jueves, 3 de septiembre de 2009

LAS CULPAS NO CAEN AL SUELO, Laritza Diversent


El Calvario, La Habana, 3 de septiembre de 2009, (SDP) Pago el servicio social como egresada universitaria en un Registro de la Propiedad, institución estatal a cargo del Ministerio de Justicia, que resguarda el tráfico jurídico inmobiliario.

Hace aproximadamente un mes, llegó al ministerio el último de cuatro anónimos que acusaba a los registradores y especialistas de Ciudad de la Habana de corruptos. Se inició una investigación. Hubo reuniones y entrevistas personalizadas con los trabajadores.

El asunto incluso llegó al plano político. Salió a relucir el enemigo eterno. El imperio norteamericano nuevamente ataca, ahora con anónimos, para dividir nuestras filas. Incluso plantearon la idea de que “la mafia de Miami” forma un nuevo registro de la propiedad con las certificaciones emitidas por las instituciones en Cuba. Aquello parecía una indirecta directa. Mis superiores saben que soy periodista independiente.

Aun insisten en hacernos sentir el ombligo del mundo, la manzana prohibida del país más poderoso del orbe. Me surge la duda: ¿realmente los dirigentes de este país creen que somos un tema prioritario en la agenda norteamericana?

En la investigación, preguntaron a los trabajadores cuales eran las aéreas de mayor riesgo para propiciar la corrupción. Como siempre, la manía de no tocar el fondo del asunto. Las ilegalidades se acabarán en este país, cuando el trabajador no tenga necesidad de recurrir a la comisión de delitos para obtener ingresos y satisfacer sus necesidades individuales. ¿Será que el imperio también tiene la culpa de esto?

Como dice mi abuela: “las culpas nunca caen al suelo”. Si no existiera el bloqueo, otro gallo cantaría. Por eso en mi centro han robado cinco veces en tres años. Las dos últimas, en el mes que acaba de finalizar, después que cambiaran la marquetería de madera por la de aluminio. El ladrón se lleva de a poco, las puertas y ventanas. Tal vez lo mandaron los yanquis, en su afán de destruir la revolución.

Lo cierto es que los platos rotos los pagamos nosotros, los trabajadores. Malditos yanquis, por su culpa tenemos una jornada de ocho horas, sin almuerzo, un horario extendido, dos días a la semana (de 8:00 am a 7:00 pm), en las mismas condiciones. Y para protegernos de agresiones, el deber de cuidar los bienes estatales, porque son de todo el pueblo.

“La responsabilidad es de todos”, afirmó la Directora Provincial de Justicia, “no es solo pedir al Estado, también hay que darle”, reafirmó. Si no aparece una persona dispuesta a ocupar la plaza de custodio en mi centro de trabajo, comenzarán las guardias obreras. Cuanta maldad, ¿esto también se planifica en el imperio?

Otra manía más de esta revolución: exigir sacrificios. No importan los problemas personales, hay que ofrendarse en pos del bien común. Lo malo del caso es que llevamos cincuenta años esperando los resultados.

Eso también es culpa del imperialismo. Él es responsable de los anónimos, la corrupción, las ilegalidades, robos al Estado y las miserias que pasamos los cubanos. Todo es minuciosamente preparado en las entrañas del monstruo. El gobierno norteamericano no duerme pensando en nosotros.

El día que la dirigencia histórica cese de buscar un culpable por sus errores y deje tranquilo al enemigo eterno, vendrán los cambios a Cuba. Para esto es necesario dejen de verse como el ombligo del mundo y la manzana apetecible de Adán, y piensen más en las necesidades humanas de los cubanos.
laritzadiversent@hotmail.com

2 comentarios:

Maria dijo...

Para eso hace falta mucha gente íntegra y valiente como tú y tus compañeros periodistas, querida Laritza. Tienes razón en que los americanos no pierden el sueño con Cuba (y menos los españoles, cuya prensa no informa ni nos importa que nuestras empresas vayan como buitres a Cuba). Mucho ánimo y a seguir.Un beso,
María Benjumea. Sevilla.

Unknown dijo...

Es toda una realidad,y lo más que me mortifica es que te exigen que creas en toda esta falsa, como si uno fuera anormal,ya basta de mentiras, y engaños, en tantos años de gobierno no han hecho nada para mejorar la situación que ha vivido el pueblo cubano, solo se han preocupado por vivir bien ellos, nada les importa los padecimientos de la población, pero algún día tendrán que rendir cuentas, y creo que no está tan lejos ese día, siempre que existan personas como tú, Yoani y otros muchos que le desmantelen sus mentiras y se opongan a las injusticias,un saludo solidario y mi total apoyo a esa causa que tambien es la mía aunque esté lejos. Jesús