importante afectaciones en la vida cotidiana de los cubanos.

Esta norma pena a los padres por tener viviendo en su casa a un hijo. Las autoridades multan a toda persona que resida en una vivienda, ubicada en la capital, sin tener en la misma, el domicilio reconocido por la oficina del Registro de Direcciones. No importa si hay lazos familiares entre el conviviente ilegal y el propietario, ambos son castigados.

Parece ilógico, pero su aplicación es una realidad. Mi padre y yo fuimos víctimas de este inconstitucional decreto. Ambos residimos en el mismo municipio, escasamente nos separan dos kilómetros de distancia. Hace tres años pase una temporada en su casa. Una inspectora de la oficina del registro de direcciones municipal se enteró. Nos impuso, a cada uno, una multa. A mí por ilegal, a él por tenerme viviendo en su vivienda.

Yunia Palacio es una joven de 29 años, madre de tres niños. Su lugar de origen está en la oriental provincia de Santiago de Cuba. Sin embargo, desde hace doce años reside en la capital. Las autoridades de la Oficina del Registro de Dirección y la Dirección Municipal de la Vivienda, le impusieron, cada órgano por su parte, una multa por estar ilegal en Ciudad de la Habana

Antonio Vladimir Mateo, de 46 años de edad, vecino de Malecón 655, desde hace cinco años intenta mudarse, pero su lugar de residencia es una zona congelado por el decreto 217. Sus normas limitan el derecho de los propietarios de inmuebles del lugar. Prácticamente prohíbe realizar los pocos actos de trasmisión de dominios permitidos por la ley, incluso no acepta nuevos residentes. En fin, el decreto impide la movilidad dentro de la ciudad. A medidas extremas, soluciones desesperadas. A finales del pasado mes de julio, Antonio, en señal de protesta, colocó un catre en plena avenida de Malecón. Interrumpió el tráfico por más de tres horas, hasta que autoridades policiacas lo arrestaron.

No tenemos estadística de cuantas veces aplica el gobierno revolucionario esta disposición. Seguro estamos que es frecuente. La emigración del campo hacia la ciudad, en Cuba, es un fenómeno en ascenso. La constitución cubana como parte del derecho de igualdad, nos reconoce el derecho a elegir y residir en cualquier zona, sector o barrio. Sin embargo, las autoridades nos impiden ejercer ese derecho a plenitud.

Defender la constitución del Estado es proteger los derechos humanos. Por eso es importante reaccionar ante los actos ilegítimos de un gobierno que viola la norma suprema que la da el poder.

En una crisis política provocada por un acto inconstitucional, hay esperanzas de solución. Al contrario, esta se marchita cuando no se hace nada por evitar las consecuencias de la inconstitucionalidad.
laritzadiversent@hotmail.com



TODO ES CONTRARREVOLUCIÓN, Ramón Díaz-Marzo

Habana Vieja, La Habana, 27 de agosto de 2009, (SDP) Si no fuera porque el sentido común, lo que es evidente, al final se impone, las pocas fábricas y comercios nacionales que más mal que bien funcionan, tendrían que cerrar sus puertas y fuera en la sala de un tribunal o por televisión, el pueblo cubano pasaría los 365 días del año, durante 16 horas diarias, observando los juicios sumarísimos celebrados contra todos aquellos cubanos que han perpetrado actos en contra de la Revolución hasta que a los mismos espectadores de los juicios les llegara el turno de comparecer ante los magistrados. Es decir, el país se paralizaría porque es como si de pronto la nación fuera una máquina de computación inundada por miles de virus y hubiera que desinfectarla y como los programas antivirus piden tanta memoria, hubiera que cerrar todos los programas mientras se buscan “códigos malignos”.

El punto es que el disparate, lo absurdo, la arbitrariedad, se han extendido tan radicalmente (pero no así se ha transformado lo que es “políticamente correcto”) que toda acción, decisión, o eventos naturales de la cotidianeidad, se interpretaría como un acto o metáfora de la contrarrevolución.

Ya jodieron al negro Pánfilo con dos años de privación de libertad por gritar ante una camarita de filmación que en Cuba no había comida con la frase de la negritud, “jama” e “iria”, que significa algo más, algo que el negro Pánfilo expresa sin comprenderlo.

Más que decir que en Cuba no hay comida (lo que no es tan radicalmente exacto), lo que Pánfilo dijo fue que en Cuba no hay libertad, y donde no haya libertad hay falta de todo. Porque la libertad, sea entrecomillada o sin entrecomillar, siempre será libertad. Porque de la libertad nace todo: libertad de conciencia, iniciativa individual, y todo lo que “brille con luz propia”. Porque el bienestar de una nación no sólo nace de una mente, por más brillante que esta pueda ser (y “esté pal’ daño”), sino de ese conjunto amorfo y sin personalidad que denominan sociedad, pueblo, gentes.

Cuando digo que en la Cuba actual todo acto se presta a ser interpretado como contrarrevolución, me faltó decir que los más recalcitrantes contrarrevolucionarios son nuestros propios gobernantes que declaran constantemente que ellos son los mejores defensores de la revolución cubana del año 1959.

Este artículo está inspirado en los carteles empotrados actualmente de modo transitorio en las formidables rejas que protegen el proyecto de “La Fuente”, en la antigua Plaza Vieja, auspiciado e inspirado por el Dr. Eusebio Leal Spengler.

En su intención inicial, el plan era que “La Fuente” (iluminada por la noche) emitiera sus terapéuticos borbotones de agua. Ahora, por el ahorro de la energía y del preciado líquido, no funciona. Es decir, en Cuba todo se inaugura con un propósito, pero sea por Juana o su hermana, al final hay que suspender el proyecto porque las circunstancias no son propicias o por dejadez.

Actualmente en las rejas de la fuente hay unos carteles-fotos donde se muestra a una Polonia destruida por la II Guerra Mundial. En estos montajes gráficos se observan zonas de Polonia tal y como quedaron después de la guerra y fotos que muestran cómo esas mismas zonas han sido reconstruidas y cómo en la actualidad han quedado mejor que antes de la guerra.

La destrucción de Polonia está justificada por el loco de Hitler. Pero, como vivo en la capital de Cuba, me pregunto dónde está la justificación de la total destrucción de mi ciudad. Lo primero que me vino a la mente fue que la culpa por la destrucción de mi ciudad la tiene el gobierno norteamericano con la “Ley del Embargo”. Luego recordé que Cuba tiene relaciones económicas con el resto del mundo y que no todas las compañías de ese mundo poseen parcial o total propiedad norteamericana.

¿Dónde encontrar la justificación de que mi ciudad parezca bombardeada? Ya la tengo, me dije, la idiosincrasia de mi pueblo: bebedores de ron, marihuaneros, hijos de puta… Pero luego recordé que cuando todos los medios de producción son propiedad del Estado sin dejarle un lugar a la iniciativa personal, las gentes, el pueblo, no se sienten partícipes de la gobernabilidad de la nación e inician la “huelga de los brazos caídos”.

Entonces recordé las absurdas órdenes de Hitler cuando le respondió a sus generales durante la batalla por conquistar a Moscú que las tropas no podían retirarse y debían pasar el invierno a pocos metros de la capital rusa. Sin morir de un balazo, dejaron de existir más de 200 mil alemanes por efecto de la congelación. Y el loco de Hitler calificó de traidores y cobardes a los generales que le pidieron retirar a unos kilómetros de Moscú a las tropas hasta que pasara el invierno.

Mi preocupación consiste en que algún dirigente de la Revolución Cubana pase por “La Fuente” y al mirar el foto-montaje de las fotos sobre Polonia antes y después de la guerra, interprete que el Dr. Eusebio Leal Spengler utiliza esta exposición venida de Polonia como una metáfora para decir que en la capital de Cuba ha ocurrido o está ocurriendo algo peor cuando nadie, aún, nos ha bombardeado.

CULPA NO ANULA CULPA, Moisés Leonardo Rodríguez

Cabañas, Habana, 27 de agosto de 2009 (SDP) El siglo XXI se inauguró en América Latina con individuos que han alcanzado el poder por el voto popular pero no han hecho gala en absoluto de la ética y los valores necesarios para catalogarlos como demócratas.

Una carencia ética que comparten estos elegidos es el afán desmedido por permanecer de por vida en el poder. Esto los ha llevado a intentar imponer nuevas constituciones que les amparen legalmente en su antidemocrático anhelo.

La ausencia de una ideología que sustente el diseño económico, político y social de las naciones que gobiernan es suplida con promesas y paliativos a una parte de las mayorías desposeídas, acompañadas de prebendas a sus fieles. Todo esto en un marco de improvisaciones nacional-regionalistas que dicen estar inspiradas en Simón Bolívar.

Los únicos conocedores e intérpretes de esa neo visión nacional-regionalista bolivariana son ellos en sus propios países y en sus alianzas en la región. Son fiel reproducción del actuar de los jerarcas de la iglesia en la era del oscurantismo medieval.

En estas andanzas, el político hondureño Manuel Zelaya ha devenido defensor del cincuentenario gobierno cubano en la OEA. Su afán desbocado lo llevó incluso a erigirse en juez de la historia al proclamar absuelto al Comandante en Jefe, a quien aspira a imitar.

Para ello, en su país, Zelaya desconoció el orden democrático republicano y convocó a una consulta popular que, por ser de facto una violación constitucional, llevó a su destitución como presidente.

La reacción de los demócratas hondureños, aún cuando errada en la forma, es legítima en tanto defensa de la institucionalidad democrática y freno a la imposición de una nueva dictadura desde las urnas.

Ante la ineficiencia de la OEA y las exigencias democráticas de organizaciones regionales, los populistas se han inventado nuevos espacios en los que los valores universalmente reconocidos dejan de ser elemento unificador y rector. Su lugar lo ocupa la defensa de los intereses de los caudillos. Uno de estos espacios es el ALBA.

Los integrantes de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), encabezados por una dictadura consumada y otras en metamorfosis, se han conjurado para reponer al presidente depuesto, aunque para ello tengan que emplear la violencia. En absoluto condenan los desmanes del expulsado. Sería condenarse a sí mismos.

Al ALBA lo han hecho populistas, con populistas y para bien de los populistas con las riquezas de las naciones que someten a sus dictados, el aplauso de los que enceguecen con migajas y con los desleales que compran con pomposos cargos y sustanciosas prebendas.

Si alguien aún tiene esperanzas en el ALBA, que mire a Cuba y vea el resultado que han traído 50 años de matraca antiimperialista, mega planes inviables y políticas desacertadas en lo económico, lo social y la eliminación de la participación política real de los individuos sometidos.

Zelaya, el mismo que prometió en su investidura como presidente de Honduras respeto a la Constitución de 1981, la ha violado con el visto bueno y el apoyo de terceros para nada demócratas. Los condenados por delitos quedan privados de facto de sus derechos políticos. Este es el caso del ex presidente.

Defender de la democracia sólo la inamovilidad de algunos cargos, sin tener en cuenta las violaciones cometidas por los que los ocupan, es propio de los oportunistas. Esos que solo ven de bueno en ella la posibilidad de acceso a los cargos, para ignorar, después de alcanzarlos, el debido apego a la ley.

Es hora ya de desenmascarar a los que confunden el ejercicio de la política en democracia con la jefatura de familias mafiosas. Esos capos que solo aspiran a riquezas y poder, deben quedar relegados al bajo mundo donde se originaron. No se les debe permitir dominar el mundo todo.

Condenar el proceder contra el presidente violador de la ley y algunos de sus allegados es necesario, pero no suficiente. ¿Se defiende al presidente o a la democracia? He ahí la cuestión.

Los demócratas reales y los aparentes, que hoy reclaman la restitución de Zelaya, deben con igual fuerza apoyar su comparecencia ante un tribunal imparcial e independiente para que presente sus descargos ante las pruebas y testigos que lo acusan.

Políticos que sirvan a sus pueblos, no políticos que se sirvan de ellos para sus fines personales o de sus cárteles políticos, es lo que necesita la América Latina. El reto está planteado. Determinar quien minó inicialmente las bases de la democracia en Honduras es medular. Condenar los métodos errados es justo pues, aunque conexos, constituyen delito. Pero culpas de terceros no anulan las propias.corrientemartiana2004@yahoo.com

jueves, 20 de agosto de 2009

LA REVOLUCIÓN DEL ADN, Juan González Febles

Lawton, La Habana, 20 de agosto de 2009, (SDP) En su momento, todo el mundo o casi todo el mundo hizo su interpretación sobre la afirmación categórica hecha por Fidel Castro y por otros líderes de su proceso acerca del legado revolucionario a las generaciones por venir.

Desde la niñez, escuché decir, ‘la revolución es para nuestros hijos y para los hijos de nuestros hijos’. Pensé en aquel momento que se trataba de otra bella y abarcadora metáfora. Nunca pensé que la cita fuera lo dramáticamente literal que es.

El nepotismo, desde el inicio, se convirtió en la mayor de las razones de estado para uso doméstico en Cuba. Se estableció una pirámide que se ramifica en la base y que parte desde la cúspide del poder político cubano. Los hijos de los afines de ese poder ocupan los lugares de privilegio en las esferas económicas, artísticas, científicas etc.

Si se sigue a través del ADN compartido las posiciones de privilegio en todas las actividades, la coincidencia familiar con las esferas superiores y medias de gobierno es dominante y avasalladora.

El complejo Alcona, en manos del Comandante de la Revolución Guillermo García y familia, el equipo nacional de beisbol, en las de Antonio Castro, uno de los hijos de Fidel Castro y el Centro de Estudios sobre Sexualidad, bajo la Sra. Mariela Castro, son pálidos ejemplos.

A esto súmese, la diplomacia, los negocios corporativos y de ‘joint venture’ y las altas jerarquías castrenses en el Ministerio de las Fuerzas Armadas y el Ministerio del Interior entre otras áreas. Todos pueden seguirse a través de investigaciones bancarias y financieras, pero además, por el tejido biológico de un ADN compartido.

Una clase política egoísta y cerrada se abroqueló protegida por las mallas infranqueables del nepotismo institucionalizado. En Cuba ya son corrientes los enlaces entre los miembros de la corte verdeolivo de los Castro. Estos enlaces marcan la pauta que ha contribuido a sellar parcelas de consanguinidad similares a los que existen entre la aristocracia de sangre azul europea.

La clase política castrista envía a sus hijos a estudiar a las mejores universidades europeas e incluso latinoamericanas. No contentos con haber impuesto el lema fascista que reza, ‘la universidad es para los revolucionarios’, los bonzos de la dictadura totalitaria cubana se aseguran que sus delfines completen su educación en las mejores universidades europeas. Suelen ir por diplomas de posgrado o por cursos integrales.
Como siempre, paga el erario público.

Esta toma de un país en toda su riqueza por parte de un grupo armado, se completó con el paso inexorable del tiempo. Las zonas residenciales segregadas para el resto de la población, unieron facilidades de privilegio consagradas a este grupo, como son los mercados del tipo Palco ubicado en la Zona Cero.

Estos mercados entre los que además pueden contarse 3ra y 70, La Puntilla y Galerías Paseo, están mucho mejor surtidos que los ubicados en las zonas donde reside el grueso de la población.

Los rentables y ventajosos negocios en el extranjero en que participan los miembros de la familia Castro y sus paniaguados, han sido expuestos y descritos en detalle por la prensa internacional.

Analistas financieros y revistas especializadas como Forbes, han publicado modestos estimados sobre la fortuna de los Castro y sus miñones más allegados. Pero como ya ha sido señalado, más allá de actas forenses o estimados contables, puede seguírseles por el entramado ineludible de un ADN compartido, evidencia clara de nepotismo elevado a categoría de alta política de estado.
jgonzafebster@gmail.com


CONTRADICCIÓN ENTRE DOS DISCURSOS, Guillermo Fariñas Hernández.

La Chirusa, Santa Clara, Villa Clara, agosto 20 del 2009 (SDP) Existen sospechosas contradicciones en la información dada por el gobierno, entre lo dicho en el último Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y lo expresado por Raúl Castro al cierre de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP). Los cubanos se percataron de la aparente contradicción debido a como se enfocó en cada caso la suspensión indefinida del VI Congreso del PCC.

En las noticias dadas por el periódico Granma y repetidas sin matices de ningún tipo por los otros órganos nacionales de la prensa oficialista, se aseguró que el retrasado la nimiedad de 12 años congreso partidista estaba aplazado indefinidamente. Esta reseña se hizo llegar a la población sin aclaración alguna. Sin embargo, en la alocución para dar por terminado el II Periodo de Sesiones de la VII Legislatura de la ANPP, el presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Raúl Castro Ruz, confirmó la decisión de suspender el cónclave de los comunistas cubanos. Pero hizo una nueva y sorpresiva confidencia: en lugar del Congreso se realizaría una Conferencia Nacional. Ambas informaciones salieron con un margen de solo 48 horas entre ellas.

Sin lugar a dudas resultó todo un globo de ensayo de las máximas autoridades castristas para saber el verdadero apoyo entre los militantes del partido único al nuevo líder, porque a estas alturas del juego político cubano, se hace casi increíble una equivocación a este nivel.

Lejos de lo que se pueda pensar en el exterior, la nomenclatura castro-raulista instaurada en el poder hace tres años, teme mucho a las reacciones disidentes dentro de las propias filas del PCC. La ciudadanía cubana ha aumentado sus niveles de críticas a quienes ejercen el poder y entre los más críticos se destacan los militantes de fila del partido.

No por gusto se le concedieron franquicias operativas al Departamento Ideológico del Comité Central del Partido de Cuba (DI-CC-PCC). Desde hace unos años, la isla cuenta con su tercer aparato de contrainteligencia (incluidas motos marca Suzuki), que es una especie de contraespionaje sobre las ideas de los cubanos.

Su responsable es el coronel del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (MINFAR) Rolando Alfonso Borges, quien escruta las debilidades ideológicas de todos los dirigentes castristas, salvo Fidel y Raúl. El nuevo departamento tiene preparado un expediente de “errores” a cualquier jefe actual o defenestrado, para comenzar su desprestigio si lo ordena uno de los hermanos Castro.

Para mantener una aparente pureza ideológica, Alfonso Borges se ha negado a recibir una confortable y amplia residencia en cualquiera de los 11 repartos “congelados” para la dirigencia en La Habana. Vive junto con su esposa en un modesto apartamento del edificio de 20 plantas ubicado en la calle E esquina a 23, en la capitalina barriada El Vedado.

Sus subordinados de inmediato advirtieron a Raúl Castro y a su equipo de colaboradores más cercanos, que según las fuentes del aparato partidista denominado “Opinión del Pueblo”, existía una avalancha de diatribas contra la nueva disposición de posponer el congreso del PCC. Y le aclararon que quienes mayor nivel de inconformidad demostraban eran los militantes del partido.

Como un mal mago de un circo que se cae a pedazos, Raúl Castro trató de enmendar el mal paso y al clausurar la pasada sesión de la ANPP, sacó de debajo de la manga la traída por los pelos Conferencia Nacional. Algo que nunca se ha realizado y estaba diseñada para si la nación era ocupada por una potencia extranjera o si entre un congreso y otro, moría el líder Fidel.

Las objeciones entre una noticia y la otra poseen el trasfondo del serio temor de quienes dirigen Cuba a que se ensanche el vacío de intereses de la alta dirigencia del PCC con sus humildes y siempre desoídos militantes de a pie. El terror a perder el poder detentado por media centuria es el autentico motivo de esta aparente contradicción entre los dos discursos. cocofari62@yahoo.es

JUANES EN LA ENCRUCIJADA, Jorge Olivera Castillo

Habana Vieja, La Habana, Agosto, 20 de 2009 (SDP) Los comisarios culturales han sacado sus cuentas y parece que el saldo les favorece en alguna medida. Su avenencia a que el cantante colombiano Juanes ofrezca un concierto en la Plaza de la Revolución en el venidero mes de septiembre, no es una decisión gratuita.
A través de la referida incursión musical podría estarse buscando un reforzamiento de las expectativas de posibles avances en el camino de una apertura, en el momento en que sobran las evidencias para definir los contornos del inmovilismo y las franjas grises del retroceso.
Juanes y sus invitados foráneos, quizás sean eslabones de una estrategia, de la que presumo no tienen ni la más mínima idea. Envuelto en el romanticismo de sus canciones y dotado de una filosofía donde se entremezclan candidez, utopía y estimo que legítimos deseos de contribuir a limar las asperezas de este mundo, el cantautor colombiano no atina a pensar en lecturas más allá de los acordes y el pentagrama.
Donde no existe el derecho a la libertad de expresión y otras libertades no menos importantes, es arriesgado embarcarse en un proyecto que sería vendido en los estantes de la opinión pública internacional como un producto de primera, sin adulteraciones y que legitimaría a quiénes se creen, y de hecho lo son, los dueños absolutos del país.
Redoblar los esfuerzos por ampliar y diversificar los intercambios culturales de Cuba con otras naciones, incluidos los Estados Unidos, sería una excelente idea, siempre y cuando sirva para desbloquear una realidad interna donde el arte y la cultura continúan bajo las coyundas de un partido que impone las reglas y supervisa, con vista de águila, todas las conclusiones.
Juanes debe tomar las correspondientes precauciones para evitar convertirse en una marioneta con la cuál el poder consiga entretener o engañar a quiénes esperan por pasos hacia las reformas estructurales que el actual presidente prometiera y que han quedado atascadas en el fango de la retórica.
Los fines humanistas del concierto y su utilidad para que fluyan más corrientes de paz y armonía entre los pueblos pudieran quedar encerrados en el perímetro de las intenciones.
Cuando se trata de Cuba, es preciso afinar los mínimos detalles para que las propuestas no naufraguen en un mar de distorsiones que terminan por favorecer a opresores y cómplices.
El gobierno cuenta con un vasto arsenal para robarse cuotas de protagonismo, bien de manera directa o indirecta. Solo el hecho de que el evento se realice en la Plaza de la Revolución, hace que crezcan las suspicacias en torno a una real descontaminación política.
Aparte de constituir un símbolo del poder, en esa explanada han retumbado cientos de discursos contrarios al Estado de Derecho.

El hecho de venir a cantar a La Habana personajes de la talla de Juanes y el español Miguel Bosé, entre otras luminarias del universo musical contemporáneo, entraña un compromiso que supera la natural disposición de rasgar las cuerdas de una guitarra, entonar una melodiosa balada y hacer vibrar de júbilo a miles de jóvenes cubanos que seguramente estarán allí como parte de la compacta multitud.
Como en la visita del Papa Juan Pablo II, en 1998, esas satisfacciones se volatilizarán sin apenas dejar rastros de beneficio para el pueblo. Parece que con Juanes quieren reeditar esa experiencia.
Ya alistan el escenario como hace 11 años. En vez de las liturgias y las circunspecciones del ámbito religioso, ahora las bocinas traerán música y estribillos.
Otra vez la Plaza de la Revolución, como plataforma para desarrollar un nuevo capítulo de fantasías.
Las buenas intenciones de Juanes y acompañantes podrían estar más cerca del fracaso que del éxito. Ellos pueden corregir esas distancias. Para lograrlo deben considerar todas las aristas visibles e invisibles del acontecimiento.
Ser utilizado como peón de una dictadura, aunque fuera de manera tangencial, sería lamentable.
Los índices de probabilidad para que esto ocurra son altos. Quién no lo que crea así es porque nunca ha vivido en Cuba o es simplemente, demasiado ingenuo.
oliverajorge75@yahoo.com


GEOPOLÍTICA DEL ESPACIO AÉREO, Ramón Díaz-Marzo

Habana Vieja, La Habana, 20 de agosto de 2009, (SDP) Supongamos que cada país es un avión. Los que conocen de aeronáutica saben cuáles son las reglas de juego de los aviones en el cielo. Aunque muchas personas miran hacia el cielo y piensan que es un terreno despejado, se equivocan. El tráfico aéreo es más intenso de lo que algunos imaginan. Para que los aviones no choquen en el cielo, están los controladores aéreos.

¿Quiénes son los controladores aéreos de los países-aviones?­ Los propios pilotos, los medios de comunicación, los bloques de opinión de otros pilotos y pasajeros, los escritores, los oportunistas y los intermediarios de buena fe.

Cada país es un modelo de avión. Algunos tienen más recursos, de modo que todos los países no pueden alcanzar la misma altitud y velocidad de crucero.

Los Jefes de Estado, los vicepresidentes, son los pilotos y los copilotos de estas naves, y toda la caravana de segundos al mando de cualquier cosa representan el fuselaje y los controles que hacen que estos maravillosos artefacto se mantengan en el aire.

Dentro de cada avión existen los secretos, los compromisos, y las complicidades. Esto hace que casi siempre el piloto de un avión, junto con toda la tripulación, puedan ser sustituidos por cualquier pasajero que nadie sabía que en su currículo tiene el certificado de haber pasado por una Escuela de Aviación. Por supuesto que hay pasajeros que nada saben del arte de volar, pero toman el mando y aprenden mientras vuelan.

Filosóficamente hablando, la velocidad aerodinámica (una ley fundamental para el vuelo) está determinada por las condiciones meteorológicas que son las circunstancias, los imponderables y errores humanos concientes o inconscientes.

Cada avión tiene un plan de vuelo que debe ser conocido por los demás aviones, pues las rutas de vuelo son los caminos de la política en el cielo del poder. No obstante, hay que incluir a los aviones que no tienen un plan de vuelo preestablecido. Improvisan sobre la marcha precisamente por causa de las circunstancias climáticas.

Todos los aviones no son iguales. Los hay más desarrollados en tecnología que le brindan a los pasajeros confort y disponen de una velocidad de crucero mayor y en un par de horas pueden cubrir grandes distancias. Por ejemplo, en estos momentos el avión de los United States se encuentra en una peligrosa recesión económica. Esto significa que hay “pérdida en la velocidad aerodinámica”.

Pero el avión de Cuba es un viejo cacharro que por causas mágicas o en respuesta a la “teoría de la conspiración internacional” se mantiene en el aire, no se cae (a pesar de que técnicamente ha perdido velocidad aerodinámica), y no aterriza en otros aeropuertos por temor a que sus pasajeros abandonen el avión y sólo se quede en la nave el piloto y el copiloto.

Los pasajeros de cada avión son el pueblo de un país. Gracias a Dios, la mayoría de los pasajeros de todos los aviones del mundo entran y salen de los aviones. Pero ¡ay! de aquellos pasajeros que han nacido en un avión y jamás han descendido las escalerillas (de su avión) en cualquier aeropuerto para estirar las piernas y montarse en otros aviones. ¡Ay de los pasajeros del avión de Cuba que hace 50 años se mantiene en el aire! La desesperación de algunos pasajeros ha hecho que estos abran las escotillas y se arrojen al vacío.

Aunque hemos dicho que los controladores aéreos se encargan de que cada avión mantenga su altitud y ruta, a veces las colisiones entre dos aviones son inevitables y ocurren igual que un accidente automovilístico. Cuando estas tragedias ocurren se dice que tal lugar en el cielo ha sido declarado una zona de guerra. Entonces el tráfico aéreo es desviado y se puede hablar de aviación civil y militar. Los controladores aéreos mantienen informados a todos los comandantes de las naves. Entonces algunas de estas máquinas volantes corrigen su rumbo o se vinculan directamente en el conflicto.

Ahora mismo hay una amenaza de colisión en la zona sur de Latinoamérica. Nosotros estamos muy preocupados a pesar de saber que la historia de la aviación es la historia de sus guerras. Pero pensamos que ha llegado la hora de escribir la historia con paz. Todos los aviones pueden reajustar sus rutas en el cielo si por razones de turbulencias naturales han perdido el rumbo y las comunicaciones con los controladores aéreos, o existe una falla mecánica y no saben dónde se encuentran.

Todos los aviones, a pesar de que el cielo no es tan libre y despejado como algunos piensan, deben tener la oportunidad de ejecutar “un vuelo recto y nivelado”.

Nosotros exhortamos a las máquinas en conflicto de esta zona a que busquen un consenso. Invitamos al avión que representa a los Estados Unidos a que no cometa ningún error por temor a quedarse sin combustible. Sí, porque de eso se trata siempre, de que los aviones para volar necesitan combustible y cuando ven que se están quedando sin energía, son capaces de cualquier maniobra en el cielo del poder.

jueves, 13 de agosto de 2009

NO HAY NOVEDAD, José Antonio Fornaris.



Managua, La Habana. 13 de agosto de 2009. (SDP). Confieso que me interesa leer lo que escribe Fidel Castro. No me gusta ser sorprendido. Estoy seguro que cuando pasen unos años más, la mayoría de los cubanos se preguntarán: ¿Cómo fue posible que permitiéramos que gente como esas nos gobernaran durante tanto tiempo?

Sí, lo hemos permitido. Porque hay explicaciones de diferente índole a tan lamentable etapa –la peor de la historia de Cuba-, pero no hay nada que justifique que se haya soportado a una casta incapaz y abusiva durante tantos decenios.

Las “Reflexiones del Compañero Fidel” ayudan a observar con más calma a la élite gobernante. La publicada el día 6 de agosto, “Siete puñales en el corazón de América”, aunque tiene su firma, no parece encajar muy bien con su estilo. Tiene equilibrio, los ataques al imperio tienen cierta dosis de mesura y posee lógico encadenamiento en las ideas. Si lo que escribió es o no lógico, es otro asunto. Pero lo peculiar es que en todo el escrito, que ocupa una página y media de los diarios, no existe una sola mención a la situación interna de Cuba.

Raúl Castro anunció hace sólo unos días el aplazamiento del sexto congreso del Partido Comunista, la creación de la Contraloría General de la República, que, al parecer, tiene como función principal tratar de contener la corrupción existente a todos los niveles, y Fidel Castro que es el Primer Secretario del Partido Comunista, que fue durante más de 47 años el jefe máximo de todo en la isla y por tanto el mayor responsable de todos los descalabros existentes, no dice media palabra sobre esos temas

Su actitud se asemeja a la que reflejaba una canción popular de los años 50 en la que el mayordomo le decía a su protectora: “No hay novedad, señora baronesa, no hay novedad. Sólo pasó que anoche cayó un rayo y del palacio hizo un solar…”.

En la “reflexión”, Castro nos ilustra sobre los nuevos avances de la tecnología militar en la potencia del Norte: “El imperio proyecta que en el transcurso de 30 años todos los aviones de combate de Estados Unidos, desde los cazas hasta los bombarderos pesados y los aviones cisternas serán tripulados por robots”. Y asegura: “Los robots no hacen huelgas…”. Si eso es así, nos hemos adelantado en muchos años a Estados Unidos. Cuba está llena de robots.

Dijo además: “Los planes imperiales de dominación van precedidos de enormes sumas asignadas a las tareas de mentir y desinformar a la opinión pública.”. Doy excusas, creo que sí habló del régimen existente en Cuba, pero eligió hacerlo de forma indirecta.

Hoy el “compañero Fidel” cumple 83 años. Voy a extrañar las “reflexiones”. Si las escribe él o un equipo asignado a esa tarea, es algo intrascendente. Lo importante es que esos artículos reafirman aún más la convicción de que la permanencia de las mismas personas por mucho tiempo en el poder es la peor maldición que puede caer sobre una nación.
fornarisjo@yahoo.com

LAS BASES SOVIÉTICAS Y LA SOBERANÍA CUBANA, Juan González Febles


Lawton, La Habana, 13 de agosto de 2009, (SDP) En 1962 se dirimió la llamada Crisis de Octubre. La Unión Soviética convino con los Estados Unidos en retirar las armas atómicas que mantenía en la Isla; el mundo escapó por un tilín, a una conflagración nuclear.

Ni en aquel momento, ni en ningún otro, Fidel Castro se refirió a estos hechos como violatorios de la soberanía nacional. De hecho, la presencia militar rusa en Cuba se mantuvo, de una u otra forma hasta el más reciente desmantelamiento de la base de Lourdes.

Los actores y las máscaras cambian, pero las causas subyacentes mantienen su peso en la arena internacional. En 1968, seis años después de la crisis de los misiles, le tocó al mismo Fidel Castro, apoyar a los rusos y su invasión a Checoslovaquia. Para esa ocasión, se remitió a la defensa del socialismo y no habló de soberanía nacional.

Una de las últimas reflexiones atribuidas al compañero Fidel, tiene por título ‘Las bases yanquis y la soberanía latinoamericana’. En ella, recurre una vez más a los fieles e ilustres difuntos del panteón heroico latinoamericano. Estos, en opinión del ex comandante, jamás habrían permitido el establecimiento de bases norteamericanas. Lo que no queda claro es, si estos próceres hubieran estado de acuerdo con el establecimiento de bases rusas, chinas, venezolanas o cubanas.

Más allá de los fines geopolíticos del imperio soviético, las bases rusas en Cuba constituyeron una garantía de permanencia para el régimen castrista. Eran el mensaje de aquellos tiempos de guerra fría a partir del cual los rusos, hicieron saber a los yanquis que Cuba estaba bajo su influencia y protección.

En aquellos momentos, la soberanía nacional cedió espacio a la necesidad del régimen de curarse en salud, frente a la hostilidad manifiesta de los Estados Unidos. Entonces, ¿no podría el gobierno de Colombia tratar de curarse en salud, frente a los propósitos desestabilizadores probados de la Venezuela chavista, aliada entre otras perlas, del régimen de La Habana?

Ha sido revelada la participación del gobierno de Venezuela en operaciones de la narco guerrilla, desde suelo venezolano. El involucramiento del gobierno de Hugo Chávez y de Rafael Correa con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, (FARC) es mucho más abarcador que los datos y pruebas encontrados en el ordenador ocupado al difunto capo guerrillero, Raúl Reyes.

La presencia de bases militares norteamericanas responde a una necesidad creciente de Colombia, por hacer frente a los propósitos desestabilizadores del régimen venezolano y sus aliados ideológico-clientelares, en América Latina.

Para Cuba, resulta un síntoma muy favorable que el ex comandante en jefe, aborde situaciones de política internacional en sus reflexiones. Sus intervenciones sobre asuntos nacionales, dirigidas a que todo siga igual, son sumamente perjudiciales.

La miseria y el inmovilismo recurrente que se sufre en Cuba, valida que no se eche a ver como Fidel Castro o sus amanuenses, se ocupan de bases yanquis y soberanía latinoamericana, desde esas anodinas reflexiones.
Como se olvida por oportunismo y conveniencia, aquella dorada época en que bases rusas y un caprichoso internacionalismo, usurparon el discurso a una soberanía maltrecha y poco convincente.

El tiempo para sepultar en sus tumbas anónimas a los cubanos que murieron en su nombre a lo largo del mundo y a una maltrecha soberanía nacional, de la que ayer nadie se acordaba.
jgonzafebster@gmail.com

EN ORDEN DE PRIORIDAD, Laritza Diversent



Calvario, La Habana, 13 de agosto de 2009, (SDP) En el VII pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC), celebrado el pasado 29 de julio y presidido por el segundo secretario del PCC, Raúl Castro Ruz, se analizó el funcionamiento de dicha organización política, la defensa de país y las medidas que debían adoptarse de manera inmediata para enfrentar el impacto de la crisis económica mundial.

En la reunión se determinó que, lo logrado en la defensa, había superado las expectativas. En este sentido contribuyó una política y planes bien concebidos. No por gusto en los objetivos específicos de los Lineamientos del Plan Económico y Social para el año 2009, en orden de prioridad, la defensa del país tiene el número uno.

Sin embargo, con respecto a la economía no hubo las mismas impresiones. Raúl Castro reconoció que, “no se había logrado la misma solidez de la defensa, en el frente económico, también esencial en la seguridad nacional”. Evidentemente las políticas y planes trazados, en este sentido, no fueron bien pensados.

En dichos Lineamientos, aprobados por la Asamblea Nacional, se había previsto crecer en torno al 6,0 % en el presente año. Dicha cifra supuestamente aseguraba la continuidad de los niveles de crecimiento del PIB que se venían registrando desde el año 2005, a pesar de que en el 2008 el paso de los huracanes devastó la economía.

Evidentemente hubo errores de cálculo en la previsión el plan económico anual. La situación actual (crisis económica y el paso de los huracanes) exigió reducción del plan en abril, que rebajó la proyección de crecimiento del producto interno bruto al 2,5%, informó en la reunión, Marino Murillo Jorge, Ministro de Economía y Planificación y Vicepresidente del Consejo de Ministros.

Cuando los parlamentarios aprobaron el plan económico del presente año, ya existía la situación actual y sabían que esta se agravaría. El crecimiento del 6% se calculó bajo esas circunstancias y supuestamente crearía “las condiciones indispensables para estabilizar gradualmente la economía, atender la recuperación de los desastres naturales ocurridos en el presente año, y avanzar en las inversiones productivas que posibiliten el cambio de estructura que demanda el desarrollo del país”.

Sin embargo, constataron que el crecimiento en el primer semestre del año fue de un 0,8% y actualmente se calcula que el año termine con un 1,7% de crecimiento del PIB. Cifra aún ilusoria, teniendo en cuenta la situación financiera del país.

A pesar de que han disminuido el valor de las importaciones, las exportaciones decrecen, hay dificultades para acceder a fuentes de financiamiento y no se ha podido cumplir con los compromisos financieros internacionales, objetivo número dos en orden de prioridad en el plan económico 2009.

Evidentemente la situación económica del país no mejorará nada. El del plan económico se reajusta con la supresión de gastos sociales, que aún no sabemos cuales serán. Castro reconoció que podían tratarse actividades beneficiosas y hasta loables, pero que simplemente no estaban al alcance de la economía. Incluso alertó sobre “la importancia de que cada ciudadano comprendiera que se trata de medidas difíciles y nada gratas, pero sencillamente inaplazables”.

No obstante la difícil situación económica, no se mencionó recortes en los gastos de defensa, objetivo priorizado antes que la producción de alimentos, que dicho sea de paso, no se encuentra en el plan económico de el presente año, a pesar de que en diferentes discursos, el dirigente histórico ha insistido en que se trata de un problema de seguridad nacional.

Lo de “desarrollar las medidas que repercutan en la elevación del nivel de vida de la población y en la calidad de los servicios sociales básicos como salud y educación, incluyendo mejorar gradualmente la distribución de ingresos, mantener el adecuado equilibrio financiero interno”, último objetivo del plan económico de este año, en orden de prioridad, evidentemente no se logrará.
laritzadiversent@yahoo.es

ADMITIR LA DERROTA, Guillermo Fariñas Hernández.



La Chirusa, Villa Clara, agosto 13 del 2009 (SDP) “Cuando un agente dentro de una red es casi descubierto y el mando no desea perder el trabajo invertido para alcanzar su ascenso, entonces se le baja el perfil, para valorar los daños en su credibilidad como infiltrado”, así afirmaba el coronel Héctor Hernández a un grupo de cadetes en la Escuela Superior de la Contra Inteligencia Militar “Comandante Arides Estévez”.

A este método se le conoce en el argot del juego Inteligencia versus Contrainteligencia como “Congelarle el Perfil al Agente”. Algunos teóricos de estos menesteres arguyen que el solo hecho de aplicar este procedimiento a cualquier infiltrado ya es una señal de que su trabajo de búsqueda de información no está bien encaminado.

Algunos creen que aplicar esta técnica es una indicación premonitoria de que la labor del espía comenzó a llegar a su fin, porque en las características de esta modalidad de faena, el factor confianza es algo indispensable y si no se es portador de esta, entonces es mejor retirar a tiempo al agente.

Esta manera de actuar de los oficiales del contraespionaje castrista se hizo notoria tras el ataque que padeció el intento de unidad conocido como Concilio Cubano, en febrero de 1996. A su agente mejor cotizada de aquel momento, Odilia Collazo Valdés, le fue inmediatamente disminuido su alto perfil ante el menoscabo de su imagen en el seno de las filas disidentes.

En estos casos, los mandos del Ministerio del Interior o la Contra Inteligencia Militar que tengan las responsabilidades de manipular al agente de marras se verán ante dos posibles salidas.

La primera consiste en crear una supuesta atmósfera de decepción en el infiltrado, para dar la imagen de que se aleja poco a poco de la actividad opositora. Esto casi siempre que se hace, es debido a que con la ayuda del informante, se ha logrado colocar a distintos delatores en las muchas organizaciones de la sociedad civil emergente. De destaparse quien en un momento dado los aupó, caerían las sospechas sobre varios de los otros chivatos con que cuenta la red.

La segunda variable usada es destapar públicamente a los soplones ante el asombro de los diplomáticos acreditados en Cuba y la prensa extranjera. Ni que decir de la decepción que padecen los cubanos anticastristas en la diáspora y algunos militantes prodemocráticos de fila, quienes por lo general llegan a idealizar a los prefabricados líderes.

De mirar la historia de lo ocurrido con los destapados confidentes infiltrados en la membresía de aquellos que buscan la democracia, se puede observar que a los oficiales de la Seguridad del Estado cubana les encanta aplicar esta última variante como manera de conmocionar a la opinión pública. Es además un modo de inculcarle subliminalmente a la sociedad en su conjunto un sentimiento de perenne desconfianza para poder continuar la manipulación represiva de la inmensa mayoría de la ciudadanía, pues ante cada uno de estos descorches, salta el policía que todos llevamos dentro.

En la actualidad, ante el alto nivel de críticas, protestas y la insatisfacción de casi todos los integrantes de la sociedad nacional, los mecanismos represivos están abocados a ejecutar una ola represiva. De llevarse a cabo, sin dudas serán destapados los chivatos como en similares situaciones anteriormente vividas. Un paso a dar bastante controvertido, porque la metodología de la infiltración y el espionaje entre los disidentes ya carece de ideas creativas. Y por lo general, en su afán de sembrar la desconfianza, los destapados necesitan exteriorizar como engañaron o fingieron para embaucar a sus compañeros de luchas.

Puede ser que estos métodos dieran resultado en infiltrar oposiciones violentas, donde el clandestinaje y el secretismo primaban. Hace más de tres décadas, la lucha por la libertad de Cuba tomó rumbos pacifistas. Estos, aunque vulnerables a la penetración policial, dejan sin pretextos a la represión y acrecientan la solidaridad del mundo con los reprimidos.

Muchos oficiales del inefable G-2 se comportan incoherentemente ante la lógica de las argumentaciones de los defensores de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Ellos que creen tener toda la verdad en sus manos, no toleran conversar con unos detenidos que se muestran seguros y por ello, los instan impotentemente a tomar las armas.

Con métodos pacíficos, todo es muy lento para lograr reinstalar la democracia en Cuba. Sin embargo, la fe en este tipo de enfrentamiento favorece a la disidencia pública y no violenta dentro de Cuba, pues una percepción psicológica está de parte de estos abiertos anti-totalitarios: la mayoría del mundo se solidariza con los más débiles.

Crear un falso dirigente para la notoria oposición interna de la isla es una de las tareas de mayor costo en todos los sentidos. El agente tiene que meterse en el personaje como un buen actor y esos preceptos calan hondo en su yo interior. Debido a ello, la credibilidad en el castrismo por parte del infiltrado puede caer al piso. Bajarle el perfil solo es admitir la derrota.
cocofari62@yahoo.com

ARREPENTIRSE A TIEMPO, Tania Díaz Castro




Jaimanitas, La Habana, agosto 13 de 2009 (SDP) Los últimos años del siglo XX y los primeros del actual siglo se han caracterizado por el arrepentimiento de importantes figuras religiosas y políticas participantes de hechos donde predominó la crueldad y el homicidio.

El Santo Padre Juan Pablo II, por ejemplo, realizó un acto de contrición por los crímenes cometidos por la Iglesia Católica a través de décadas y centurias. También perdonó públicamente al hombre que le disparó para matarlo y pidió al señor Fidel Castro ¨ un gesto de clemencia ¨ para los 75 activistas del Movimiento Cubano de Derechos Humanos que a partir de 2003 guardan prisión, así como para los tres jóvenes negros que intentaron secuestrar una embarcación para llegar a Estados Unidos, fusilados pocos días después.

Conmovió y sorprendió al mundo también que altos dirigentes políticos japoneses se disculparan en 2004 ante la masacre cometida por militares nipones durante la toma de Nanking y otras regiones de China, hace más de sesenta años.

En 2000, el presidente angolano José Eduardo dos Santos, en un gesto de generosidad y comprensión, expresó: ¨ Angola tiene espacio para todos, el país pertenece a todos los angolanos y no sólo a algunos…¨, refiriéndose a quienes habían pertenecido al ejército de Jonas Savimbi.

Bill Clinton, durante su cargo como presidente de Estados Unidos, visitó Africa. Ante una gran multitud, pidió perdón a nombre de su país por la activa participación de su nación en la trata de esclavos negros siglos antes.

Es conocido cómo las autoridades norteamericanas se sienten muy conformes cuando los filmes de su país reflejan los graves maltratos infligidos a los ciudadanos japoneses durante la II Guerra Mundial.

En numerosos países europeos, hoy libres del comunismo, herederos de las familias que se vieron forzadas a emigrar han podido regresar a su país de origen y recuperar las antiguas propiedades que les fueron arrebatadas.

Ante esta realidad que enaltece al género humano, los cubanos que componemos el Movimiento Pro Derechos Humanos, tanto en Cuba como en el exilio, seguramente nos preguntamos si no es hora ya de que los encumbrados dirigentes castristas pidan perdón por toda la crueldad que han ejercido no sólo contra miles de disidentes pacíficos, sino también con la gran mayoría de la población que insiste en participar de la economía nacional.

En vez del Muro de las Lamentaciones de Jerusalén, Cuba cuenta con el Cuartel de la Policía Política, más conocido como Villa Maristas, por donde han pasado cientos de miles de opositores a lo largo de casi medio siglo y donde se han enfrentado a monstruosas técnicas de tortura psicológica con el propósito de humillarlos, despersonalizarlos y doblegarlos. El jefe máximo de ese cuartel represivo hoy se encuentra enfermo grave en cama. Todavía está a tiempo para arrepentirse y no continuar ni un día más con su rancia práctica dictatorial de poseer cientos de personas condenadas a largos años de cárcel, sólo porque no piensan como él; como si se tratara de cimarrones capturados en su feudo.
vlamagre@yahoo.com