jueves, 24 de abril de 2008

Del Liderato Opositor

ES COPIA FIEL DEL ORIGINAL


La Habana, 28 de febrero de 2007


Estimados Bob, Mel, Ileana, Lincoln, Mario y Albio:

No podemos iniciar esta carta sin expresarles nuestro orgullo por lo que todos ustedes representan. En cada uno de ustedes se percibe una historia común, la de un pueblo obligado a la separación familiar, a la división nacional y a un éxodo forzoso que como gotas de sangre, después de un golpe brutal se ha esparcido por toda la faz de la tierra. Con orgullo podemos decir que lo mejor de ese pueblo en diáspora se ve representado en cada uno de ustedes. Muy de cerca hemos seguido a través de los años el accionar de todos y cada uno, los esfuerzos constantes por defender los intereses de sus respectivos representados, ayudando a desarrollar políticas en defensa de los más necesitados, los pobres, los ancianos y los inmigrantes. Pero a la vez sin olvidar sus raíces y poniendo el nombre del pueblo de Martí en los sitiales más altos de la patria de Lincoln llevando el mensaje de libertad y democracia para Cuba.

En estos momentos cuando la vista del mundo parece por momentos posarse en esta Isla vislumbrando quizás cambios que esperamos pero que no vemos porque se diluyen en un horizonte oscurecido por el continuismo cómplice y fatalista. Es en estos momentos precisos que esta carta que quizás debimos escribir hace ya mucho tiempo, toma cuerpo.

Esta carta tiene la intención respetuosa de conciliar una visión común sobre un asunto que nos compete a todos los que deseamos y trabajamos para alcanzar la democracia en Cuba.

Históricamente la oposición al despotismo de turno en Cuba contó con el exilio político que toda dictadura generó en su tiempo. Durante los últimos 48 años no podríamos hablar de rebeldía y resistencia común contra la injusticia en nuestra patria sin mencionar el apoyo dedicado de los cubanos fuera de Cuba. Y resultó gracias a un cubano ilustre Roberto Menéndez que la solidaridad del pueblo norteamericano se logró expresar en un proyecto de ley cuya intención elogiamos y al que siempre hemos expresado nuestro apoyo y que estamos seguros que sin el apoyo de todos ustedes este proyecto de solidaridad tan necesaria y apreciada habría desaparecido.

Y es sobre este Proyecto que queremos expresar una posición común.

Recientemente un párrafo aparecido en un informe de GAO de 60 páginas hizo alusión a artículos comprados y enviados a Cuba que, según el criterio desconocedor de la realidad cubana, por parte de los auditores representaban gastos excesivos. Dicho párrafo sirvió para que medios de prensa en Estados Unidos, en extraña coincidencia con los intereses del gobierno cubano y sus órganos represivos, pusieran en tela de juicio la credibilidad e integridad de organizaciones y personalidades exiliadas como Juan Carlos Acosta de Acción Democrática Cubana y Frank Hernández Trujillo de Grupo de Apoyo a la Democracia, personas y entidades que desde hace años se han consagrado al envío de ayuda solidaria a la oposición.

A casi dos meses de la publicación del informe y los negativos reportes de prensa se ha creado una cortina de humo tras la cual parecen desaparecer las intenciones mal logradas de un proyecto que debía alimentar al hijo del preso político, auxiliar a la víctima de la represión y alentar y fortalecer la naciente sociedad civil cubana.

Nos vemos en el deber de ofrecerles la verdad desde aquí, la única verdad de una oposición que huye de Cuba por falta de apoyo, de presos políticos que carecen de ayuda, de proyectos que nunca han recibido apoyo y de una creciente falta de confianza entre toda la oposición interna respecto a la posibilidad de que este proyecto de solidaridad pueda enmendarse y enfocarse en sus verdaderas intenciones de apoyo sostenido a la sociedad civil en Cuba.

Durante años y después de escuchar cifras que han servido al gobierno de Cuba para atacarnos y acrecentar la versión internacional de un diferendo entre estados que nubla la verdadera situación de diferendo entre una dictadura y el pueblo, creemos que es hora ya de que compartamos una visión común sobre cuales son las necesidades y planes de la oposición interna.

La ayuda efectiva que durante años ha venido fluyendo a los grupos y activistas de derechos humanos, a los presos políticos y sus familiares y que podemos afirmar que ha ocurrido de forma sistemática y tomando en cuenta toda la variada gama de necesidades, ha sido la que durante años vienen enviando el Grupo de Apoyo a la Democracia, Acción Democrática Cubana y Center for a Free Cuba.

Desde la medicina para que un preso o un opositor no muera, comida, filtros de agua, equipos médicos, ropa, calzado, abrigos, juguetes para los hijos de los presos que sufren doblemente la pérdida del ser querido y la presión social en la calle y en la escuela, las vitaminas esenciales, los artículos de oficina y las herramientas de la democracia (computadoras, impresoras, teléfonos y máquinas de fax) entre otros se suman a una larga lista de efectos y materiales que estas organizaciones han hecho llegar a Cuba. Sobre todo a partir del año 2002 cuando Acción Democrática Cubana comenzó los envíos masivos de ayuda sin condicionamiento político alguno. Por su trabajo efectivo durante años Acción Democrática Cubana sirve hoy de representante en el exterior de la coalición Todos Unidos.

Existen en los Estados unidos grupos que gozan del apoyo y sostén del Proyecto de ayuda a la oposición cubana que administra USAID y cuando no dudamos de las buenas intenciones de estos grupos ni de sus dirigentes tenemos que, en honor a la franqueza y a la desesperación que prima en el pueblo de Cuba y la falta de recursos para acometer y desarrollar proyectos de sociedad civil dentro de Cuba, decir que la efectividad de esos proyectos dentro de Cuba es mínima o nula. Que hasta los proyectos que buscan la solidaridad internacional para con la oposición interna y que en muchas oportunidades desarrollan campañas que llevan a sus dirigentes a viajar por todo el mundo, cuando no podemos rechazar la idea de recabar solidaridad, los resultados dejan mucho que desear. Por lo menos esa es nuestra valoración dentro de la Isla.

Los proyectos de estudio sobre la transición en Cuba, que tanto dinero han requerido y requieren, suenan desde el interior de una prisión en Cuba como el guión de una película de Hollywood sobre el descubrimiento de la fiebre amarilla en el siglo XIX. Los proyectos académicos basados en valoraciones de carácter racial, arraigadas en el carácter nacional de los Estados Unidos pero que ya habían desaparecido en la Cuba republicana, no hacen sino distraer los esfuerzos que desde adentro llevan a cabo los grupos defensores de los derechos humanos que no adelantan diferencias por el color de la piel para enfrentarse a la dictadura. El envío masivo de libros, cifras que a veces escuchamos, nos tientan al cálculo y los entrenamientos de periodistas que nunca se han graduado sonarían a risa si todo esto no fuera tan serio.

Andan hoy muchos de los periodistas independientes sin computadoras que les ayuden a hacer sus trabajos sin apoyo monetario que les permita sobrevivir fuera de la tutela del estado. Las organizaciones de la sociedad civil se ven impedidas de desarrollar proyectos por falta de apoyo. Un opositor necesita medios elementales para desarrollar planes dentro del país que van desde la comida, las medicinas, la vestimenta y el calzado y el dinero para poder trasladarse de un lugar a otro.

Si los proyectos presentados por la oposición interna no encuentran apoyo en este Programa Cubano, si las necesidades esenciales de la oposición no son cubiertas y por consiguiente resulta en el éxodo de esta oposición y el estancamiento en cuanto a sumar fuerzas nuevas dentro de la Isla como viene ocurriendo, si a las organizaciones que realmente nos apoyan desde el exterior les demoran los fondos o se los congelan como en el caso de Acción Democrática Cubana, entonces a la oposición interna no nos queda otra opción que decir gracias, pero no, gracias y decirlo en alta voz.

Es por ello que les exhortamos que, por su reconocido liderazgo, convoquen al pueblo exiliado a apoyar sin reservas a apoyar sin reservas ni regulaciones absurdas al movimiento opositor dentro de la Isla a través de las organizaciones que han demostrado a través de los años su dedicación y capacidad para hacer llegar esta ayuda sin condicionamientos. Para que los cambios ocurran más temprano que tarde y por la mano del pueblo de Cuba, necesitamos la ayuda de ustedes.

Julia Cecilia Delgado González

Gisela Delgado Sablón

Laura Pollán Toledo

Vladimiro Roca Antúnez

Elizardo Sánchez Santacruz

Héctor Palacios Ruiz

Candido J. Hidalgo-Gato

Guillermo Fariñas Hernández

Juan González Febles

FIRMADO EN EL ORIGINAL

1 comentario:

Anónimo dijo...

En una oración se dice mucho, demasiado. Cito textualmente:"Acción Democrática Cubana comenzó los envios masivos de ayuda sin condicionamiento político alguno." Después de igualar la Diáspora cubana, al puñado de exiliados, que más bien salieron de turistas, de dictaduras anteriores, muy bien podrían los distinguidos opositores pedir al congreso de los EE UU la derogación del Acta de Neutralidad. Eso sería un espíritu de lucha política que trasciendería sectarismos, sectores demógraficos e intereses personales o de otra índole. Muchos de esos exiliados tuvieron que montarse en la balsa y mojarse las nalgas para que ahora sean rebajados solapadamente por un grupo de personas que también tiene como legítima aspiración pegarse a la teta. Muchos se han llegado a creer que los EE UU son una mata de mangos, donde cada cual se apropia de los mangos que le da su gana.