jueves, 27 de marzo de 2008

AL FINAL DE LA TARDE,(poesía ) Jorge Olivera


En las fauces de la bahía brindamos

Hay rubor y nostalgias
mientras somos el bocado perfecto

Un trovador lanza una canción al mar
y llegan a nuestros cuerpos las salpicaduras

Encima de la música tomo los remos
y en el horizonte intento robarle una partícula a la tarde

Me interrogas sobre el amor, las virtudes, el alma
y respondo con un sonido que cobra vitalidad en tus labios

Después, el crepúsculo

A los lejos la guitarra con su voz de sueños
y el juglar envuelto en una lírica que armoniza con las olas

Muy pronto ponemos las tensiones
en la parte más recóndita del olvido

Es una urgencia ante la fiebre que se avecina

Ya no nos importa el inquietante bostezo de la bahía.

Jorge Olivera Castillo, de su cuaderno en preparación


En las fauces de la bahía brindamos

Hay rubor y nostalgias
mientras somos el bocado perfecto

Un trovador lanza una canción al mar
y llegan a nuestros cuerpos las salpicaduras

Encima de la música tomo los remos
y en el horizonte intento robarle una partícula a la tarde

Me interrogas sobre el amor, las virtudes, el alma
y respondo con un sonido que cobra vitalidad en tus labios

Después, el crepúsculo

A los lejos la guitarra con su voz de sueños
y el juglar envuelto en una lírica que armoniza con las olas

Muy pronto ponemos las tensiones
en la parte más recóndita del olvido

Es una urgencia ante la fiebre que se avecina

Ya no nos importa el inquietante bostezo de la bahía.

Jorge Olivera Castillo, de su cuaderno en preparación

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