Santa Clara, Villa Clara, enero 29 de 2009) (SDP) Todos los cubanos están tensos con los últimos acontecimientos acaecidos dentro de Cuba y en el ancho mundo porque ese que se las sabe todas en política no se pronuncia. De pronto, el sabelotodo Dr. Fidel Castro Ruz ha dejado de declararse respecto al acontecer mundial.
Algo raro pasa con “el invicto” Comandante en Jefe, quien sin previo aviso, dejó de publicar sus siempre largas y unilaterales “Reflexiones”. Lo hizo pesar de la tensa situación por la que atraviesa el planeta y los distintos frentes de combate en que las fuerzas del bien y el mal se enfrentan día a día.
Nada ha escrito en cuanto a sus amigos y discípulos terroristas de Hamas, que fueron vapuleados por las mejor equipadas y entrenadas fuerzas armadas israelíes. Resulta altamente sospechoso que personas tan incondicionales al castrismo no sean defendidas a capa y espada a través de los escritos de Fidel.
El tema sangriento de la Franja de Gaza es recurrente en cualquier medio de prensa, ya sea izquierdista o derechista, porque es un asunto de suma importancia para el mundo actual. Sin embargo, el líder histórico cubano no ha escrito una sola línea de la trama con matices de tragedia del Medio Oriente.
Tampoco la asunción como presidente de los Estados Unidos de América del primer afroamericano Barack Obama fue, hasta dos días después, un hecho digno de ser reflejado en las “Reflexiones” de Fidel. Eso, a pesar de que se trata del gobernante del principal enemigo público de la Revolución Cubana.
Como le gusta decir a un guajiro de los campos de Trinidad pero que hace años vive en la ciudad de Santa Clara, nombrado Matías Cantero: “Compay, aquí hay gato en la jaba”. O sea, que Fidel no opina sobre estos u otros acontecimientos de la realidad mundial porque algo grave ocurre con él.
Lo que si han visto los residentes en la central y siempre inquieta ciudad de Santa Clara es un reforzamiento de los mecanismos represivos gubernamentales. El Sistema Único de Vigilancia y Protección está en “Posición Uno”, que en la jerga militarista de la isla significa máxima alerta.
No ha pasado desapercibido para los transeúntes y vecinos que todos los automóviles patrulleros de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), además del chofer y el conductor, ahora transportan en su asiento trasero un militar con traje verde olivo del Ministerio del Interior con chaleco antibalas y un fusil AK-47.
Se viven momentos cruciales en las calles del archipiélago mayor del mar Caribe, pero la más rancia dirigencia del Castrismo trata de aparentar que nada pasa aquí. Es un secreto a todas voces que el tótem del comunismo tropical está muy grave de su salud y paradójicamente de eso nada se dice en los medios de prensa oficialistas. A Fidel Castro se le presenta lozano y juvenil en fotos de 1959 que apoyan a discursos suyos de aquella lejana época.
El menguado benefactor Hugo Rafael Chávez Frías desde su programa radiotelevisivo “Aló Presidente” informó: “El compañero Fidel Castro no será visto más en público….”. Una frase lapidaria y críptica que no dice nada pero a la vez lo expresa todo en cuanto a situación actual del estadista cubano.
Un stress socializado recorre a toda Cuba como manifestación de un reprimido miedo colectivo, debido a que no se sabe lo que acontecerá después de anunciado el esperado fallecimiento.
Los periodistas independientes, como el resto de los cubanos de a pie nada saben. A la vez su libertad les permite hacer sólo una crónica de la tensión.
primaveradigital@gmail.com
Algo raro pasa con “el invicto” Comandante en Jefe, quien sin previo aviso, dejó de publicar sus siempre largas y unilaterales “Reflexiones”. Lo hizo pesar de la tensa situación por la que atraviesa el planeta y los distintos frentes de combate en que las fuerzas del bien y el mal se enfrentan día a día.
Nada ha escrito en cuanto a sus amigos y discípulos terroristas de Hamas, que fueron vapuleados por las mejor equipadas y entrenadas fuerzas armadas israelíes. Resulta altamente sospechoso que personas tan incondicionales al castrismo no sean defendidas a capa y espada a través de los escritos de Fidel.
El tema sangriento de la Franja de Gaza es recurrente en cualquier medio de prensa, ya sea izquierdista o derechista, porque es un asunto de suma importancia para el mundo actual. Sin embargo, el líder histórico cubano no ha escrito una sola línea de la trama con matices de tragedia del Medio Oriente.
Tampoco la asunción como presidente de los Estados Unidos de América del primer afroamericano Barack Obama fue, hasta dos días después, un hecho digno de ser reflejado en las “Reflexiones” de Fidel. Eso, a pesar de que se trata del gobernante del principal enemigo público de la Revolución Cubana.
Como le gusta decir a un guajiro de los campos de Trinidad pero que hace años vive en la ciudad de Santa Clara, nombrado Matías Cantero: “Compay, aquí hay gato en la jaba”. O sea, que Fidel no opina sobre estos u otros acontecimientos de la realidad mundial porque algo grave ocurre con él.
Lo que si han visto los residentes en la central y siempre inquieta ciudad de Santa Clara es un reforzamiento de los mecanismos represivos gubernamentales. El Sistema Único de Vigilancia y Protección está en “Posición Uno”, que en la jerga militarista de la isla significa máxima alerta.
No ha pasado desapercibido para los transeúntes y vecinos que todos los automóviles patrulleros de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), además del chofer y el conductor, ahora transportan en su asiento trasero un militar con traje verde olivo del Ministerio del Interior con chaleco antibalas y un fusil AK-47.
Se viven momentos cruciales en las calles del archipiélago mayor del mar Caribe, pero la más rancia dirigencia del Castrismo trata de aparentar que nada pasa aquí. Es un secreto a todas voces que el tótem del comunismo tropical está muy grave de su salud y paradójicamente de eso nada se dice en los medios de prensa oficialistas. A Fidel Castro se le presenta lozano y juvenil en fotos de 1959 que apoyan a discursos suyos de aquella lejana época.
El menguado benefactor Hugo Rafael Chávez Frías desde su programa radiotelevisivo “Aló Presidente” informó: “El compañero Fidel Castro no será visto más en público….”. Una frase lapidaria y críptica que no dice nada pero a la vez lo expresa todo en cuanto a situación actual del estadista cubano.
Un stress socializado recorre a toda Cuba como manifestación de un reprimido miedo colectivo, debido a que no se sabe lo que acontecerá después de anunciado el esperado fallecimiento.
Los periodistas independientes, como el resto de los cubanos de a pie nada saben. A la vez su libertad les permite hacer sólo una crónica de la tensión.
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