jueves, 24 de abril de 2008

Palacio de los matrimonios de Mayía Rodríguez.


Las bodas son emocionantes. Dos personas eligieron unir “oficialmente” sus vidas y fundar una familia. Parientes y amigos se reúnen a celebrar tan importante evento, la notaria lee algunos artículos del código de familia, risas, besos, alegría, y los buenos deseos de todos los que los aprecian: “Que algún día puedan tener su propia vivienda,
que su salario alcance para alimentar y vestir a sus hijos sin que se vean en la necesidad de robar para ello, que sus hijos reciban la educación que ustedes quieran y no la absurda impuesta por el estado, que puedan planificar el futuro de su familia sin restricciones innecesarias y no tengan que pensar en emigrar para vivir una vida normal”¿Estaré pidiendo algo raro?.
Mejor y más seguro, ¡Que Dios los Bendiga! Y ya.

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