Los alcohólicos de Santa Clara están desesperados desde que comenzó el primer día del mes de febrero del 2008. De pronto, una botella de ron sellada de 750 mililitros tiene un costo 80 pesos cubanos y no los 60 en moneda nacional que hasta hace solo unos días valía. Todo aquello quedó en la bruma del olvido.
Ahora ser borracho en Cuba, nos cuesta algo más caro, nos comenta colérico el ex –combatiente internacionalista en Angola; Bárbaro Fraga Rodríguez. Si la cuestión quedara en los costos oficiales, a mis colegas los alcohólicos y a mi, no nos importaría tanto. Pero es que los precios de los rones clandestinos, a su vez, subieron.
Antes, una caneca de las bebidas etílicas de manufactura ilegal conocidas popularmente como “Chispa de Tren”, “Espérame en el Piso”, “Patas Arribas”, “De Costado”, “De pronto Horizontal”, “Ley de la Inercia” y muchos otros nombres, costaba 10 pesos moneda nacional. Hoy ya se venden a 18 billetes cubanos.
Algunos especialistas en psicología como el Licenciado Carlos Pérez, quien fue consultado por colaboradores de este redactor, no ven la solución en quitarles a los adictos, creándoles precariedad para acceder a esos rones. La historia psicoterapéutica demuestra que esta adicción no se combate con supresión.
Comentó otro de los encargados de la salud mental de los santaclareños, el también Doctor en Ciencias Psicológicas, Roberto Cartaya, que en la bibliografía consultada se recogen inventos inverosímiles de los alcohólicos precisados a beber para saciar sus necesidades psíquico-somáticas.
Con la aplicación de las Resoluciones 5 y 6 del Ministro del Comercio Interior, se elevan los precios minoristas de varios productos de consumo, entre estos los importes de las bebidas alcohólicas. Los bebedores le han encontrado una rápida solución.
Consiste en levantarse muy temprano e ir hacia distintos departamentos ubicados en hospitales y policlínicas de la ciudad de Marta Abreu. Ya allí, plantean dolencias y lesiones reales que ha dejado en su epidermis el mal hábito de degustar en demasía unos de los líquidos preferidos del mitológico dios romano Baco.
Estos establecimientos de salud surgieron en la capital de la provincia Villa Clara, como en toda Cuba, en pleno auge de la crisis económica de la década de los años 90, conocido eufemísticamente como Periodo Especial. Fue en ese momento, cuando surgió la salvación frente a la carestía de medicamentos.
Los que viven en esta isla del mar Caribe, los conocen muy bien. Estamos refiriéndonos a los Dispensarios de Medicina Verde. En estos se recetan miles de soluciones diarias, todas a ser compradas en las distintas farmacias del Sistema Nacional de Salud.
Salvo raras excepciones, todos estos remedios de la milenaria y ancestral cultura china se expenden en frascos de cristal en soluciones químicas de alcohol de 90 grados. Y los dolidos “curdas”, término popular más cotidiano entre los nacionales, botan los vegetales curativos y se toman el líquido.
Pedro Feijoo Almaral, un bebedor empedernido y ex – militante del Partido Socialista Popular, caído en desgracia en 1968, durante la depuración denominada “La Microfracción”, nos confesó risueño: “Verdad que la bebida la bebo con un color verdoso oscuro, pero me emborracha igual, así que yo la prefiero verde.
Villa Clara, 17/03/2008
cocofari62@yahoo.com
http://prolibertadprensa.blogspot.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario