jueves, 14 de febrero de 2008

La buena y la mala suerte, Juan González Febles





La buena y la mala suerte andan repartidas al azar por el mundo. Hasta la justicia, que unos dicen es ciega y yo sé que es sólo tuerta. Como se trata de una Diosa, alterna su defecto entre uno y otro ojo. Como un ejemplo de lo afirmado, ahí tenemos a los adversarios del régimen de la familia Castro en Cuba. ¡Que gente más fatal!

Son tan exquisitamente fatales que una respetable señora de por allá por Miami y muy bien situada por cierto, pretende trasladar el ‘centro’ de la lucha anticastrista hasta Miami. La Sra. no aclaró si en el traslado va incluido Villa Marista con sus segurosos de Lada y Susuki, el Combinado del Este y todos los ‘Kilos’ que se sufren en la Isla de Oriente a Occidente. Todo parece indicar que se trata sólo de los recursos materiales y de los viajes representativos, es decir ‘el dinerito’ de la ayuda y el resto de la pacotilla.

En toda lucha contra un régimen totalitario, alguien debe aportar la cárcel y el sacrificio. Para eso está la gente de Cuba en Cuba: Problema resuelto. La justicia no los ve, o los ve con el ojo derecho tapado. Siempre se pierde.

Otro ilustre perdedor, es Acción Democrática Cubana y su figura central, me refiero a Juan Carlos Acosta. ¡Que tipo más fatal! Apostó por los que en Cuba le hacen oposición a Castro y durante un corto y fructífero periodo, los abasteció bien, muy bien.

Pero lo bueno, como el amor, se acaba. En una oportunidad aciaga y memorable, se ‘equivocó’ con unas latas de cangrejo, unos abrigos y unos chocolates. Compró además una sierra para podar una rama y lo cogió la tuerta, perdón, la justicia.

Se unió la fatalidad de por acá con la de por allá y ya usted sabe: Se acabó todo.

En contraste con lo anterior, hay quien tiene muy buena suerte y hasta a la tuerta de su lado. Miren a esos suertudos de la Universidad Internacional de La Florida (FIU). Desde 1999 reciben más de medio millón de dólares anuales para el desarrollo de programas que ‘ayuden al restablecimiento de la democracia en Cuba’.

Uno de estos programas, dedicado a promover estudios a distancia de periodismo en Cuba, consiguió graduar sólo cuatro de sus matriculados. Dos de ellos, agentes declarados de la policía de Seguridad del Estado, uno exiliado y el que quedó en Cuba, en vías de exilarse. Nueve años y tanto dinero, sólo para eso. ¡Fiuuuu! Que fiasco. Esa gente de veras tiene mucha buena suerte.

Y que me dicen de GAD. Esos también tienen toda la buena suerte del mundo y a la tuerta de su lado. Reciben abundante dinero para enviarlo a Cuba en términos de ayuda. De esto envían una porción insignificante y nadie les pide cuentas sobre el particular. Cubren las formas con esporádicos, selectivos e insuficientes envíos a la Isla. Todos parecen estar muy satisfechos con GAD, fuera de Cuba, por supuesto.

El resto de la buena suerte, se reparte entre el Directorio Democrático, (el mismo de la emisora y los planes para un periódico, dicen frustrados o detenidos) Centro Para una Cuba Libre y otros beneficiarios menores.

La clave de la buena suerte reside en una orden ejecutiva que no se libera y que autorizaría el envío de los fondos destinados a Cuba a sus destinatarios naturales. Así de fácil.

No se puede enviar dinero a la oposición interna, a la prensa independiente, ni a los factores de la Sociedad Civil en ausencia de la orden ejecutiva. Todo parece indicar que el grupo de la buena suerte, no tiene interés en que la bendita orden sea emitida. Se parece al cuento de la buena pipa.
Los líderes de la oposición y otros factores de peso dentro de Cuba se reunieron con un grupo de congresistas cubano-americanos el pasado año 2007. Hasta el momento, no se ha logrado alguna solución constructiva: La orden ejecutiva no se libera y la vida sigue igual. La buena suerte sigue enredada entre las madejas del embargo y la orden que no llega.

Un fuerte consenso sobre la necesidad imperiosa de renunciar a una ayuda hipotética y fantasmagórica toma cuerpo. El cansancio terminará por ganarnos a todos. Veamos que sucede.
Lawton, 10/02/2008
jgonzafeb@yahoo.com
http://prolibertadprensa.blogspot.com/

1 comentario:

Anónimo dijo...

Proverbios 27, 1:
No te sientas seguro del día de mañana, porque no sabes en que parará el de hoy.

Proverbios 28, 15:
Un leon rugiente, un oso hambriento, así es el jefe malo de un pueblo pobre.

El Lawton que yo recuedo, mi Lawton querido, era uno donde los hombres eran hombres y las mujeres bonitas. Parece que el cambio fue degradante y se ha convertido en permanente. Lo único que oigo de allá es una letanía de quejas y reclamaciones por unos dineros que en definitiva llevan el "In god we trust" y el sello del cuño de la maneda de los EE. UU. González Febles vete a llorar a Maternidad Obrera y a quejarte en la 13a. Estación de la Policía Nacional Revolucionaria. Si no quieres hacer lo que sugiero, entonces acuérdate de aquella vieja poesía (si es que la sabes) que dice: "Patria y Libertad esperan, al que queriendo ser hombre, corre a..." Esta lucha para algunos, todavia es algo más que dólares que no llegan y litigios entre chupatintas.