jueves, 29 de enero de 2009

VALE LA PENA, Pablo Pacheco Ávila




Prisión de Canaleta, Ciego de Ávila, enero 29 de 2009, (SDP) El título de este trabajo nada tiene que ver con el popular programa de la televisión de Cuba. Después del tercer día de asumir la presidencia de los Estados Unidos el primer afro americano que toma las riendas del poder en esa gran nación, firmó el decreto que pone fin a la cárcel en la base naval de Guantánamo en territorio de Cuba.

Esta determinación de Barack Obama demuestra que está decidido a dar un giro de 180 grados a la política de su país con la comunidad internacional. Muchas fueron las críticas recibidas por la finalizada administración de George W. Bush. En nombre de la democracia y de la lucha contra el terrorismo, encarceló y según fuentes de Derechos Humanos, torturó, además de mantener a seres humanos prisioneros por tiempo indefinido, sin derecho a un juicio justo.

Es lógico que Obama tenga detractores, es normal, pero al final de la historia, su nombre llenará de orgullo a sus coterráneos y para todos los que aspiramos a la igualdad de derechos y el respeto inalienable a la dignidad humana. Es joven la administración de Obama, pero su visión es clara y de su mirada brota una transparencia poco común en los políticos de hoy. Estos en su mayoría piensan y actúan como empresarios. Lo hacen al poner distancia entre aquello para lo que un día fueron elegidos por sus electores y lo que efectivamente hacen. Pero aclaro: No son todos los que se distancian del rumbo que un día prometieron a sus pueblos.

No tengo idea de lo que hará Obama en el futuro por el bien de los Estados Unidos y del mundo contemporáneo, pero mi vaticinio es que bien vale la pena su llegada al poder en el país más poderoso del planeta
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