jueves, 22 de enero de 2009

ORIGINALIDADES DE CUBA, Oscar Mario González


Playa, La Habana, enero 22 de 2009, (SDP) Desde el punto de vista fáunico, nuestro entorno nacional geográfico esta lleno de bichos raros. En lo anterior coinciden zoólogos y otros especialistas y los datos que aportan confirman tal aseveración: de más de 2 000 especies de moluscos, por poner un ejemplo, el 90% son endémicas. Los mismos especialistas atribuyen el hecho al largo aislamiento insular de Cuba.

Parece que para esto del “aislamiento” Cuba es fatal porque el más reciente, el impuesto durante el último medio siglo, ha creado un endemismo o presencia de cosas raras, de esas que sólo se encuentran en nuestra Isla.

Es bueno que los de afuera conozcan estas rarezas por si algún día y, acogiéndose el derecho de viajar a donde les de la gana por ser miembros de sociedades libres, se deciden a visitarnos.

Un ejemplo. En cualquier país “normal” del mundo usted detiene el taxi, mete el cuerpo en el coche, se sienta y luego ordena el recorrido o itinerario deseado. Acá, luego de detener el carro, mete la cabeza por la ventanilla y pregunta al taxista si va para el lugar que usted desea o requiere. Si el solicitante no es generoso de bolsillo difícilmente verá cristalizar su deseo a menos que el pago sea en moneda fuerte.

Otro ejemplo. En cualquier comercio del orbe no contaminado por este socialismo de factura estalinista usted entra al comercio y el dependiente se desvive por atenderlo. El esmero por complacerlo es tal que a veces se compra algo para compensar la amabilidad en el trato. Acá, es todo al revés. El dependiente lo atiende lenta e indiferentemente y si estuviera leyendo una revista, escuchando música o descabezando un sueño, sería tratado con el enfado visible con que se trata al que “viene a joder”.

Un ejemplo más. Cualquier hortelano de cualquier rincón del mundo propietario de una vaca, excepto los cubanos, pueden sacrificarla, regalarla o venderla. Acá al que mate la vaca de su propiedad va a parar a la cárcel de cabeza por unos cuantos años. Igualmente, si le roban el animal (algo muy frecuente), puede ser multado por “negligencia” en el cuidado de la bestia. A los que compran la carne también los pueden multar o encarcelar así como a los que conocen del hecho y no lo denuncian. En ello las autoridades aplican un viejo refrán guajiro según el cual “tanta culpa tiene el que mata la vaca como el que le aguanta la pata”
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En fin que esto está lleno de “rarezas” desde prostitutas o jineteras con doctorados expedidos por universidades de aquí y de afuera, hasta competentes cirujanos que operan y salvan vidas por el día mientras por la noche venden cucuruchos de maní de manera furtiva y agazapados entre la multitud que colma la parada de la guagua.
No es nada inusual que las agrupaciones musicales regresen del extranjero convertidas en tríos y cuartetos y que de los equipos deportivos retornen solamente los entrenadores y algún que otro “seguroso” cuya misión consistía en evitar deserciones. De todo sucede y todo puede ser bajo este cielo y en esta islita plena de lechuzas y chipojos.
osmagon@yahoo.com

1 comentario:

Politicamente Incorrecto dijo...

Coño me has hecho reir, es verdad, es tu realidad, no sabes cuanto lo siento pero has retratado perfectamente tu mundo.