Octubre se presenta en el 2007 como el mes de más precipitaciones. Las represas en el oriente del país están al tope de su capacidad.
Al margen de las bajas tropicales, un desborde de misticismo satura la imagen del Che en el 40 aniversario de su muerte en Bolivia.
Ana Maria es una colegiala de 9 años que cursa el cuarto grado en la escuela Armando Parra, del municipio capitalino de Arroyo Naranjo. La alumna percibe una atmósfera que exacerba la figura de Ernesto Che Guevara en el marco de una jornada que hasta entonces creyó compartida con el señor de la vanguardia, Camilo Cienfuegos.
Cuba es la verdadera cátedra del protagonismo. ¿Dónde si no se graduó de multifacético Ernesto Guevara de
El argentino llegó a
Una revolución como la cubana se deleita fabricando moldes ideológicos que reproducen, en demasía, al hombre nuevo (niños que llegan a la adolescencia y se les olvida aquello de, “seremos como el Che”).
¿Por que y para que rememorar el episodio de Camilo Cienfuegos? No es, ni fue, de la simpatía del presidente interino Raúl Castro.
El héroe de Yaguajay no cuenta con dudosas osamentas ni monumentos expuestos al mercado de divisas. No es un guerrillero de boutique que se prostituye en moneda dura, sobre las serigrafías reproducidas en afiches, artesanías o prendas de vestir.
Para Camilo, este año, baja estima como la de octubre de 1959, pésimas inclemencias del tiempo y un Che que se impone. Sobre su jornada, observo que se limitará al 28 de octubre. La adornarán con príncipes y gladiolos que se verterán en litorales, ríos o represas, da igual.
Camilo Cienfuegos, hombre de pueblo, “el señor de la vanguardia”, a quien rodea un enjambre de versiones especulativas sobre su misteriosa desaparición.
No sé si será más lícito culpar a los embriones del comunismo en la naciente revolución cubana, o al mal tiempo. Cualquiera que sea, le jugó una mala pasada al hombre del sombrero alón. No quiero reciclar dudas o certezas, que rebotan de un lado a otro del estrecho, en torno a su perdida.
A la hora de sentenciar las historias sobre la pérdida de Camilo, comenzaría por la más exitosa y metódica, a la que Ana y sus compañeros de aula seguramente formatean, una y otra vez, como la única creíble.
Me refiero a la de un impredecible evento atmosférico que devoró a la avioneta Cessna donde viajaban Camilo y el teniente Fariñas, supuestamente hacia
Camilo quedó atrapado en un triangulo que pudiera presentarse como amoroso, conspirativo o con tanto misterio y magnetismo como el de las Bermudas.
Yo no tengo la respuesta sobre su desaparición. Tampoco puedo responderle a Ana Maria por que anda tan rezagado en su jornada compartida con el Che, del 8 al 28 de octubre.
Ana Maria no quiso quedarse con la duda por dentro y preguntó a la maestra, ¿profesora, por qué no se menciona a Camilo Cienfuegos?
“Este año la jornada está dedicada al Che” responde la maestra emergente.
Para acaparar jornadas patrióticas, más vale que los próceres cubanos tengan su inscripción de nacimiento en Argentina o Venezuela. Es raro que un revolucionario con sombrero de alón y oriundo de Lawton, pueda ser poeta, fotógrafo, ajedrecista o asmático crónico.
Después de todo, me da por pensar que la boina se quedó en Bolivia y el sombrero de alón, descansa sobre los pantanos de
Arroyo Naranjo, 2007-10-17
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