jueves, 10 de enero de 2008

Lágrimas de Kaos y otros cocodrilos, Juan González Febles


Kaosenlared rasgó sus vestiduras porque una entrevista realizada por Cubarte a Eliades Acosta fue censurada. La noticia está firmada por David Perdomo y fechada en 4 de diciembre de 2007, su título es: ¿Comenzó la cacería de brujas?
La página digital de reciente creación, es botón de muestra del interesante juego político que tiene lugar en Cuba. La clase política gobernante juega a la discrepancia. La fachada monolítica se fragmenta en cuadros que muestran imágenes diversas concebidas desde un centro gestor, eventualmente para salvar la revolución. Al menos ese es el propósito declarado.
La realidad es que el último discurso el pasado 26 de julio, del general Raúl Castro, controvertido y eterno # 2 del régimen y devenido en # 1 de mentiritas, desató los demonios. Esto resquebrajó la imagen de idílica unidad dentro del grupo de poder castrista.
Se dice que tanto la primera tormenta de e-mail que tomó como sujeto a eso que dan en llamar ‘pavonato’, como la última en que Armando Hart fue llamado con toda justicia ‘dinosaurio’, así como, el surgimiento de diversas redes Web de izquierda, nacieron bajo el auspicio de Alfredo Guevara.
Alfredo Guevara zar de la industria fílmica cubana desde la creación del ICAIC (Instituto del Arte e Industria Cinematográfica) integró antes del triunfo castrista de 1959 las filas del Partido Socialista Popular (PSP). Este PSP fue el partido de los comunistas cubanos, muy vinculado a Moscú y sus políticas.
Como integrante de la organización juvenil del PSP, Guevara fue enviado a estudiar a Europa del Este durante la década del 50 del pasado siglo XX. Allí según opiniones consultadas en la Isla, pasó cursos de ‘agitación y propaganda en medios intelectuales’. Esto es considerado por algunos como una faceta en el amplio currículo de la conocida escuela del KGB.
En 1959, simultaneó su labor al frente del ICAIC con otras tareas en los medios artísticos y culturales. Contribuyó de forma decisiva a consolidar los amarres represivos de la llamada ‘dictadura del proletariado’. Su amistad y cercanía con Raúl (su compañero en las filas de la Juventud del PSP) y Fidel Castro le concedieron un lugar primado entre la nomenklatura de poder del castrismo.
Kaosenlared la ‘dignísima red de izquierda’, -así la describe Perdomo- es hija putativa de aquellas antológicas ‘tormentas de e-mailes’ surgidas a partir de la reaparición en la tele de un connotado grupo de represores de eso que llaman ‘periodo gris’.
Por supuesto, para creer en Kaosenlared, esta deberá dar muestras de su buena fe. Mientras la ‘dignísima red de izquierda’ no se pronuncie contra los abusos en las prisiones, las violaciones reiteradas a los derechos humanos y civiles incurridos por el régimen de los Castro, resultará difícil creer en ella. Falta saber su posición en relación con los escandalosos privilegios que detenta la nomenklatura gobernante en Cuba. Definitivamente, es menester conocer con exactitud que clase de revolución pretenden salvar.
Ciertamente se conoce poco sobre la ‘dignísima red de izquierda’, entre lo poco que se sabe, está que su aparición fue el fruto de la labor conspirativa de orfebre de Guevara. Como señalamos, Guevara es un cuadro muy bien preparado desde los tiempos de la Guerra Fría. Alguien con evidentes pretensiones de enmendar el error y tapar al horror.
Perdomo dice cosas muy interesantes en su trabajo. Pero en el fondo la situación es conocida hasta el hartazgo. Desde que la esencia criminal del llamado Socialismo Real se convirtió en un hecho lamentable de la vida política mundial, se han hecho muchos esfuerzos por hallar un ‘socialismo de rostro humano’.
Cada uno de estos esfuerzos condujo indefectiblemente a la única solución posible: El fin de tan absurdo y criminal sistema.
Desde los esfuerzos de aquellos comunistas húngaros masacrados junto a su pueblo en 1956. La esperanza representada por la malograda Primavera de Praga de 1968, (que fue condenada en su momento por Fidel Castro y el propio Alfredo Guevara) hasta la Perestroika y la Glasnot de Gorbachov. Nada salvó la campana al engendro leninista.
Hoy en Cuba sucede más de lo mismo. David Perdomo, Kaosenlared, Eliades Acosta y sus mentores, desde Guevara, devenido en un singular ‘Capitán Tormenta’, hasta…quien sabe, terminarán igual que Gorbachov: No hay compasión ni rostro humano en el socialismo marxista leninista, o en cualquier otro.
La libertad simple, llana y sin otro apellido, la que buscan Damas de Blanco, periodistas independientes, (como esos que castristas soberbios y exiliados roñosos restan relieve) opositores, desde la base hasta el liderato y el pueblo vivo y sin nombre, se impondrá. Así será con todos y para bien supremo de todos. Ese día nuestro, ya viene llegando.
Lawton, 07/12/2007
jgonzafeb@yahoo.com
http://prolibertadprensa.blogspot.com/

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