jueves, 29 de noviembre de 2007

No le robamos a nadie, Laritza Diversent Cámbara



¿Cual es el motivo por el que hoy el pueblo de Cuba vive al margen de las regulaciones normativas del sistema legal y las relaciones estatales para satisfacer sus necesidades; si el Estado Cubano es responsable de garantizar las mismas?

A eso se comprometió el gobierno de Castro cuando instauró en el país el sistema socialista, con la hegemonía de la propiedad estatal en la economía nacional. Esto es lo mismo que decir, la implantación de un recio capitalismo de estado.

La población Cubana aceptó la prohibición de la iniciativa económica individual. Se conformó con la reducción mínima de sus espacios sociopolíticos y la limitación máxima de sus derechos y libertades fundamentales. Todo, para lograr que un intrigante “estado de las mayorías” realizara sus funciones y lograra el bienestar de toda la sociedad.

Fue por este motivo que depositamos nuestra soberanía y voluntad en los órganos del poder político. Hasta hoy, este poder, solo ha sabido representar y expresar la voluntad e intereses de un puñado que intenta mantenerse gobernando cueste lo que cueste.

48 años de socialismo en Cuba han demostrado la incapacidad del Gobierno Castrista para administrar la propiedad estatal, así como la economía del país. En todo este tiempo solo hemos experimentado hambre y miseria. La situación nos ha obligado a disponer individualmente de los recursos y bienes estatales para satisfacer nuestras más apremiantes necesidades.

Sin embargo muchos consideran estas apropiaciones individuales como robo, debido a la ausencia de sentimiento de pertenencia con respecto a la propiedad estatal. No consideran estos bienes como propios, porque ven al estado como dueño absoluto y no como administrador. Puede entenderse como un ente superior con intereses opuestos a los de ellos, que todo lo tienen. Incluso, identificarían a Castro, como el propietario de los recursos estatales, pues al igual que un monarca, él es el estado.

No es correcto que la población se apropie y disponga individualmente de estos bienes. Según el Articulo 14 de la Constitución Cubana, el titular es el pueblo, considerado como sujeto colectivo en el que se integran los ciudadanos.

Tampoco considero ilegítimas estas apropiaciones, aunque se desarrollen independientemente de las regulaciones jurídicas vigentes.

El hurto es la sustracción de bienes de ajena pertenencia. Nosotros estamos considerados constitucionalmente como dueños absolutos. Si los recursos conforman el patrimonio estatal, entonces, no le robamos a nadie.

El ejercicio individual de este legítimo derecho ha traído como consecuencia que la economía se afecte. También se afectan las funciones de nuestro ordenamiento jurídico nacional, de proteger el orden económico y la propiedad que lo sustenta. Tampoco se ha logrado el respeto y estricta observancia de las normas del sistema legal por los ciudadanos. No han podido regular las conductas y relaciones sociales que se desarrollan y tienen lugar en nuestra sociedad.

Cierto es, que no hemos tenido más remedio u opciones para sobrevivir. No solo a la permanente crisis económica, sino también a la ineficiencia e inviabilidad del sistema socialista impuesto.

Por otra parte, nuestros diputados nacionales o legisladores convenientemente olvidaron regular constitucional y legalmente las facultades que integran el derecho de propiedad, fundamento que recae sobre los bienes estatales.

Como dije anteriormente, el Articulo 14 de la Constitución Cubana, es solo un reconocimiento formal o nominal. Obviamente, al no desarrollarse en una ley de menor jerarquía no es aplicable en la práctica.

Por tanto, realmente no podemos ejercitar este derecho ni colectiva, ni individualmente en virtud del sistema legal. No tenemos más opción que ignorar las leyes y disponer de los bienes que son propios. Es la única formula que satisface, a medias, nuestras necesidades.

Arroyo Naranjo, 2007-06-14

No hay comentarios: