jueves, 31 de enero de 2008

Editorial

Este es el último mensaje de enero de 2008. Recién comenzamos el año y entre otras cosas queremos referirnos a un derecho olvidado. ¡Imagínenlo! Entre tantos ausentes, este parece ser el menos importante. Desde un punto de vista es un derecho, desde otro ángulo, digamos que un requisito. Nos referimos a la legitimidad.

Cuando alguien selecciona el abogado que le representará, hace uso del derecho a escoger a su representante legítimo. Por otra parte, el abogado llena un requisito muy importante: es un legítimo e indiscutido representante de su defendido o representado, que para el caso es lo mismo. Una combinación muy armónica entre representante y representado.

En Cuba tenemos serios problemas de legitimidad y derechos. El gobierno de Raúl Castro y el gobernante Partido Comunista son el ejemplo más fehaciente de lo que exponemos. Se representan a si mismos sin una legitimación del pueblo al que dicen representar. Del otro lado del Estrecho de La Florida, sucede algo parecido.

La Oposición Interna y la Prensa Independiente de Cuba están involucradas en un conflicto de intereses con los principales detentadores y suministradores de una ayuda, dirigida oficialmente por el pueblo y el gobierno de los Estados Unidos a la democratización en Cuba. Estos principales detentadores son Grupo de Apoyo a la Democracia (GAD), Centro Para Una Cuba Libre (CFC), Directorio Democrático, Universidad Internacional de Florida (FIU) y en menor relieve, con similar importancia el grupo de derechos humanos adscrito a la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA).

Al frente de estos grupos fungen como figuras directivas, Frank Hernández Trujillo, Frank Calzón, Orlando Gutiérrez, Jaime Suchliky y Omar López Montenegro, respectivamente. Ellos y los grupos que encabezan fueron escogidos por las autoridades norteamericanas para la administración y el envío de la ayuda, a sus destinatarios naturales en Cuba. Son, sin duda razonable alguna la selección del pueblo y el gobierno de los Estados Unidos para estas funciones. Esto está claro, sin sombra de duda.

El caso grave reside en que estas personas y los grupos que dirigen, se han abrogado la representación de la Oposición Interna, de la Prensa Independiente de Cuba e incluso de su Sociedad Civil. Lo han hecho desde su exilio en Miami y se han extendido en esta representación a Europa y a otros escenarios internacionales. Esto es exactamente lo que no está bien. Los actores internos cubanos tienen el derecho legítimo a seleccionar a sus representantes.

Las personas y organizaciones anteriormente citadas, no son precisamente el resultado de la selección hecha desde Cuba, por los actores legítimos internos en la Isla. Son por tanto representantes ilegítimos que se representan a si mismos y a sus intereses. Esto debía ser objeto de reflexión por parte del liderato opositor interno. Esta reflexión y una subsiguiente declaración no debían dilatarse mucho en el tiempo.

En otro orden de cosas, este año 2008 la Prensa Independiente de Cuba tiene algunos aniversarios redondos que destacar. Se cumplen cinco años de la oleada represiva conocida en el mundo como Primavera Negra de 2003.

La agencia de noticias independiente Cubaverdad, cumple diez años de servicios ininterrumpidos en Cuba, junto a un grupo destacado y querido de colegas. Cubanacán Press cumple cinco años de servicios a la libertad en iguales condiciones y también, otro grupo de muy queridos y destacados periodistas independientes.

APLP les felicita y exhorta a que continúen su necesaria labor. A que se superen y sean cada vez mejores profesionales. Sin el deslumbramiento de cánones ajenos, pero sin renunciar a la academia y la colegiatura. A fin de cuentas, en Cuba creamos un canon auténtico de periodismo de lucha. Este canon se inspira en el periodismo bello en la forma y fuerte en el aliento que legaron Raúl Rivero Castañeda y Manuel Vázquez Portal. Ellos nos enseñaron a informar con objetividad y con belleza en la forma literaria. Este canon encuentra sus raíces en el periodismo literario de Norteamérica o en las crónicas de Mario Vargas Llosa. No necesitamos pedir prestado a nadie, tenemos lo nuestro.
El Equipo de Realización

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, yo como ignorante al fin, hay muchas cosas que no conozco, y otras que conociéndolas, no las entiendo. ¿Porqué este interminable chisme pequeño de estar reclamando unos fondos que en definitiva irían a enriquecer al régimen comunista? ¿Qué es más importante la libertad de Cuba o la libertad de prensa? ¿Acaso ésta no seguiría a la libertad política de Cuba? La palabra "lipidia" no aparece en ningún diccionario castellano, pero no existe un cubano que no sepa lo que significa: estoy llegando a creer que la APLP es un club de "lipidiosos", o lo que dicen los comunistas de líneas dura: que Vds. son unos mercenarios. Ataquen a quienes deben atacar. Lo que se debe recibir por derecho, no se mendiga. Utilicen sus razones en atacar a quienes deben ser atacados, y no malgasten ni su tiempo ni sus energias en algo que es como el cuchillo de palo: ni pincha ni corta. Por último, una pregunta que no es retórica. ¿Quién es este pobre negro para decirle a los amos de la APLP donde está su sagrado deber?

Anónimo dijo...

buenas dias,al proposito della libertà di prensa, vorrei chiarire alcune cose: prendo in causa il Paese in cui vivo, nel quale la prensa e l informazione è considerata libera, o almeno, è quello che vogliono farci credere,dico questo perchè i maggiori gruppi editoriali della linda Italia sono di propietà di personaggi politici legati al mondo economico o servili periodisti che al momento opportuno(dipende da chi governa il Paese)cambiano pelle peggio dei camaleonti.Devo dire che le uniche e vere notizie, in minima parte, posso solo trovarle in internet. Vorrei che chi inicia el trabajo de periodista ricordi sempre che il suo unico padrone es el pueblo. Distinti Saluti Y bueno trabajo.

Anónimo dijo...

Lucas Garve dice: "Fatal podrá resultar que los periodistas independientes acudan a quienes guarden esquemas mentales recurrentes a estrategias partidistas. El militantismo político es una característica ajena a la profesionalidad de una prensa que se requiere cada vez más libre de ataduras. Estimular el padrinazgo, equivale únicamente a creer una vez más en el cuento de la zanahoria y el burro.

La presencia de ambiciones personales avaladas por un protagonismo individual a ultranza no facilitará de ninguna manera la supervivencia de la prensa independiente en Cuba. Sin lugar a dudas, las personalidades mediáticas nos han reportado más disensiones que pasos de avance. En asunto tan complejo, vale más insistir en el compromiso profesional de los implicados que en la peripecia individual de alguien con ínfulas de diva de espectáculo."