jueves, 4 de diciembre de 2008

CONVERSANDO CON UN LOCO, Ramón Díaz-Marzo



( Jorge Bacallao in memoriam)
Habana Vieja, La Habana, diciembre 4 de 2008, (SDP) En Cuba vive un octogenario que directa o indirectamente siempre ha estado involucrado en el río contradictorio y peligroso de la política. Nunca permite la entrevista total. Tal vez tema que organicen ese material que es la historia de su vida. Y aunque siempre se la pasa hablando de si mismo, y repite las mismas anécdotas, con el tiempo uno descubre zonas de silencio en su conversación.

Cuando abre su boca de viejo lobo de la abogacía, tiene la gracia de someternos. Sin embargo, esta entrevista ha resultado un desastre; como en desastre se convierten muchas vidas cuando todo esta por terminar. Me hubiera gustado años atrás haber armado el muñeco de su historia. Pero este señor no desea que su nombre sea revelado y, algunas de sus declaraciones más importantes serán omitidas. No obstante hay informaciones fragmentadas que resultan más atractivas que aquellas cuyos detalles harto conocemos. Así que esta entrevista "malograda" sin el sentido puntual que tiene el itinerario de un tren inglés, quizás sirva para algo.

Para empezar podría decirte que tengo la experiencia de las prisiones. Por ejemplo, en el año 1959, después que triunfó la Revolución, fui preso, juzgado, y conducido a una cárcel. Sé lo que es el mundo de la cárcel. Ningún abogado debiera ejercer la profesión si antes no ha sobrevivido en una cárcel. En esa cárcel, ubicada en la provincia de Pinar del Río, tuve el destino de ser líder entre los prisioneros. Ayer tuve una experiencia recordatoria, no de la cárcel, sino de algo que es su equivalente: el manicomio de Mazorra. Por supuesto, el manicomio de Mazorra lo conozco desde que era joven cuando atenté, en dos ocasiones, contra mi vida.

La experiencia de ayer consistió en que recibí al señor X. El señor X. es un viejo amigo. El hace 30 años que esta loco. Desde entonces ha vivido en el manicomio orientando, dirigiendo, organizando, y cooperando con las autoridades de Mazorra. El señor X. me estuvo contando sus vivencias en la Sala "Carbó Serbiá". Me habló de un paciente que mató a dos personas con sus dientes en un evidente acto de canibalismo. Me habló de como es la vida sexual en el manicomio, y de algo que posiblemente sea lo mas interesante: cómo transcurre la vida mental de los locos. Todas estas cosas me interesaron enormemente y me dijo que me mantendría informado. Entonces fue que me ofreció, como un acto de amistad, una celda en el manicomio de La Habana.

Mi amigo tiene ese poder de ofrecimiento porque en el manicomio él es un líder. Es un viejo combatiente contra todo tipo de injusticia que ocurra entre los locos. Su larga experiencia de paciente le ha permitido conocer a profundidad el laberinto de la demencia. Me dijo que allí se trabaja, se estudia, se preocupan por muchas cosas.

P- ¿El señor X. es un loco comunista?

E- Es un loco de la época.

P- ¿El señor X. es un disidente dentro del manicomio?

E- No. Un dirigente, fue lo que te dije.

P- ¿Cuál sería el mérito del señor X.?

E- Que ha logrado vivir muy bien durante todos estos años. Me contó que todos los días come carne. Sale y entra del manicomio cada vez que lo desea. El es un hombre que esta enamorado de la vida; un gozador.

P- ¿Se podría afirmar que el señor X. esta enamorado de su locura?

E- Por supuesto. A mi me interesó mucho su punto de vista. Me gustaría un día citarlo para que tú lo entrevistaras. Un personaje así no es algo corriente. Yo conozco Mazorra. En el pasado yo luché durante años ante tribunales por la libertad de muchos locos cubanos; de otros que se hacían pasar por locos; y en algunos casos orienté a clientes míos a que se hicieran los locos para arrancarlos de las manos de la justicia.

P- Usted conoce el mundo de los locos.

E- Conozco el mundo de los locos; estás hablando con un loco. La única diferencia consiste en que yo no estoy en un manicomio, todavía.

P- Ello supone que Ud. ha logrado hacerse pasar por cuerdo.

E- Los habitantes de esta Isla me tratan de ilustre, prohombre; me consideran una personalidad. Esta no ha sido la única visita del señor X. Desde siempre el Sr. X. ha venido a mi casa a rendirme culto dentro de su locura; y hay que estar loco para tener un gran concepto de mi.

P- ¿Después de la Revolución del 59 se podría afirmar que Mazorra fue humanizada?

E- En estos momentos a Mazorra ya se la puede considerar la Universidad de los locos. Pero el proceso de humanizaron de Mazorra comenzó durante la etapa tiránica de Batista, por el conducto del coronel Chapotin, el mismo que mandó a construir el Hospital Militar.

P- ¿Y qué me dice de aquellas famosas fotos de la revista Bohemia donde se ven hombres y mujeres desnudos, sin bañarse, embarrados de excrementos, arrinconados contra las paredes como animales peligrosos?

E- El señor X. dice que eso ya no existe.

P- !El mundo de los locos a Ud. siempre le ha interesado!

E- Correcto. Ya te dije que estas hablando con un loco.

P- ¿La salvación de la Humanidad podría estar en las manos de los locos?

E- No. De los cuerdos.

P- ¿Cabria la posibilidad entonces de que los cuerdos que hoy gobiernan al mundo son locos que se hacen pasar por "cuerdos"?

(Aquí nuestro entrevistado se toma un tiempo para responder)

E- Creo en la lucha por la vida. Creo en el homosapiens. Creo en la gente nueva que esta construyendo un mundo distinto. El origen de la Humanidad me interesa enormemente. Tengo 84 años y no dejo de estudiar.

P- Unas palabras para la Historia.

E- Cierren todos los libros y vuelvan a empezar.

P- ¿Y todo cuanto se ha hecho?

E- Un buen pretexto para cerrar los libros.

P- ¿Habrá que destruirlo todo?

E- Se haría una consulta.

P- ¿Qué piensa Ud. sobre la muerte ahora cuando ya tiene 84 años?

E- "¡Ven muerte, tan silenciosa, que no te sienta llegar, porque el placer de morir me volvería a dar la vida!
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