Esta escalera parece que no se acaba nunca, vamos repitiendo mi esposo y yo mientras subimos y nos detenemos “para mirar por las ventanas”. Permiso puro, le dice un muchachito que sube apurado compitiendo con un amigo.jueves, 21 de febrero de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)

No hay comentarios:
Publicar un comentario