jueves, 27 de marzo de 2008

Editorial Nro 14


El gobierno cubano mantiene al pueblo de Cuba y al mundo colgado de la zanahoria. Se espera con singular ‘wishful thinking’ que por primera vez en casi cincuenta años, este gobierno honre sus compromisos internos e internacionales. También y en el mismo estilo, se espera racionalidad y vocación de servicio de parte de un grupo de poder, que no termina de implementar las esperadas reformas económicas y políticas que todos en Cuba ansían.

Desde afuera, los gobiernos europeos hacen la apuesta que siempre han perdido; Cuba adentro, el pueblo desconfía. Todos se preguntan que nueva felonía preparan esos que ha dado en llamar con toda justicia, ‘Esta Gente’.

En contraste con el escenario externo, nadie en Cuba espera algo completamente bueno del presidente Raúl, del vicepresidente Machado y por supuesto: del ‘Compañero Hermano Fidel’. Ellos lo han hecho todo para cultivar con esmero tanta desconfianza.

Prolibertad de Prensa saluda con entusiasmo al Club de Escritores Independientes de Cuba y a su presidente, el Sr. Jorge Olivera Castillo. Ellos recibieron en fecha reciente al presidente del Pen Club de la República Checa. El Sr. presidente del Pen Club Checo, nos permitió saber que el Sr. Jorge Olivera fue honrado con la membresía honoraria en la organización de escritores de la República Checa.

El visitante trajo a Prolibertad de Prensa el aliento solidario del Pen Club de la República Checa y por supuesto, de People in Need, fraternal organización humanitaria checa fundada por el ex presidente Vaclav Havel. ¡Gracias a los hermanos checos por sus desvelos por Cuba y su Prensa Independiente!

En nuestra sección literaria, comenzaremos la publicación por capítulos de la novela ‘Cartas a Leandro’ del escritor cubano Ramón Díaz Marzo. Publicada originalmente en Miami, la novela es conocida por pequeños círculos en Cuba y por contadas y muy bien relacionadas personas en Miami.

En esta misma sección literaria, daremos a conocer otras piezas escritas en la Isla, que el mundo no conoce porque se hace difícil, cuando no imposible darlas a conocer.
El Equipo de Realización

POLÍTICA, Con las mismas de matar, Juan González Febles





Para esos que a lo largo y ancho de este mundo proclaman 2008 ‘año guevariano’, vaya esta historia que pudo haber sido escrita a cuatro manos y en concierto armónico, por Edgar Allan Poe y Stephen King. Está calzada con la firma de la Sra. Carmen de Carlos. Su título: La historia oculta de las manos del Che. Su tema, el destino corrido por las manos del condotiero y verdugo argentino, luego de su muerte

El trabajo pone de manifiesto la incapacidad de los mandos militares bolivianos para lidiar con situaciones políticas complejas. También el acento de comedia de humor negro o la impronta carpenteriana, en un suceso histórico y verídico en todas sus partes.

La Sra. de Carlos relata como el general Alfredo Ovando llegó incluso a ordenar que le fuera cortada la cabeza a Guevara. Pensó mandarla metida en formol a La Habana. Era su forma de que Fidel Castro aceptara la muerte de su lugarteniente en la selva boliviana.

Por suerte desistió, persuadido para ello por Félix -el Gato- Rodríguez Mendigutía, el oficial CIA cubano, que llevó este caso a su conclusión satisfactoria. Dicen que a Rodríguez, le pareció muy macabro eso de andar por el mundo con la cabeza de alguien metida en formol.

Pero de todos modos, se impuso el horror -cosa lógica tratándose de Guevara- la solución fue cortar sus manos y echarlas en un pomo con formol. Del lobo un pelo.

Según relata la Sra. de Carlos, el pomo con las manos, junto a una mascarilla mortuoria cayó en poder de Antonio Arguedas Mendieta, ministro de Gobierno de Bolivia. Ovando aquejado de una úlcera y de pésimo humor le dijo que “hiciera lo que le diera la gana” con el paquete.

Arguedas entre las cosas que hizo, envió el diario del guerrillero al Comandante en La Habana. Producto de este gesto, tuvo que marchar al exilio en México, en donde vivió de sus rentas. Aun es un misterio si “sus rentas” fueron engrosadas de alguna forma por alguien, a partir del gesto “generoso” antes apuntado.

El ministro lo había enterrado todo en su casa, en un hueco en su dormitorio. Todo parece indicar que el hoyo se encontraba bajo su cama. Se ignora cuanto tiempo durmió sobre sus trofeos.

Es a partir de este instante que el relato de la Sra. de Carlos alcanza sus puntos culminantes. El comandante Ernesto Guevara recomendó poco antes de morir, que sus seguidores o los seguidores de sus ideas, debían convertirse en “frías y eficientes máquinas de matar”.

Siguiendo la linea de este discurso y siendo como fue, un extraordinario y rígido esclavo de sus palabras, resulta fácil inferir que antes de morir, él mismo se convirtiera en la máquina de matar que aconsejó. Sus manos en formol, por tanto serían las mismas de matar, -así las cantó el trovador en jefe, curiosamente también de apellido Rodríguez -tan frías como el resto de la máquina, aunque ya no tan eficientes.

Arguedas a través de terceros, contactó a Víctor Zanier, quien tenía vínculos con el Partido Comunista -PC- de Bolivia. El PC designó a dos de sus militantes para llevar adelante esta inquietante gira por Europa del Este. Serían portadores de la mascarilla y las manos de matar de Guevara.

Jorge Sattori y Juan Coronel en aquel entonces de 39 y 32 años respectivamente, asumieron la tarea. El periplo les llevó a través de La Paz, Lima, Guayaquil, Bogotá, Caracas, Madrid, París, Budapest y finalmente, Moscú. Ninguna entre las aduanas de estos lugares, se percató de algo.

En Moscú contactaron con la embajada cubana. No les trataron bien. En la sede diplomática le dijeron -a Coronel- que no sería bienvenido en La Habana. Los castristas consideraban al Partido Comunista de Bolivia traidor, por sus diferencias y rencillas con Guevara.

Coronel se quedó anonadado, pero decidió entregar el encargo. Pensó que Che había amado mucho al pueblo cubano (¿?) y además: ¿Quién era él para negarse a entregar el encargo?

Hoy con más de 70 años, rememora los hechos y quizás lamenta la oportunidad perdida de conocer La Habana. A modo de compensación, conoció en su tournée europea a la Jet Set del comunismo en aquel momento. Desde Pasionaria, Berlinguer, Carrillo y el resto de aquel elenco que tanto costó y aun cuesta al mundo.

No ha vuelto a hablarse de las manos de Guevara. Quizás estén en el mausoleo villaclareño, o en manos de algún coleccionista de objetos macabros, en alguna nevera secreta o quizás las enterraron. Cuando se puso en boga, allá por los 90, el trapicheo del oro y la plata y el gobierno lo vendía todo, escuché decir que un coleccionista saudita se había llevado las manos. Pero no me hagan caso, es historia no confirmada.

Las manos de Ernesto Guevara, las mismas de matar, ocupan un lugar entre los mitos y la saga macabra de los violentos. Es símbolo primado de aquellos que esgrimen la muerte ajena, las banderas y las boinas negras con estrella como emblema. ¡Solavaya!
Fin. Lawton, 2006-04-27
jgonzafeb@yahoo.com
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En contra de Emmanuel Kant, Guillermo Fariñas Hernández.



La historia ha demostrado al mundo, que en los últimos 50 años de procesos político-sociales de la nombrada “Revolución Cubana” las decisiones y conductas de sus dirigentes máximos se han caracterizados por asumir conductas no avaladas por la ciencia de las leyes y formas del cambio en el mundo objetivo.

En el libro “Los Cubanos” del escritor exiliado Carlos Alberto Montaner, este ensayista, narrador y conferencista, hace una evaluación de la nacionalidad cubana. A una de las conclusiones que podemos arribar al terminar de leer la obra, es que los nacidos en esta isla actúan, en la mayoría de los casos, contrario a la esperada lógica.

Una parte del pueblo cubano todavía no está enajenada por la crisis económica y espiritual en la que están sumidos los isleños. A ella le preocupa lo que va a pasar con la dirigencia institucional de la república.

Antes de la conformación de los nuevos Consejos de Estado y de Gobierno, subió el nivel de las especulaciones sobre si el poder iba a ser entregado o no, a Raúl Castro Ruz. Las especulaciones aumentaron aún más debido a lo que dijo que el actual presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el señor Ricardo Alarcón De Quesada, en una entrevista solo a medios de prensa foráneos y del que los nacionales se enteraron de rebote por emisoras radiales extranjeras (cosa que aumenta la exageración de lo expresado por Alarcón).

En este intercambio con los medios de información extranjeros se dio a entender que el Dr. Fidel Castro Ruz, podía ser electo nuevamente al frente de los Consejos de Estado y de Ministros…. pero que existían leyes que le permitían renunciar a favor de su hermano menor Raúl, quien se desempeña de manera interina hace más de año y medio.

Los ciudadanos de Cuba, tanto los que residen dentro como en el exterior del archipiélago, estaban divididos en cuanto a lo que ocurriría ya que el 24 de febrero del 2008, los diputados electos sin competencia de ningún tipo a un parlamento enteramente oficialista deberían levantar sus manos.

El ejercicio del poder en la nación desde 1959 se ha caracterizado por el voluntarismo y el personalismo de Fidel. Todos conocen que el hecho de atreverse a contradecir una orientación venida de las altas esferas de la nomenclatura, significa ser defenestrado y desprestigiado por el sistema de control ideológico Fidelista.

La gente trataba de adivinar lo que propondrían Raúl Castro o algunos de sus más cercanos colaboradores en estos instantes, cuando pidieran la palabra: mantener al enfermo y convaleciente Fidel Castro o renovar esos cargos por el hasta ahora provisional ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.

Debido a la falta total de libertad de información, en una sociedad tan cerrada como la cubana, esas no son las únicas teorías que circulaban. Por ejemplo, se planteaba que Raúl tenía miedo dejar el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias por temor a que le pudieran dar un golpe de estado, para negociar su cabeza con los yanquis.

Esta misma hipótesis consideraba que la imagen de Carlos Lage Dávila estaba menos manchada de sangre que la del actual presidente por sustitución de Cuba. Por lo tanto, entre Lage, Alarcón y Felipe Pérez Roque, estaban los candidatos a encabezar el Consejo de Ministros y hasta el Consejo de Estado.

Según estas versiones, Raúl Castro continuaría al frente del ejército y aspiraría a sustituir a su hermano como Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba. El hermano más pequeño sería especie de un guardián de la pureza del socialismo caribeño, mientras quienes darían la cara y las incómodas explicaciones en viajes a otros países, serían otros.

Fuera del reducido circulo de poder que manda en Cuba, pocos conocían las propuestas. Por la más elemental razón, un presidente sin salud, debiera ser reemplazado, pero los Castro tienen una mentalidad guerrillera, que les ha permitido sobrevivir porque siempre han ido contra la Lógica Formal de Emmanuel Kant.

Finalmente, Fidel Castro renunció a sus cargos, Raúl dejó el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y ahora es presidente, aunque sigue consultando las decisiones más importantes con el Comandante. Hoy nadie sabe si es el nuevo ardid guerrillero de los Castro o simplemente otro desafío a las leyes de la lógica.
Villa Clara, 23/03/2008

cocofari62@yahoo.com

Sociedad, Mahoma y Marx, Juan González Febles



Mahoma y Marx constituyen dos ejemplos de lo que puede conseguir un ocio bien administrado. Consiguieron vivir, sin trabajar y ser reverenciados. Convirtieron sus onanismos mentales, sus fantasías y elucubraciones, en materia prima para futuras tragedias.

Ambos pertenecieron al linaje de los que vienen al mundo a manipular vidas, sentimientos y sueños. Entre los dos consiguieron acumular para la posteridad más dolor, muerte y destrucción que todos los ilustres sinvergüenzas que les precedieron.

Mientras Mahoma concibió su paraíso de huríes y delicias en un cielo inalcanzable y excluyente, Marx fue mucho más modesto. Se limitó a darle una manito de pintura barata a un collage caprichosito compuesto por filosofía clásica alemana y socialismo francés de taberna. Con eso, se fabricó una comedia hecha retazos donde los trabajadores, entre los que nunca se contó, fueron los protagonistas.

Mahoma escribió su Corán cuando dejó de ser camellero. Una viuda hizo el papel de Mecenas. Era rica y se casó con él. A partir de eso, el ocio le ayudó mucho. Le cogió tanto el gusto, que procuró dejar espacio, en su nueva religión para la adquisición de otras tres esposas, unas cuantas concubinas y algún que otro muchachito.

Curiosamente, Mahoma era árabe y Marx judío. En la fantasía de Marx no tiene cabida ninguna religión, Mahoma –más precavido- excluyó al resto de las religiones –excepto la suya- y a todo lo demás.

Mahoma escogió como presupuesto una frase lapidaria: “Ala es Dios y Mahoma su profeta”. Marx, más modesto expresó: “Proletarios de todos los países: uníos” Ambos acudieron a pobladas barbas para ganar respetabilidad. Marx escribió su obra pegado como una sanguijuela a Engels; Mahoma lo hizo junto a su viuda.

Resulta difícil calcular cual de los dos perjudicó más a la humanidad. Mahoma dejó escrito cual era su ofrecimiento al mundo: “el Corán, el tributo o la espada”. Marx, nos dejó su lucha y su odio de clases.

Ambos trabajaron sobre la base de que sólo dos linajes pueblan la tierra: tener y no tener. No caben dudas de que hicieron maravillas con el segundo linaje. Tanto con Mahoma, como con Marx, está garantizado que el segundo linaje se quede sin tener y que, además, el primer linaje pierda lo que tenga.

Si el infierno existe, no caben dudas de que tanto Mahoma como Marx deben estarse mesando sus barbas, en un rinconcito de privilegio, separado para ellos por el mismísimo Diablo en persona.

Mahoma sentenció que el musulmán que abandone el Islam, debe ser condenado a muerte. Desde entonces, la salida ilegal del Islam, está penalizada. Le corresponde el copyright en eso de levantar muros, aunque los muros más famosos, hayan sido levantados por marxistas, con varios siglos de diferencia.

La historia tiene sus paradojas, lo más justo hubiera sido que Marx hubiera tenido una viuda y Mahoma, cualquier Federico generoso, pero no fue así. Nada es perfecto. Además, mirado esto con amplitud, pudiera ser interpretado como una sugestiva premonición de que los extremos del círculo, efectivamente se tocan.

Mahoma en su momento, tuvo su revelación cuando la humanidad había encontrado al cristianismo. Marx, hizo lo suyo cuando esa misma pobre humanidad, encontró la democracia liberal.

Cristianismo y democracia, islamismo y marxismo, para los que gustan de las matemáticas, aquí tenemos dos excelentes pares ordenados, con contradicción aparente incluida.
Lawton, 23/03/2008
jgonzafeb@yahoo.com
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Actualidad cubana


Preferimos cocinarnos en la Liya, Félix Reyes Gutiérrez




Después de la tan promocionada Revolución Energética por parte del estado cubano a principios del pasado año 2006, pocos podrían imaginar que las divulgadas promesas gubernamentales, al cabo de los años, se manifestaran de forma intermitente.

En aquel entonces la cúpula gubernamental encabezada por el Dr. Castro, prometió al pueblo cubano el cambio de bombillas eléctricas, televisores, refrigeradores, ollas arroceras, multipropósitos, fogones eléctricos, ventiladores, calentadores, aires acondicionados y hasta jarras para hervir agua.

Todo con el objetivo de ahorrar combustible y eliminar los molestos y prolongados apagones en la isla. Pero han transcurrido casi dos años del largo y acostumbrado discurso castrista y gran parte del pueblo se queja por las deficiencias de estos electrodomésticos.

Unos ciudadanos ven pasar los meses y los meses, mientras otros, no han recibido ninguno de los promocionados equipos, pues como refieren los afectados los 30 000 televisores enviados a Bolivia, los amigos chinos no los han repuesto y nadie sabe que pasa con los fríos aires acondicionados.

A las familias que han adquirido parte de estos medios, sus economías se les han debilitado. Esto está dado por el alza del precio en la tarifa eléctrica y los pagos que mensualmente realizan al estado cubano. También pesan los créditos asignados tras recibir los citados equipos; por lo que cada día los pobladores se muestran más disgustados.

Por otra parte debido a la entrega de las cocinas eléctricas, un gran por ciento de cubanos se deshizo de los fogones que utilizan kerosén. Estos son los más utilizados en el país históricamente y hasta las tan demandadas cocinillas que se valen del gas licuado, han entrado en estado de extinción por las restricciones del citado combustible.

Pero, la ciudadanía se ha visto obligada a rescatar las otrora desechadas hornillas, que utilizan el derivado del petróleo, debido a que el carburante ha vuelto a hacer acto de presencia en las bodegas cubanas producto del resurgir de los apagones.

Durante el fenecido 2006 y también como parte de las transformaciones en el sector energético, en casi toda la isla fueron instalados los denominados grupos electrógenos, para satisfacer supuestamente la demanda de electricidad, pero no hemos alcanzado el primer trienio y se ha convertido en una utopía Fidelista más.

Después de la puesta en funcionamiento de las publicitadas plantas emergentes, la frase del gobernante Fidel en unas de sus alocuciones del citado año: “A partir del 1ro de Mayo de este año no habrán más apagones”, se convirtió en una farsa, dentro de su gran colección de equívocos.
Desde principios del año 2008, los desagradables apagones han continuado como dije anteriormente.

Este es un inseparable azote para los pobladores cubanos; se han producido fallas de la corriente eléctrica por períodos de hasta tres horas o más, como promedio diario en los diferentes pueblos y ciudades del territorio central del archipiélago.
O sea que la correlación entre la oferta y demanda de electricidad calculados por los “ingenieros sociales” del estado en el poder, continúan siendo errados, como equivocada fue la instauración del socialismo desde el propio 1ro de Enero de 1959, mal que por desgracia todavía padecemos.

Es por eso que la vecina pareja de ancianos enfermos y jubilados nombrados Eumelia Torres y Ramón Ruiz apodado El Chino, le dicen a quien quiera oír a toda voz: “Entre las continuas interrupciones eléctricas, la rotura de los equipos y lo poco que nos queda por las deudas contraídas con el estado, lo que preferimos es meternos y cocinarnos dentro de la olla de presión china Liya”.
Villa Clara, 24/03/2008
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CULTURALES, También los salseros…Luis Cino



Luego de actuar en el concierto que festejó el aniversario número 45 de la Unión de Jóvenes Comunistas, el periódico Granma, órgano oficial del Partido Único, acusó sin derecho a réplica, al popular cantante Paulito FG de estar poseído por los demonios del consumismo y la espectacularidad.

Una década atrás, por las mismas acusaciones, los comisarios culturales sancionaron a la Charanga Habanera.

La aristocracia de la timba y el son, a pesar de las cadenas de oro, los viajes al exterior y los impuestos cuantiosos que pagan, no están exentos de la guerra contra todo el pueblo. A ellos, como a los chicos del hip-hop y el reggaeton y a cada hijo de vecino de la isla, también les toca su porción amarga del cake.

Se equivocan los que piensan que los únicos músicos reprimidos por los comisarios musicales debido al diversionismo ideológico fueron los rockeros. También a los salseros les tocó su turno en la larga fila de los revisores de la corrección político-ideológica.

Desde los inicios, sones, guarachas y boleros, le parecieron a los comisarios la decadente música del pasado con la que no quedaba más remedio que lidiar hasta que apareciera una música apta para los oídos del hombre nuevo. Sólo que privar de la libertad a los cubanos fue mucho más fácil que quitarles la música.

Ni siquiera se la pudieron quitar en el empeño alucinado y desastroso de la zafra de los 10 millones que no fueron. La mayor renovación de la música popular cubana ocurrió en esa época. La protagonizó Juan Formell y su orquesta que paradójicamente se llamó Los Van Van.

Los carnavales habaneros de 1972 fueron memorables por muchas razones, además de la música de los Van Van.

El baile empezó a salir de los muros custodiados de la Polar y la Tropical y se desplazó a los espacios abiertos de La Punta y La Valla de Paseo y Primera, frente al Hotel Riviera.

Los policías con cascos blancos, las redadas y los bastonazos eran los mismos. Los atenuaban la cerveza, el aguardiente Coronilla, el vino vietnamita y un brebaje que llamaban Pancho El Bravo, que echaba por tierra al más aguerrido bebedor. La Ley Seca había llegado a su fin.

Los bailadores que acudían a La Punta y La Valla eran el mejor termómetro para medir la popularidad de las orquestas que allí tocaban.

Las dos primeras noches de los carnavales de 1972, un nuevo conjunto, Los Latinos, sirvió de telonero a los Van Van en La Valla. Al mismo tiempo, en La Punta, la Monumental antecedía a la Ritmo Oriental.

La Monumental y Los Latinos enloquecieron a los bailadores, pero no fueron del agrado de los comisarios culturales. Su atuendo (peinados afro, pantalones patas de elefantes y zapatos de plataforma) recordaba demasiado a los Temptations y otros similares de la música soul del enemigo.

Después repararon además en que su música con tambora, permeada por el merengue dominicano de Johnny Ventura y Wilfrido Vargas, no sonaba cubana. Ahí empezó la batalla de los comisarios culturales contra la salsa.

Al principio, no distinguían bien los límites entre la salsa neoyorquina de Fania All Stars y el sonido Filadelfia. Daba igual. Ambas venían del imperio. Se querían robar el son y “mercantilizar lo más auténtico de nuestra cultura”, decían.

La creación de la salsa fue la solución de las disqueras neoyorquinas para compensar el vacío creado por el embargo norteamericano en el mercado de la música procedente de Cuba.

Hasta entonces, la diferencia entre las orquestas cubanas venía dada por la inter relación entre los instrumentos de percusión que la integraban. A partir de la llegada de la salsa, los músicos cubanos empezaron a preocuparse por los formatos orquestales y por un nuevo modo de emplear los metales.

Formell, al electrificar los instrumentos de los Van Van, tuvo suerte de adelantarse unos años a la salsa. Eso le ahorró disgustos con los comisarios.

Todos los músicos que se desviaron del son más ortodoxo y se asemejaron a la salsa, fueron atacados por su debilidad ideológica.
Los peores ataques se centraron en Los Karachi, una orquesta santiaguera que privilegiaba los trombones y no se ocultaba para confesar que tocaban salsa y admiraban la música que hacían en New York y Puerto Rico.

También la veterana orquesta Rumbavana, donde había ido a parar, con su peculiar forma de cantar los boleros, Ricardo Rivera, el cantante de Los Latinos, sufrió los embates de los mandamases de la cultura.

Hasta el hoy emblemático caballero del son y diputado al parlamento, Adalberto Álvarez, procedente de Rumbavana, pasó sus apuros para crear Son 14 en 1978.


Por entonces, ya los cubanos, ajenos a los teóricos de las prohibiciones, enloquecían bailando salsa con el Pedro Navaja, de Rubén Blades y Willy Colón.

Unos años después, en 1982, Oscar De León pedía cable, hacía olvidar el desastre de Granada, nos devolvía al Benny y reprochaba a los soneros cubanos no saber improvisar.

La salsa acabó por ser adoptada por los comisarios como un muy rentable en divisas subgénero del son.

En los años 80, a los comisarios culturales, más que el robo de la salsa por los músicos neoyorquinos o boricuas, les preocupaban los pintores y trovadores contestatarios y los escritores de la diáspora.

Los comisarios siempre tienen algo que los preocupe: los textos rebeldes del hip-hop, el rock en inglés de Hipnosis, la vulgaridad desoladora y escatológica del reggaeton o “el consumismo y la espectacularidad de mal gusto” de Paulito FG y la Charanga Habanera.
Arroyo Naranjo, 2008-03-19
luicino2004@yahoo.com
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Poesía para vivir, Jorge Olivera Castillo.




De no existir habría que inventarla. Por suerte, la poesía tiene sus orígenes en tiempos inmemoriales. La mitología griega buscó cobija en los versos como una manera de evitar el olvido. Eurípides y Homero, armados del sentido épico tan en boga en este período de la historia, dieron al mundo, entre otras a Medea y la Ilíada respectivamente, dos obras donde el arte de la poesía se revela con una incontenible maestría. Desde la Roma antigua Virgilio puso en la eternidad a Eneida, una epopeya latina escrita con un estilo donde compagina sensibilidad, ritmo y experiencia ensamblándolos con una imaginación desgajada de su alma de poeta.

Hasta en jeroglíficos egipcios de hace 2600 años antes de Cristo se han encontrado tipos de poesía. Fue, indudablemente, un medio de expresión para retratar realidades, una alternativa que respondía a la necesidad del hombre por ofrecer su interpretación de la belleza y el misterio, de las tragedias y de las vivencias puestas bajo el cristal de multidimensionalidad.

Nunca se podrá decretar la extinción de quienes tratan de tocar el cielo como tripulantes de un trasbordador más que espacial, especial. Un buen poema eleva, sugiere una mirada al porvenir, da la fecha exacta para una cita con la virtud y ofrece la mano auxiliadora en los bordes del abismo.

En esos periplos se puede acceder gratuitamente a las órbitas de los sueños y también es posible observar algunas aristas de los enigmas. Todas esas artesanías cuentan con otras utilidades más terrenales. Lo humano, sus esencias, sus particularidades, sus pasiones, son parte de esos mundos creados por quienes suelen imbricarse en las abruptas redes del espíritu.

Los poetas son como embajadores de ese país que nace en el corazón y termina un tramo después de la utopía. Buscan, con afán, la originalidad. Se empeñan en encontrarle sentido a la vida que muchos quieren disfrazarla solo de pesimismo y maldad.

Existe el bien, la tristeza, la alegría, la muerte y las esperanzas. En un poema hay espacio para todas esas instancias. En un poema están los colores y el sonido de cada uno de esos escenarios. En un poema hay llamas y agua, sol y lluvia, calores e inviernos, crisis y calma.

Todo dicho con buen tino, sin estridencias. Solo que con la fuerza de quien suda, a borbotones, por tratar de decir las cosas más inverosímiles con el don de la belleza y la sabiduría.

Wallace Stevens, dijo que el poeta es una persona que encontraba armonía en el caos del mundo. El hizo lo posible por subrayar tal hallazgo mientras vivió. Su obra así lo demuestra. Muy pocos viven de la poesía, pero respirar sin sentir el aroma de un verso, es inútil. La poesía es vida, orden, sosiego, honestidad.
Habana Vieja, 25/03/2008
jorolicas@yahoo.com
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Pastilla de menta, Luis Cino




De aún existir, la Orquesta Cubana de Música Moderna hubiera cumplido el año pasado los 40 años. Pero la orquesta se extinguió joven aún. Se deshizo como una pastilla de menta. El clima comunista es propicio para dinosaurios, no para elefantes musicales.

La Orquesta Cubana de Música Moderna nació en 1967, por una insólita orientación de los comisarios: crear una big band con los mejores músicos del país para tocar “de todo”, especialmente jazz.

Los músicos fueron escogidos a mano por Romeu y Somavilla para integrar una formación impresionante.

Romeu abandonó la orquesta del cabaret Tropicana. El pianista Chucho Valdés y el guitarrista Carlos Emilio Morales vinieron del Teatro Musical de La Habana. Pucho Escalante, Oscar Valdés y el baterista Guillermo Barreto dejaron la orquesta del ICR, Cachaíto y Luis Escalante, la Sinfónica Nacional.

A Paquito D Rivera, que acudió a tocar el saxo alto, lo rescataron de la incolora banda donde cumplía el servicio militar obligatorio.

“¿Quién demonios podía entender un cambio tan brusco después de tanta represión contra toda esa música?”, narra el propio Paquito: “pero la realidad era que ahora había orquesta de jazz y a tocar se ha dicho, antes que los jerarcas cambiaran de opinión y hubiera que cambiar la guitarra eléctrica por la balalaika y los saxofones por helicones o algo peor.”

Los músicos estuvieron encantados de tocar con swing. Lo mismo One Mint Julep, de Ray Charles, que la Misa Negra, de Chucho Valdés.
El público, ya privado del Mozambique, encontró más rico el sabor yanquirule de la Pastilla de Menta que el caramelo para Margot, repartido por los CDR y con gusto a benadrilina.

La felicidad duró poco. Si el jazz era un engendro enajenante y decadente para Mao, Stalin y Khrushev, ¿por qué iba a ser diferente con Fidel Castro y sus seguidores?

La orquesta debutó en un campamento agrícola en Guane, grabó un disco, hizo varios conciertos en el teatro Amadeo Roldán, y ensayó febrilmente para la Expo 67 en Montreal.

La orquesta llegó diezmada al pabellón cubano en Montreal. A buena parte de los músicos, a los mejores, no le permitieron viajar a Canadá.

A Chucho, Paquito, Carlos Emilio, Cachaito y Plá, les encargaron integrar el Quinteto Cubano de Jazz que actuaría en Varsovia en el Festival Jazz Jamboree. Pasaron años antes que viajaran a Polonia.

A los trompetistas Lara y Varona y al trombonista Modesto Echarte tampoco los dejaron ir a Montreal. Nunca les explicaron por qué.

Luego, empezaron a llegar orientaciones de tocar “de todo”, no sólo jazz. Los Festivales de Varadero de 1967 y 1970 fueron sus últimas oportunidades de lucimiento.

En 1971 se inició una mala y larga temporada para la cultura cubana. A la Orquesta Cubana de Música Moderna le impusieron un repertorio cada vez más ligero, hasta convertirla en una orquesta de variedades que acompañaba a cantantes.

El ejército se llevó para su banda musical a Sandoval, Plá y al contrabajista Carlos del Puerto. Romeu y Somavilla se apartaron de la orquesta. La Dirección de Música del Consejo Nacional de Cultura despidió a Paquito D Rivera.

Dos años más tarde, Chucho Valdés creó Irakere y “sacó del bache” no sólo a Paquito D Rivera, sino a los mejores músicos de la orquesta que se aburrían, bajo la batuta de Germán Piferrer, acompañando a cantantes mediocres.

Un poco promocionado concierto celebró 23 de junio del 2007, en el teatro Amadeo Roldán, el aniversario 40 de la Orquesta Cubana de Música Moderna.

De los fundadores de la orquesta sólo estuvieron Chucho, Carlos Emilio y Plá. Romeu, Somavilla, Barreto y Varona murieron.

Sus solistas más espectaculares, el saxofonista Paquito D Rivera y el trompetista Sandoval, están en el exilio. Uno hace 27 años, el otro 17. Se fueron con su música a otra parte. Hoy, son estrellas del jazz internacional y tocan lo que les place. Sin orientaciones ni comisarios. Sólo con swing. Como lamentablemente le impidieron seguir tocando a la Orquesta de Música Moderna.
Arroyo Naranjo, 2008-03-16
luicino@yahoo.com
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Comunicados y Notas, Bases mínimas de la Asociación Pro Libertad de Prensa


Convencidos que el ser humano actual no es totalmente pleno sin la libertad de expresión y de pensamiento y sin poder ejercer el derecho a informar y ser informado. Y en total acuerdo con lo planteado por Ignacio Agramonte, uno de nuestros próceres independentistas, de que: “La libertad de prensa es un medio de obtener las libertades civiles y políticas”. El Buró de Coordinación de la Asociación Pro Libertad de Prensa (APLP) acuerda desarrollar sus actividades con las siguientes bases mínimas:

1-Podrán formar parte de la APLP todos los periodistas cubanos, residentes o no en el territorio nacional, que lleven un mínimo de 6 meses ejerciendo la profesión y que acepten el enunciado de estas bases.

2-El Buró de Coordinación es un órgano colegiado que representará a la APLP a todos los efectos y coordinará las elecciones para los cargos de representación de la Asociación, las que por vez primera no deben exceder a un año después de la aprobación de estas bases.

3-Las elecciones posteriores se efectuarán cada 3 años ya redactados los estatutos de la APLP.

4-Ningún integrante, sin excepción, de la APLP podrá firmar documentos o establecer compromisos a nombre de la APLP sin el consentimiento del Buró de Coordinación.

5-El Buró de Coordinación estará formado por un número de miembros no mayor de 9 y no menor de 7.

6-La APLP no formará parte de ninguna organización política, aunque sus integrantes puedan profesar cualquier creencia religiosa, tendencia filosófica o política de las reconocidas o aceptadas internacionalmente.

7-Se retoma como Día del Periodista el 24 de octubre, fecha en que en 1790 se publicó en Cuba el primer periódico.
proprensalibre@gmail.com
La Habana, enero 27 de 2006

LA IMAGEN, En la calle:




Calle Línea vista desde el túnel.

Haciendo magia:

Este es uno de esos maravillosos cubanos que lo mismo le arregla una sombrilla que un aire acondicionado. No es difícil por acá encontrar personas con muchas habilidades. La necesidad hace parir hijos machos.

Hablando de arquitectura:

Qué les parece esta belleza de casa con arbolito en el techo incluido.

Restaurante 1830


El día de Tomás, (cuento), Luís Cino


A Tomás lo delataron las moscas y la peste. Lo encontraron dos policías, el presidente del CDR, el responsable de vigilancia y un vecino. Tuvieron que tumbar la puerta a patadas.

Su cadáver, desnudo, violáceo e hinchado, colgaba de una viga del techo.

Cuando lo descolgaron, tenía la lengua afuera, los ojos abiertos con desmesura y una erección. El forense dijo que llevaba muerto más de 48 horas.

…El, que siempre fue tan serio, parecía estarse burlando de nosotros. Yo fui el que avisó a la policía. Aquello se llenó de gente. Tremendo mal rato. El tipo imponía. Me pasé tres días sin probar un bocado. La peste no se me quitaba de la nariz. Últimamente se le veía poco. Creo que trabajaba un día entero y descansaba dos. A cada rato venía borracho pero no se metía con nadie. Se encerraba en su casa. No era un tipo de líos. No era muy combativo, había que caerle atrás para que participara en las actividades, pero pagaba el comité y hacía las guardias…Sí, claro que era revolucionario. Fue internacionalista en Angola. Yo mismo hice el informe cuando vinieron a verificarlo para trabajar como CVP. No, no dejó ninguna carta. ¡Fue del carajo! Que yo sepa, no estaba enfermo ni tenía problemas. No sé, tuvo que volverse loco para hacer una cosa así…

Si Tomás no se hubiera suicidado, de todos modos habría muerto de aburrimiento y soledad. La tristeza había dictado sentencia.

Cuando llegó el forense, reparó que en la casa había sólo dos bombillas incandescentes de luz mortecina. Una en el cuarto y otra en la cocina. Recostado a uno de los puntales de la sala había una bicicleta china. Amontonados junto a la puerta del baño, estaban un pantalón caqui y una camiseta azul. Una botella plástica de agua, varias vacías de ron y un plato con restos de arroz y frijoles, invadido por columnas de hormigas permanecía sobre la mesa. Desde un desteñido cartel turístico en la pared que proclamaba que “Cuba es un eterno verano”, una mulata en bikini sonreía al sol de Varadero.

…No se me quita su imagen de la mente. Y eso que no quise verlo muerto. Hasta me siento un poco culpable. Todo pudo ser distinto. No sé. Siempre he sido media comemierda. No sé como pudo hacerlo. Estaba muy flaco y envejecido. Pero era un cuarentón que cuando se afeitaba y se vestía, no lucía mal. Yo lo cogí en sus buenos tiempos. Era un trigueñón de ojos claros para respetar. Antes de irse para Angola, me estaba fajando. El tipo me caía bien, pero yo estaba casada. Cuando volvió de la guerra, tuvo que dejar a su mujer. Le pegó los tarros con un amigo. Yo me había divorciado ya. Salimos un par de veces antes de acostarnos. La primera vez que lo hicimos fue en su casa. No se le paró. Le dije que no se preocupara, que eso era por culpa de los nervios, que era porque yo le gustaba demasiado, que ya se le pasaría. Así fue. Después, era una fiera en la cama. Quería singar a toda hora. Tuve que dejarlo porque no quería estabilizarse. A mí me gustaba mucho, pa`que te voy a decir otra cosa, pero mis hijos estaban chiquitos y la vida estaba muy difícil para andar por ahí templando por amor al arte. Yo necesitaba un hombre para la casa, que mantuviera a mis hijos. Él no estaba para eso. Cogió trauma con las mujeres. Creía que todas querían cogerle la casa. Que le iban a pegar los tarros. Le dio por las putas y la bebida. Con el hambre que pasaba! Figúrate, un hombre sin mujer no es nada! Mira el final que tuvo, el pobre. La última vez que lo ví fue en la cola para comprar los huevos. Casi no hablamos. Lo vi muy mal, pero nunca pensé que llegaría a esto.

Tomás vivía solo. Su casa estaba apuntalada y sin pintar. Los cristales de las ventanas estaban rotos. Escombros y botellas vacías se amontonaban en una esquina del portal.

En su vida no había sorpresas. Menos oportunidades. No tenía siquiera la contrariedad de un altercado conyugal. Se divorció en 1988. Cuando volvió de Angola, una tarjeta amarilla, celosa de la moral de los militantes del Partido, le avisó que su esposa le era infiel. Fue entonces que perdió la mujer, el amigo y el carnet del Partido.

…Fue una mala racha que duró demasiado tiempo. Vino de la guerra con los nervios jodidos y mira lo que se encontró. Después vino lo de que lo tronaron en el trabajo. Le echaron la culpa de algo que salió mal. El no tuvo que ver con lo del desvío de materiales. Pero quisieron complicarlo. Tomás no aguantaba mucha mariconá. En una reunión se empingó y tiró el carnet. No tuvo problemas mayores porque todos sabían que andaba trastornado por lo de la guerra y el divorcio. Se pasó una tonga de años trabajando en la construcción. Nadie le tiró una mano. Venía casi todas las noches. A veces cogíamos unas borracheras que aquello era del carajo. Tuvo que aguantar la curda porque las manos le temblaban mucho. No volvió a casarse. Decía que el período especial no era un buen momento para tener mujer. Era más barato pagar una puta que mantener una mujer. Creo que es verdad. Llevaba como dos años trabajando de custodio de un almacén. Ganaba 225 pesos. Le iban a aumentar el salario. No creo que le alcanzara para pagar muchas putas. Nunca dejó el alcohol, pero tomaba menos. El pobre, ¡La que pasó fue de pinga! Ya descansó. Siempre fui su socio. Desde que éramos muchachos. En las buenas y en las malas. Nunca le di la espalda. Es el único consuelo que me queda.

Su única familia era su hijo. Cuando Tomás se divorció, el niño tenía 11 años. Le costó trabajo adaptarse a vivir sin él. Tommy debe andar ahora por los 26 años. Se fue en una balsa en el verano de 1994. Tomás recibió una foto y un par de cartas desde Hialeah. Le contaba que pensaba mudarse a Atlanta. Luego, no escribió más.

…Yo estaba templando con él desde antes de cumplir los 15. Ahora tengo 18. En mi casa no sabían nada. No, él no fue el que me partió el culo. Al principio, me miraba mucho, se metía conmigo y se amasaba los huevos. Un día me ofreció diez pesos para que se la mamara y le hiciera una paja. Un día me calentó tanto que dejé que me la metiera. Me daba unas mamadas que me volvía loca. Empezó a darme 20 pesos. Era enfermo a la tortilla. Cuando traía a alguna amiga mía y hacíamos un cuadro, pagaba un poco más. Aparte de todo, era mi socio. La última vez que fui, estaba pasmado. Yo me lo hubiera echado igual, pero me dijo que no tenía ganas. Cuando me enteré que se ahorcó, me dio mucha lástima, pero nada, como dice un maricón amiguito mío, el show debe continuar. No veía a Tomás hacía meses. Este barrio se ha puesto malo. Ya no lucho por aquí…

La autopsia reveló que, además de que murió por asfixia, tenía los pulmones ennegrecidos por la nicotina.

…La había cogido con decir que no se ahorcaba porque no tenía timbales para hacerlo. Estaba cansado de todo. Un día me asustó. Me dijo que estaba ya hasta los cojones de pasar hambre, montar en camellos llenos de gente, de las colas, los apagones, las Mesas Redondas y el noticiero, los chivatones, el bloqueo y las orientaciones del partido. Pensé que era borrachera suya porque él nunca hablaba de política. Yo le cambié la conversación. Uno nunca sabe quien te puede estar oyendo…Fue entonces que me confesó que ya no se le paraba. ¡Que coño se le iba a parar con el hambre que pasaba y las borracheras con chispa de tren que cogía!...

Tomás era intachable en su trabajo. Siempre llegaba puntual. No tenía ausencias. Participaba en las actividades políticas y en los trabajos voluntarios. Su única y última falta fue robar, para ahorcarse, una soga del almacén que custodiaba en turnos alternos de 7 de la noche a 7 de la mañana.

Un jueves, después de almuerzo, decidió que sería su último día. No valía la pena seguir aplazando la cosa. Desnudo en la puerta del baño tomó la determinación. Abrió y cerró la ducha. Hoy tampoco había agua. Entonces, buscó la soga en el armario de la cocina.

Cuando zafaron el nudo y lo descolgaron de la viga, Tomás sacaba la lengua enorme y amoratada. Mostraba orondo su erecta verga a los dos policías, el presidente del CDR y el responsable de vigilancia. Como si les jugara una broma final en venganza por tanta mierda.

Fue el día más importante y divertido de sus 48 años de vida.
Arroyo Naranjo, 2005-12-07

AL FINAL DE LA TARDE,(poesía ) Jorge Olivera


En las fauces de la bahía brindamos

Hay rubor y nostalgias
mientras somos el bocado perfecto

Un trovador lanza una canción al mar
y llegan a nuestros cuerpos las salpicaduras

Encima de la música tomo los remos
y en el horizonte intento robarle una partícula a la tarde

Me interrogas sobre el amor, las virtudes, el alma
y respondo con un sonido que cobra vitalidad en tus labios

Después, el crepúsculo

A los lejos la guitarra con su voz de sueños
y el juglar envuelto en una lírica que armoniza con las olas

Muy pronto ponemos las tensiones
en la parte más recóndita del olvido

Es una urgencia ante la fiebre que se avecina

Ya no nos importa el inquietante bostezo de la bahía.

Jorge Olivera Castillo, de su cuaderno en preparación


En las fauces de la bahía brindamos

Hay rubor y nostalgias
mientras somos el bocado perfecto

Un trovador lanza una canción al mar
y llegan a nuestros cuerpos las salpicaduras

Encima de la música tomo los remos
y en el horizonte intento robarle una partícula a la tarde

Me interrogas sobre el amor, las virtudes, el alma
y respondo con un sonido que cobra vitalidad en tus labios

Después, el crepúsculo

A los lejos la guitarra con su voz de sueños
y el juglar envuelto en una lírica que armoniza con las olas

Muy pronto ponemos las tensiones
en la parte más recóndita del olvido

Es una urgencia ante la fiebre que se avecina

Ya no nos importa el inquietante bostezo de la bahía.

Jorge Olivera Castillo, de su cuaderno en preparación

Problema de familia (cuento), Juan González Febles


Lo encontraron muerto al amanecer. Se suicidó con la pistola automática 9mm que le regaló el vice ministro. Introdujo el cañón en la boca y disparó. Había restos de masa encefálica por las paredes y el techo. La forense declaró que la muerte fue instantánea. Ocurrió entre las dos y las cuatro a.m. El equipo de criminalistas a cargo, se comportó con alta profesionalidad y singular cortesía. Una última carta del suicida para su hija, le fue entregada, previo análisis, cerrada.

Ella guardó la carta y declaró que la leería después. Prefería estar a solas. Todo el mundo comprendió. El equipo forense se retiró cerca de la una p.m. Para ellos fue un sencillo caso de suicidio. Una muerte parecida a otras en que actuaban continuamente.

Romárico Izaguirre era para el consenso general un hombre de éxito. Fue licenciado del Ministerio del Interior con grados de coronel. Le separaron del servicio activo durante la debacle de 1989. Era miembro de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana. Se le consideraba un pilar moral de su comunidad.

Se comentó que el hombre andaba enfermo. Que estaba profundamente deprimido. ¡Como se hubiera reído el difunto! Para su criterio, la depresión y otros trastornos síquicos, no eran más que puras blandenguerías. Cosas para el consumo de artistas y maricones. Los hombres derechos jamás se deprimían.

Últimamente cultivaba rosas. Trajo las semillas de Bulgaria antes que cayeran el Bloque y el Muro. Fue en tiempos de glorias y bonanzas. En aquel momento le asignaron un jardinero de ascendencia japonesa. Estaba orgulloso de su jardín, de sus rosas, de su casa y de su vida.

Cuando le licenciaron, se ocupó personalmente de sus rosas. No lo tomó a mal, fue reencontrarse con su pasado campesino. Las rosas del coronel Izaguirre continuaron siendo singularmente hermosas.

Definitivamente, lo que nunca logró conciliar fue la vida familiar y personal. No anduvo con suerte en su primer matrimonio. Nada bueno logró de él. La esposa se suicidó a raíz del divorcio. El hijo mayor se marchó por el Mariel como escoria en 1980. Romárico se negó a saber de él, y no permitió que fuera mencionado en su presencia.

Años después le informaron que el hijo menor de ese matrimonio, se había vuelto maricón. Se culpó por haberle permitido estudiar pintura y escultura. Lo hizo ante la insistencia de su difunta madre. Estaba convencido que los pinceles y los lienzos influyeron de forma determinante en las opciones sexuales del muchacho. A pesar de todo, tampoco quiso saber más de él.

Volvió a casarse con la profesora de inglés. Una suboficial de muy buena presencia, quince años más joven. Ella era habanera, mundana, sofisticada y muy liberal. Formaba parte de una hornada de oficiales promovida por Ramiro Valdés, ministro del interior en aquel entonces.

Deseoso de estrenar su status de primer oficial, pasó la luna de miel en una casa para oficiales en Varadero. Ella quedó encinta de inmediato. Decidieron ponerle a la niña Mariana, por la madre llamada Ana María.

Ana María resultó una guevarista furiosa. Quiso educar a la niña como si se tratara de formar la media naranja del hombre nuevo. La niña creció sin fantasía. No conoció de Reyes Magos y jamás habló a las muñecas. Era una niña rubia preciosa. Sus ojos andaban entre el azul de los de su madre y el verde mate de los del padre.

Mariana fue aleccionada en la solidaridad y el servicio a los semejantes. Pero sólo como deber consciente de la mente y nunca como sentimiento dulce del corazón. Era un amor abstracto y limitado, que se confundía y diluía en las prédicas políticas de odio e intransigencia. Creció en el aprendizaje incierto de lo que se dice por necesidad, lo que se hace por obligación y lo que se siente y se reprime por mera convención o conveniencia.

Pero era sensible e inteligente a pesar de todo. Se apegó mucho a su hermano homosexual. Durante el tiempo en que este permaneció en el armario, fue su favorito. El único posible ante la ausencia del otro y la negativa de su madre a tener más hijos para conservar la figura. Fue para ella la puerta a otra forma posible de sentir y ver el mundo. Por sus altos rendimientos académicos y la inocultable influencia familiar, la seleccionaron para la Escuela Especial Lenin. Esto terminó de formarla o deformarla. Se convirtió en una extraña en su mundo familiar. Pero le sirvió para marcar su espacio espiritual. Un espacio que andaba a mil años luz de las expectativas de sus padres.

Mariana continuó frecuentando a su hermano. Pasó por alto el rechazo de su padre. Un día lo sorprendió con una elaborada parrafada sobre los derechos en la esfera sexual. Hizo un énfasis especial en la libertad individual de opción.

Cuando Romárico fue licenciado, Mariana cumplió veinte años. Le dijo a su padre que era mejor así. Disponían de dos automóviles y la vida no había cambiado tanto para ellos.
-¿Cuál es tu sufrir?- decía -Todo será mejor sin reglas y sin órdenes. ¿No te Parece?

Así pensaba la niña. Ella fue el elemento más humano y tierno que se permitió Romárico. Lo único sensitivo que se permitió en la vida.

Pero la niña se equivocaba. 1989 fue el año de viraje en la vida de Romárico y de toda una generación de oficiales del Ministerio del Interior. Cayeron ruidosamente del cielo. Conocieron de privaciones. Unos se adaptaron, otros no. Ana María engordó y se convirtió en una hembra menopáusica intratable. Se refugió en el pasado y se aficionó a los cambalaches y las formas de hacer dinero. Vendió caramelos, golosinas, bisuterías e incidentalmente, pizzas. Llegó a sugerirle a Romárico instalar un restaurante paladar. Romárico rechazó indignado la propuesta. Le pareció un ultraje vestir un delantal…

Un día llegaron a verlo para proponerle un nuevo destino laboral. Los emisarios eran conocidos. Le trataron con respeto y camaradería y –esto fue significativo- le llamaron coronel.

Debía trabajar en la Dirección de Relaciones Internacionales del INDER. Le dijeron: “El deporte es un área estratégica que atiende el jefe en persona”. Esta era la fórmula que emplean los iniciados del poder, para hablar de Castro. Romárico se sentía honrado. Le explicaron que él era un coronel. Que su jefe inmediato y verdadero siempre sería el ministro del interior. Que recordara que su ascenso a coronel, lo concedió “Fidel” en persona. Trabajaría en el INDER, pero que nadie se llame a error: continuaba siendo un hombre de confianza del Comandante. Se sentía eufórico.

Desde entonces, compartió su tiempo entre su trabajo, las rosas y la Asociación de Combatientes de La Revolución Cubana. La última tarde se encontraba en la Asociación y alguien le dijo que dos jóvenes oficiales querían hablarle.

Eran muy jóvenes, casi imberbes. El que parecía de mayor graduación se adelantó y le extendió la mano.
-Soy el capitán Omar, DTI- dijo mostrando su identificación- él es el primer teniente Eloy.

Romárico les hizo pasar al fondo de la espaciosa sede de la Asociación de Combatientes. Se sentaron en una terraza ubicada al fondo. El césped estaba cuidadosamente cortado. Había árboles frutales: mangos, aguacates, mameyes y guayabos.

Aunque la población se quejaba de falta de agua corriente, todo allí era regado por aspersión. Se trataba de un ambiente artificialmente acogedor, decorado con gusto y sobriedad.

Se sentaron en butacas de mimbre traídas de Viet Nam. El centro de mesa estaba adornado con flores naturales. Un empleado les trajo refrescos hechos a partir de jugos de frutas naturales. Romárico aprovechó para decirles que las frutas provenían de la arboleda de la casa. De la atención y cuidado se ocupaban los miembros de la Asociación.

Una vez instalados, el oficial de mayor graduación tomó la palabra.
-Octavio es nuestro jefe. Nos pidió que le dijéramos que siente no haber atendido personalmente este asunto. Está muy presionado con el trabajo.
Romárico asintió y permaneció en silencio.
-El asunto que nos trae es delicado- dijo sacando de un portafolio un fólder precintado –Se trata de su hija, coronel.

Mientras hablaba, extendió sobre el centro de la mesa un paquete de fotografías. Lo hizo de forma fría e impersonal. Las fotografías eran de Mariana. En una de ellas sonreía y mostraba sus pechos desnudos. En otra estaba de rodillas junto a otra belleza trigueña, a los pies de un soberbio negro que mostraba una imponente y desproporcionada verga. En todas estaba completa y deslumbrantemente desnuda.
El joven oficial trataba de no mostrar sus emociones. Mientras, su compañero observaba detenidamente a Romárico. Después pasó a otro atado de fotos. Ahora, Mariana aparecía en compañía de extranjeros de edad madura avanzada en determinados espacios turísticos. Estos se ubicaban en el interior del país o en la capital. Pero se trataba en todos los casos de espacios consagrados al turismo.

Romárico estaba demudado. Sudaba profusamente y sus interlocutores temieron un eventual accidente cardiovascular. No hallaba que decir. El oficial prosiguió.

-Si así lo desea, puede quedarse con las fotos. Octavio insistió en que le dijéramos, que Fidel no ha sido informado. El se reunirá con usted, pero de todos modos, ya sabe donde y como contactarle. Nosotros no tenemos nada más. Si usted lo permite, debemos retirarnos.
-Pueden- dijo Romárico con un hilo de voz.

Los oficiales se retiraron. El de menor graduación le manifestó a su compañero su preocupación. Temía un suicidio.

-Este hombre necesita ayuda. No debimos marcharnos. No tan rápido.
-Esas fueron las órdenes –cortó el jefe.

Romárico se despidió casi con afabilidad de los asociados que se encontraban allí, en ese aciago momento. Le dijo al negro Marcial, de la gente de Camilo, que dispusiera de su taquilla y de todo lo demás, porque se iba a “cumplir misión”. Nadie hizo preguntas, no era lo acostumbrado entre ellos. Tampoco hubo abrazos ni cualquier otra manifestación de efusión. Pero todos percibían el frío aliento de la muerte. Era algo a lo que se habían acostumbrado y funcionaba casi con independencia a sus voluntades.

Romárico no usaba el automóvil para ir hasta la Asociación. Le gustaba hacerlo a pie. Le agradaba sentir la brisa mientras caminaba bajo la sombra de los árboles. A fin de cuentas conquistaron Miramar. Se lo arrancaron a la burguesía a cojones y a balazos.

Caminó tratando de llevarse dentro toda la belleza que encontró a su paso. Las cosas se revelan a si mismas cuando se las mira despacio. Cuando se les presta atención por si mismas y no por el recuerdo de aquella mujer o de esa situación. Sólo por lo que representan por si mismas.

Llegó a su casa y no respondió cuando la esposa le preguntó si iba a bañarse. Respondió a su insistencia con un gruñido que pretendió pasar por afectuoso. Dijo que estaría en el despacho y no podía ser molestado por nadie.

Se construyó una oficina cómoda y acogedora en el jardín detrás de las rosas. Allí tenía una linea telefónica personal con una extensión en su alcoba. También su papelería personal y el acceso a Internet. Todo bajo llave. Nadie tenía acceso a este espacio. Ni mujer ni hijos ni familia ni amigos.

No se encerró con llave. Escribió una carta a su hija y no la culpó de nada. De hecho le pidió que dijera a sus dos hermanos, con los que había roto, que los amaba. Que le perdonaran.

Sacó de una gaveta una botella de vodka. Llenó dos vasos y encendió uno con la misma llama que usó para encender un habano caro. Uno de lujo y grandes proporciones. Conectó el aire acondicionado y bebió íntegra la botella.

Se sentía libre para hacer sus juicios por primera vez. Estaba por encima del bien y el mal. Recordó a muchos amigos y enemigos y brindó por ellos. Los igualó en el recuerdo y el homenaje. A fin de cuentas, uno debe casi más a los enemigos que a los amigos. Los enemigos preparan y forman sin elogios. Castigan con el error y premian con el éxito.

Cuando concluyó la botella, colocó el cañón del arma en la boca y disparó. Antes cerró los ojos. Fue una última y pequeña debilidad.
Lawton, 2005-07-24




Cartas a Leandro, (novela), Ramón Díaz Marzo.

Mañana
Querido Leandro:
Nunca imaginé que aquella lectura de juventud, La sala número 6, de Antón Chejov, sembraría en mi espíritu el deseo de escribir sobre la locura. Cierto es que cuando Chejov escribió su relato, lo concibió de forma tal que a través de su lectura nos identificáramos con el Dr. Ragin. Pero, de identificarse con un personaje de la literatura a sufrir en la vida real los mismos síntomas, va un largo trecho. Por supuesto, en ningún momento he pensado que mi final pueda ser o se parezca al ocurrido al doctor Ragin. Pues si el propio autor de La sala, Antón Chéjov, murió tuberculoso a la edad de 43 años, y no en un manicomio sino en la selva negra alemana donde se encontraba el sanatorio Badenwiler, por lógica a mí me sucederá otra cosa bien distinta. Aunque en honor a la verdad, lo que vas a leer es la exacta relación de cuanto me acontece.

Si se quiere, el asunto ha comenzado como comienza todo. Primero un principio, y más tarde, un final. La idea de escribir sobre la locura se apoya en el hecho cierto de que mis facultades mentales se están deteriorando. Y si es cierto que para hacer literatura uno debe basarse en las vivencias propias nada mejor haría que escribir sobre lo que sé por mí mismo.

Pero antes de proseguir sería bueno aclarar que nadie está exento de volverse loco. En cualquier época y circunstancia, el aparato mental, por factores que aún permanecen en el misterio, puede dar muestras de agotamiento. Y si bien es cierto que el hidalgo don Quijote de la Mancha enloqueció leyendo libros de caballería, las estadísticas indican que la pérdida o el extravío de la razón no es una condición exclusiva de los individuos dedicados al estudio. Los manicomios del mundo están abarrotados de personas sencillas que no tienen grandes pretensiones. Y aquí me aventuro a esgrimir la idea de que la locura aparece cuando entre el corazón y cerebro se denota falta de equilibrio es decir, en el instante en que la percepción del primero se torna demasiado sensible ante la avalancha de información que le proporciona el segundo. Entonces se produce la descompensación de manea que no será mi intención extenderme (por ahora), en ese “reino desconocido”. Ya te lo digo desde el principio: Sólo pretendo escribirte una carta inicial donde pueda explicarte por qué me siento un poco loco. Por ello pasaré a narrarte algunas de mis experiencias personales. Es bueno que así sea, pues mi intención es presentarte una historia limpia, sin los trucos con que los escritores profesionales suelen escribir sus cartas.

Yo sostengo la opinión de que las personas, en su jornada de sufrimiento, sufren porque perciben con la nitidez de los dioses lo que les ocurre y ocurrirá. Son estados de conciencia en los que uno no está viviendo sino que, se contempla a sí mismo. Se trata de un distanciamiento que podría ser un privilegio o una maldición; es nuestra alma contemplando a nuestro cuerpo. Este divorcio produce el más espantoso de los dolores, porque hemos fallecido como materia y nuestro cuerpo continúa vivo. Pero lo más interesante es que el alma, distanciada del caracol de la carne, flota en un vacío que sólo los dioses pueden soportar las personas cuya alma nunca alcanzó a separarse del cuerpo, jamás conocerán el dolor verdadero.

Quizás el descubrimiento de que mi persona no le importe a nadie me ha hecho tejer una explicación fantástica del Universo donde yo, por supuesto, ocuparé algún lugar importante. A veces me he regalado la explicación de que mi fantástica participación en esta vida la he fabricado para cuando mi etapa de Eros termine y la noche de cada noche pierda su significado misterioso, y entonces no tenga que utilizar la imagen de un Padre en el estado totalitarista. O quizás el asunto se deba a una incapacidad mía de sentir amor por los demás; una suerte de inverosimilitud en los seres reales que ya nunca más podrá compartirse con la verosimilitud que me ofreció en la infancia Robinson Crusoe.

A lo largo de la existencia, y en relación con la cultura que haya podido acumular he utilizado para mi consumo personal la metáfora que mejor me explicara los giros del destino. Muchos actos de mi vida los he justificado con el convencimiento de que no soy yo quien prepara, en algunos casos, las causas que me conducen a un efecto. Y he resuelto el misterio de los acontecimientos atribuyendo algunas acciones de mi vida a una decisión ajena a mi propia voluntad. Yo, que pretendo escribir y pensar no me responsabilizo con la mayor parte de mi vida. Y cuando se ha tratado de hechos desconcertantes, me he dicho que tal o mas cual cosa ha ocurrido por la voluntad de los dioses. Esta metáfora me ha permitido respetar a las religiones y a los núcleos de poder; pues finalmente desconozco si alguno de esos acontecimientos son decretados allá en el Cielo o aquí en la Tierra.

Antes de proseguir, querido hermano Leandro, quisiera acotar que el Informe sobre ciegos, de Ernesto Sábato, más que mera literatura, ha tenido para mí un alcance tan serio que no me equivocaría si dijera que en él está implícitamente planteado el destino futuro de la Humanidad: NO EXISTE LA CASUALIDAD; y por lo mismo, o todos nos salvamos o todos nos jodemos.

Trabajo me costó comprender que mi conocimiento es una cárcel. Hoy sólo deseo cambiar de cárcel. Ser diferente, otro. Sólo las personas mediocres viven una existencia sin enterarse de que son prisioneros mentales.

Goethe pasó gran parte de su vida leyendo, pensando y escribiendo. Sólo para formular una pregunta única que le hubiera bastado para entrar en la Historia: ¿Es el hombre quien condiciona sus circunstancias, o son las circunstancias las que condicionan al hombre? Algunos hechos aparentemente casuales me sugerían prestar atención a los ‘acontecimientos poco probables’ que, de repente y como si mis actos estuvieran en un guión, sucedían independientes a mi decisión personal. Entonces no decía que tales casualidades eran las leyes matemáticas de una Mente Cósmica; y lo que para algunos suelen ser milagros o verdaderas desgracias, para el espacio profundo es el puro Caos que trabaja con una lógica a la cual la mente humana tiene el acceso prohibido.

Ahora soy capaz de recordar que mis estados de conformidad significaban una mente bajo el control de las circunstancias. Por ejemplo: un estado de sufrimiento podía ser una pequeña hendija para mirar lo real. Entonces el mecanismo de mi conciencia buscaba placer para anular esa mirada. Hay que reconocer que mirar lo Real sin Ayuda puede ocasionar la muerte o la locura.

Durante mi juventud había disfrutado –fuese ilusión o realidad- de independencia total. El mejor ejemplo para ilustrar lo que quiero significarte es que en los momentos de cometer ‘un pecado’, mi crimen espiritual quedaba impune. Si yo no habría la boca, ni el propio Dios, ocupado en la administración de su vasto Universo, tendría interés y tiempo de ocuparse de algo tan insignificante como mi persona. Eran los tiempos en que la zona más vulnerable de mi cuerpo era la cara. De algún modo debía proteger mi alma y lo hacía en momentos de inopia de la voluntad, utilizando gafas de cristales oscuros. Por lo demás estaba convencido de pasar inadvertido. Era como si dispusiera de la facultad de convertirme en un hombre invisible. De ahí mi pasión por las ciudades cosmopolitas donde nadie te conoce. Y por el contrario, mi rechazo a los barrios donde, a fuerza de que los lugareños te observan cada día, se llega a formular una opinión de tu persona como si te llevaran un expediente policiaco…(continuará).

jueves, 20 de marzo de 2008

Editorial Nro 13


APLP está de pláceme y Prolibertadprensa también. El Salón Abraham Lincoln del Centro de Recursos Informativos (CRI) de SINA (Sección de Intereses de Norteamérica) en La Habana decidió permitir el uso de CD y memorias flash en sus máquinas. Los que acceden a Internet sin censura desde estos salones, tendrán la oportunidad para sesiones más productivas y enriquecedoras. Crucemos los dedos y apostemos porque esta no sea la última mejora. Hemos sabido que SINA instrumentó un conjunto de medidas que marchan de forma paralela a los recientemente autorizados recursos usb. Algunos consideran que son un tanto exageradas. Esto contrasta con la atmósfera de solidaria bienvenida lograda por las sedes diplomáticas europeas que prestan servicios similares. No hay que exagerar, ‘A Dios lo que es de Dios; Al G2 lo del G2’

Prolibertadprensa felicita al honorable Michael Parmly y a su eficiente staff, por mirar Cuba adentro y tomar la decisión correcta. Ahora sólo queda revisar a fondo cuantos profesionales honestos y competentes de la Prensa Independiente de Cuba, permanecen vetados de acceso a estos salones, revisar algunas medidas y por supuesto, rectificar. Esto es propio de sabios y nosotros agregamos: de demócratas francos y desprejuiciados.

APLP recibió las nominaciones hechas por los principales actores de la política y la Sociedad Civil, Cuba adentro, para el Premio Por La Libertad de Expresión, que otorga la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) en su edición 2008. Cada nominación está fundamentada en la madurez política y la profunda honestidad, que caracteriza a estos factores. Son sus proposiciones.

Las mismas, serán trasladadas a SIP a través del representante de APLP en el exterior.

APLP saluda la reciente firma de protocolos con la Organización de Naciones Unidas (ONU) por parte del gobierno cubano. APLP aunque no confía para nada en las autoridades de la Isla, espera que el gobierno de la familia Castro honre los compromisos contraídos.

Se trata de pactos sobre Derechos Sociales, Políticos, Culturales y Económicos. Como condición necesaria resultante del cumplimiento de los compromisos contraídos, esperamos la inmediata liberación de nuestros colegas encarcelados y del resto de los prisioneros políticos. En fin, de todos los que agonizan en el GULAG organizado por la dictadura militar totalitaria de izquierda de la familia Castro.
El Equipo de Realización


POLÍTICA, Con el cetro bajo la almohada, Odelín Alfonso Torna



“Los cargos como cargos no me importan, los honores como honores no me importan”. Palabras de Fidel Castro en su discurso del 16 de febrero de 1959, en la toma de posesión como primer ministro.

49 años después, el ahora articulista, compañero o soldado de las ideas, Fidel Castro, abandona el poder. El 17 de diciembre de 2007, el propio comandante Fidel expresó: “Mi deber elemental no es aferrarme a cargos, ni mucho menos obstruir el paso a personas más jóvenes…”

Y ya vimos que no fue así. Es una lastima que la Asamblea Nacional del Poder Popular no supo, o no pudo, barajar bien sus cartas el pasado 24 de febrero.

El verdadero contrapunteo sobre el mensaje del comandante en jefe, el pasado día 19 de febrero, gira entre los que dicen que renuncia como presidente vitalicio y los que no se acostumbran a la idea.

Para la periodista Arleen Rodríguez Derivet, vocera habitual de la Mesa Redonda dice, “Fidel no renuncia como anunciaron los titulares en muchos medios de comunicación”. Agrega que el máximo líder solo “renunció a la comodidad y a los lujos”.

El teólogo e intelectual brasileño Frei Betto, entrevistado por la periodista Irma Shelton, del Sistema Informativo de la Televisión Cubana expresó: “Fidel renuncia a sus funciones para cuidar mejor de su salud”.

Otra de las opiniones desfavorables a la de Arleen Rodríguez es la del Ministro de Relaciones Exteriores de Nicaragua, Samuel Santos, quien plantea que “Fidel ha sido un hombre gigante y renuncia como un gigante”.

“Fidel no renuncia ni abandona nada”, expresó el presidente de Venezuela Hugo Chávez, el párvulo revolucionario más apegado al ex presidente cubano.

Desde mi óptica me pregunto, ¿Qué significado tiene no aspirar, o no aceptar, el cargo de Presidente del Consejo de Estado el pasado 24 de febrero?

Sea lo que sea, cocínese o cómase crudo, la vida en la isla seguirá igual o peor. La diana sonará para los revolucionarios y la tonfa para los que disienten. La vieja oligarquía ya tiene todas sus asignaturas aprobadas y sabe de antemano como barajar en el poder.

Mientras no aparezcan nuevos revolucionarios que logren embestir al viejo aparato de gobierno, da lo mismo que lo de Fidel sea renuncia o peritaje médico.

Ya el comandante anunció que seguirá escribiendo bajo el título “Reflexiones del Compañero Fidel”.

Entonces esperemos que el soldado de las ideas siga denunciando, con sus dotes de embelequero o chanchullero, como lo hace desde hace cinco décadas.

Los textos de Fidel vienen zigzagueando en su propia historia revolucionaria desde 1957. Publicó artículos de denuncia contra los gobiernos de turno en el periódico La Calle, el periódico Alerta y en la revista Bohemia.

Ya lo dijo la Presidenta de las Madres de la Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini: “Seguiremos leyendo lo que el escribe. Siempre es para el conocimiento como el alimento de cada uno de nosotros que nos sentimos revolucionarios”

Acostumbrarse a la idea llevará tiempo. Fidel convalece con el cetro bajo la almohada y al mismo tiempo lee incesantemente cables de noticias que le reportarán al menos tres o cuatro reflexiones por semana. Ver para creer.

Quizás yo reflexione algún día y me dedique a publicar cuatro o cinco partes ininterrumpidas de un tema. Tal vez escoja “El candidato del Pueblo”. Tendría que duplicar el tiempo de lectura, adentrarme a tiempo completo en el sistema electoral cubano o recopilar incesantemente datos de actualidad. Imposible, mejor renuncio.
Arroyo Naranjo 2008-03-17
odelinalfonso@yahoo.com
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Acerca de Cuba pero no con los cubanos, Luís Cino



Los tanques pensantes de izquierda mundial no se dan tregua en exprimirse los sesos. Cada nueva tarea es más ardua e insólita que la anterior.

Como si no les bastara con armar el esperpento socialista del siglo XXI y probar, tanto la inviabilidad del mercado y la democracia liberal como la vigencia de los desatinos proféticos de Carlos Marx, ahora mismo discuten el futuro del proyecto político cubano después de Fidel Castro.

Interesante cuestión. El único problema es que a los principales interesados en el asunto, los cubanos sin voz ni otro voto que no sea el voto unido, nos ocurre como a Isabelita, mi novia de la escuela primaria. Isabelita era mi novia, pero nunca se enteró porque sólo yo lo sabía.

La inmensa mayoría de los cubanos no tienen el placer de leer Rebelión, La Jornada o InSurGente. De no ser por alguna que otra mención de los panelistas de la Mesa Redonda, los menos informados, que son muchos, ni siquiera saben de la existencia de dichos medios. Ellos no leen diarios extranjeros, no tienen computadoras, acceso a Internet ni dinero para pagarlo.

Por todo ello, los cubanos no se han enterado todavía del hecho de que ilustres pensadores de la izquierda mundial discuten alegre y ojalateramente sobre su futuro.

El asunto es nuestro, pero no es con nosotros. Los cubanos seguimos como la mujer de Lot y no precisamente por mirar atrás.

Ajenos a las estatuas de sal y los convidados de piedra, Belén Gopegui, Ignacio Ramonet, Heinz Dieterich, Pascual Serrano, Salim Lamrani y otros renombrados sesudos opinan sobre Cuba que dan gusto, sin que nadie haya pedido su opinión.

El discurso del Máximo Líder en el Aula Magna de la Universidad de La Habana en diciembre de 2005, disparó sus alucinaciones de cubanólogos de mano zurda. Cuando más emocionados estaban con sus teorías, entonces se fue Fidel Castro. Ahora apuestan por la sucesión exitosa y la dictadura eterna.

Es conmovedora su cándida y siempre fidelísima confianza en los dogmas teologales de lo que siguen denominando la Revolución Cubana. Lástima que sus interesantes e interesados criterios no se sustenten en informaciones reales que se aparten unos milímetros de los teoremas de Felipe Pérez Roque y Ricardo Alarcón.

De Cuba, los ciber pensadores conocen sólo unos metros más allá del Palacio de las Convenciones, la Feria del Libro y las arenas de Varadero. Desde su solidario confort, atestiguan que la sucesión funciona y que en Cuba reina la normalidad más absoluta.

El verdadero debate sobre el futuro de Cuba, el que sostienen angustiados cada día los cubanos en las colas, las atestadas paradas de ómnibus o en sus casas, no les interesa. No es exactamente lo que desean escuchar.

Prefieren esperar pacientemente por las primeras señales de la revolución dentro de la revolución. Tratan de descifrarlas en los laberintos de la prensa oficial, las Reflexiones del Compañero Fidel, los discursos de Raúl Castro, Machado Ventura o lo que diga algún intelectual rehabilitado, con premio y sin telarañas.

Para ellos es válida la Constitución Socialista de 1976, disponible sólo para turistas puntillosos en tiendas recaudadoras de divisas. Tan válido como el monocorde Parlamento cubano que decretó por los legisladores del futuro el congelamiento irreversible de la momia socialista vestida de verde olivo.

Para los pensadores zurdos que elucubran el perenne futuro de Cuba por los mares de locura del socialismo democrático, no es relevante que el Poder sea tan a título personal que el Comandante ofreció entregarlo en bandeja de plata a sus enemigos si la revista Forbes encontraba una cuenta bancaria a su nombre. Luego, lo cedió por enfermedad a su sucesor dinástico.

Los tanques pensantes del marxismo redivivo sólo atinaron a aplaudir sobrecogidos ante la casi divina abdicación. Ahora aguzan sus oídos intentando escuchar la voz tras el telón.

La música más grata a los oídos de los pensadores de izquierda que pretenden tejer nuestro mañana, no importa que desafine, es la de Pepe Tambores. Lo de relevos generacionales, constitucionalismos, parlamentos obreros y democracia socialista, no se lo cree ni Ignacio Ramonet. Y eso es mucho decir.
Arroyo Naranjo, 2008-03-16
luicino2004@yahoo.com
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Monarquía constitucional, Juan González Febles



La madrugada del martes 19 de febrero fue azarosa para muchos actores políticos en Cuba. Fueron despertados de madrugada por periodistas de todas partes del mundo. Los profesionales estaban ávidos de saber la reacción interna de Cuba ante el extraño anuncio hecho en la madrugada. La gran noticia fue la negativa del Comandante Fidel Castro, a ser nominado para un nuevo periodo como presidente de los Consejos de Estado y de Ministros.

Contrasta el interés internacional por la nueva, con la pasividad con que el siempre apasionado pueblo de Cuba tomó la situación.

-¡Aquí nadie se tragó eso! –Me explica uno de mis vecinos- Tiene que haber alguna trampa. Veremos…-dice para concluir.

Haciendo unas cuantas preguntas por el barrio, un borrachín me explicó con su sabiduría de cantina la solución para el problema político cubano. Me dijo: “Que se corone y ya”. Ante mi incomprensión, el borrachín me dijo: “La solución de ‘esto’ es la Monarquía constitucional”. Me percaté que tenía razón.

Imagínenlo: Fidel I, el Rey del archipiélago cubano. Su esposa sería la reina Dalia. Sus hijos príncipes herederos y las esposas y esposos de los príncipes y princesas, príncipes o princesas consortes.

El Presidente Raúl, sería algo así como un regente, primer archiduque de la Casa Real. No tendría que dar cuentas por la leche que no ha dado ni dará. La transición monárquica sería menos traumática que aquel doloroso tránsito a la ‘Sociedad sin Clases’ o la construcción de un socialismo que nunca se construyó. También podría ser un paliativo para tanta gente clamando por democracia.

Ellos (los molestos disidentes y el pueblo) tendrían su democracia y la élite continuidad, con democracia incluida. Hay que pensar en los disidentes que se conviertan en republicanos, sólo por llevar la contraria. Pero bueno, ¡que se va a hacer!

En Cuba podríamos tener una monarquía tan chic como la española, la inglesa o la holandesa. Hasta una princesa simpática, protectora real de las mujeres, amiga de los gays, y benefactora de mascotas y otros animales domésticos. Dotada además de carisma y comprensión hacia lo diferente. La princesa Mariela daría el toque cosmopolita y el glamour necesarios para los exigentes medios de prensa internacionales.

Seríamos el “Reino de las Antillas Mayores de la Isla Grande de Cuba y la Isla Juvenil de los Pinos de Castro”. Un nombre neutro con matices histórico-geográficos que no irritarían a nadie. En vez de ‘Comandantes de la Revolución’, serían ‘Condes de la Casa Cuba’. Nadie se metería con ellos, porque caballeros, un conde es un conde. Conservarían cada uno de sus privilegios, nadie les disputaría nada.

El príncipe heredero y futuro rey podría ser el que designe el monarca en funciones entre sus hijos reconocidos, todos príncipes herederos. Como se trataría de una monarquía constitucional, el gobierno sería cosa de plebeyos, los antiguos miembros de la nomenklatura, devenidos nobles auténticos de una hipotética aristocracia verdeolivo, consagrados sus gallos, su whisky, o su ron. Sin echar a perder la economía o cualquier otra cosa.

Dejarían de ser proscritos y advenedizos arios verdeolivo. Con la nueva onda, serían más o menos aceptados. Se convertirían en algo así como el mal menor en una monarquía, más o menos democrática, los parásitos que todo el mundo acepta. Esta sería la solución perfecta, el punto final cubano.

También se contemplaría la posibilidad de comprar títulos nobiliarios. La instalación de una Casa Real para la Heráldica criolla a cargo de (quien si no) el ilustrado Historiador de La Habana, el futuro Duque Leal. Nos referimos a Eusebio Leal Spengler.

La adquisición de títulos nobiliarios, podría abrirse de inicio para los que disfrutan de PRE (Permiso de Residencia en el Exterior) e incluso para turistas de mochila que se convertirían en nobles, digamos por una módica suma. Sería una vía excelente para tender puentes y acopiar divisas convertibles. Entre gente ‘noble’, todo será diferente. Más adelante, se podría pensar en eliminar diferencias de esa índole. Nos referimos a tarjetas blancas y todo lo que aparte a la monarquía criolla, de sus contrapartidas europeas. Los nobles por compra, podrían ser tan nobles, como los de sangre. Ese sería uno de los puentes que los arios verdeolivo tenderían a sus archi- enemigos de la derecha miamense. Comprarían sus títulos nobiliarios y se reconciliarían con el pasado. Esta sería una auténtica conquista y además, una ganga.

El día de la coronación, el Compañero Fidel o su hijo mayor, (al que le tocó le tocó) marcharían al trono de la mano del Cardenal Ortega o del enviado designado por el Vaticano. Fidel I o Fidel II, darían inicio a una nueva etapa histórica. ¡Imaginen a Marta Beatriz Roque, a Vladimiro Roca o a Oswaldo Payá, en la entrega al Rey en las Cortes, del proyecto de gabinete! Bajo la mirada complaciente de los Marqueses de la Casa Furry y los Caballeros Montados de la Real y Fraterna Pateadura Amorosa. También, en un modesto segundo plano, los Galleros Reales y los Mariscales del África de las Reales Fuerzas Armadas… ¿Revolucionarias?

Quizás la monarquía sea la solución para la élite gobernante actual. La democracia republicana pediría cuentas y eliminaría privilegios. ¡Impensable!
Lawton, 07/03/2008
jgonzafeb@yahoo.com
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Un asunto poco edificante, José A. Fornaris


El número de oposicionistas, disidentes y periodistas independientes que tiene prohibida la entrada a la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana es de unos cuarenta.

La cifra de periodistas está reflejada en una especie de lista negra que tienen los custodios cubanos –empleados de CUBALSE, entidad dependiente del Consejo de Estado- y limita el acceso a esa sede diplomática a catorce de ellos.

Algunos pensamos, que como no se ha dicho a nadie los motivos de la negación de entrada, cuando el Sr. James Cason dejara de dirigir la misión diplomática estadounidense en Cuba, terminaría esta situación.

Cason parece que quedó muy sensible tras el llamado “Taller de Periodismo” realizado en su residencia y que, con el destape de algunos topos, pudo comprobarse había organizado la Seguridad del Estado.

Pero la situación no llegó a su fin con la llegada del actual Jefe de la Sección de Intereses. Todo se mantiene más o menos igual. Con el excelentísimo Michael Parmly, dos de los periodistas “parametrados”, volvieron a tener acceso a la sede estadounidense. No obstante, a otras dos colegas, Tania Díaz Castro y Ana Leonor Díaz Pérez, les fue vetada la entrada a esa embajada.

En Cuba vivimos bajo un régimen policíaco. Siempre se ha visto a los gobiernos de Estados Unidos como amigos de los que intramuros desean la democracia en la isla. La lectura que por regla general se hace en un ambiente como el cubano de una lista negra en la Sección de Intereses es sin tener siquiera en cuenta signos ortográficos.

Por ejemplo, un colega que ya se encuentra residiendo en Miami le aconsejó a un amigo común que no se relacionara con los que tienen prohibida la entrada a esa legación porque seguramente eran de la Seguridad del Estado. Unos días después, al amigo “alertado” también le prohibieron la entrada a la Sección de Intereses.

Para nadie es un secreto que la comunidad de inteligencia en Cuba ocupa bastante espacio. Lo cual no quiere decir que los que están en la mencionada lista, formen parte de esa comunidad.

Curiosamente, los principales topos que se prestaron a declarar contra algunos de los acusados en la ola represiva de marzo de 2003, mantenían una óptima relación con funcionarios de esa Sección de Intereses. Además, no cabe la menor duda que esa sede diplomática nunca le hubiera negado la entrada a Ana Belén Montes.

Abraham Lincoln dijo en cierta ocasión que la misión de Estados Unidos es la de elevar a los hombres, no degradarlos. A su vez muchas personas en Cuba ven a Estados Unidos como sitio de justicia, eso lógicamente, hace que se valore a su representación diplomática dentro en esos mismos términos y no actuando con métodos similares a los del régimen de La Habana.

El deseo no es que se vuelva a permitir la entrada a estas personas, las que en su mayoría acudían al Centro de Recursos Informáticos –a ese sede diplomática, en definitiva, los cubanos que no entran son millones-, lo que se quiere es que se explique los motivos y se quite sus nombres de esa lista.

Mientras eso no ocurra, tenemos el derecho de continuar la insistencia sobre ese asunto que se ha tornado en algo poco edificante en ambas direcciones. Fundamentalmente para esos que están obligados, porque Dios les ha dado la bendición de La libertad, a ser humildes.
Managua, La Habana, 17/03/2008
fornarisjo@yahoo.com
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SOCIEDAD, Yo la prefiero verde, Guillermo Fariñas Hernández




Los alcohólicos de Santa Clara están desesperados desde que comenzó el primer día del mes de febrero del 2008. De pronto, una botella de ron sellada de 750 mililitros tiene un costo 80 pesos cubanos y no los 60 en moneda nacional que hasta hace solo unos días valía. Todo aquello quedó en la bruma del olvido.
Ahora ser borracho en Cuba, nos cuesta algo más caro, nos comenta colérico el ex –combatiente internacionalista en Angola; Bárbaro Fraga Rodríguez. Si la cuestión quedara en los costos oficiales, a mis colegas los alcohólicos y a mi, no nos importaría tanto. Pero es que los precios de los rones clandestinos, a su vez, subieron.
Antes, una caneca de las bebidas etílicas de manufactura ilegal conocidas popularmente como “Chispa de Tren”, “Espérame en el Piso”, “Patas Arribas”, “De Costado”, “De pronto Horizontal”, “Ley de la Inercia” y muchos otros nombres, costaba 10 pesos moneda nacional. Hoy ya se venden a 18 billetes cubanos.
Algunos especialistas en psicología como el Licenciado Carlos Pérez, quien fue consultado por colaboradores de este redactor, no ven la solución en quitarles a los adictos, creándoles precariedad para acceder a esos rones. La historia psicoterapéutica demuestra que esta adicción no se combate con supresión.
Comentó otro de los encargados de la salud mental de los santaclareños, el también Doctor en Ciencias Psicológicas, Roberto Cartaya, que en la bibliografía consultada se recogen inventos inverosímiles de los alcohólicos precisados a beber para saciar sus necesidades psíquico-somáticas.
Con la aplicación de las Resoluciones 5 y 6 del Ministro del Comercio Interior, se elevan los precios minoristas de varios productos de consumo, entre estos los importes de las bebidas alcohólicas. Los bebedores le han encontrado una rápida solución.
Consiste en levantarse muy temprano e ir hacia distintos departamentos ubicados en hospitales y policlínicas de la ciudad de Marta Abreu. Ya allí, plantean dolencias y lesiones reales que ha dejado en su epidermis el mal hábito de degustar en demasía unos de los líquidos preferidos del mitológico dios romano Baco.
Estos establecimientos de salud surgieron en la capital de la provincia Villa Clara, como en toda Cuba, en pleno auge de la crisis económica de la década de los años 90, conocido eufemísticamente como Periodo Especial. Fue en ese momento, cuando surgió la salvación frente a la carestía de medicamentos.
Los que viven en esta isla del mar Caribe, los conocen muy bien. Estamos refiriéndonos a los Dispensarios de Medicina Verde. En estos se recetan miles de soluciones diarias, todas a ser compradas en las distintas farmacias del Sistema Nacional de Salud.
Salvo raras excepciones, todos estos remedios de la milenaria y ancestral cultura china se expenden en frascos de cristal en soluciones químicas de alcohol de 90 grados. Y los dolidos “curdas”, término popular más cotidiano entre los nacionales, botan los vegetales curativos y se toman el líquido.
Pedro Feijoo Almaral, un bebedor empedernido y ex – militante del Partido Socialista Popular, caído en desgracia en 1968, durante la depuración denominada “La Microfracción”, nos confesó risueño: “Verdad que la bebida la bebo con un color verdoso oscuro, pero me emborracha igual, así que yo la prefiero verde.
Villa Clara, 17/03/2008
cocofari62@yahoo.com
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