Como recordación a los más de 200 presos políticos que se encuentran en las cárceles de Cuba y que para nosotros están presentes aquí, leeremos estos versos de Martí, escritos en 1871 en El Presidio Político en Cuba, y que tienen actual vigencia:
Dante no estuvo en presidio.
Si hubiera sentido desplomarse sobre su cerebro
Las bóvedas obscuras de aquel tormento de la vida,
Hubiera desistido de pintar su infierno,
Las hubiera copiado, y lo hubiera pintado mejor.
Independientemente de lo injusta que resulta la prisión de estos activistas de derechos humanos, el gobierno declara constantemente que en Cuba no hay presos políticos, y desafortunadamente lo hace delante de altos funcionarios de otros países, los que ni siquiera esto le reclaman, siguiendo el juego inconstitucional que lleva a cabo la dictadura. Sin embargo La Ley 88 de 1999, conocida como la Ley Mordaza, que es aplicada a muchos de ellos, hace sin discusión que sean presos por sus ideas y reconocidos por organismos internacionales como Amnistía Internacional, algunos de ellos como presos de conciencia.
Haciendo una sencilla reseña de algunos de los problemas de violación de los derechos humanos, que tienen nuestros presos en las cárceles señalaríamos:
- Se desconocen totalmente los reglamentos carcelarios, no están al alcance de los presos, ni de sus familiares. Sólo se tiene la información que la policía política quiera dar.
- Algunos de ellos están ubicados lejos de sus lugares de orígenes, lo que implica que sus familiares tienen también una sanción al tener que trasladarse a otras provincias para poder realizar las visitas.
- La mayoría de ellos cumple su sanción junto con presos de alto nivel de criminalidad, lo que los hace totalmente vulnerables a cualquier acción de éstos, en cooperación con la policía política, con el fin de ganar cualquier beneficio.
- Están recluidos en condiciones difíciles por carecer de higiene, agua potable, atención médica adecuada, medicina, tiempo de sol, alimentación medianamente adecuada.
- Tienen restricciones en las visitas, en la posibilidad de ver a su familia, en las conversaciones telefónicas y en el contacto con amistades y disidentes a los que se les prohíbe irlos a ver.
- Violando lo establecido en las propias leyes, se lee su correspondencia, se la censuran y se les prohíbe cualquier material informativo de carácter político que no coincida con la línea gubernamental.
- Están sometidos a maltratos físicos, golpizas, torturas psíquicas, confinamiento en solitario por largos períodos y amenazas de castigo a los familiares, para presionarlos.
A todo esto podríamos añadir que en estos momentos, producto de la política represiva que sigue el gobierno, hay un gran hacinamiento en las prisiones y se reduce el espacio vital de los presos, algunos de ellos duermen en el piso sin una tabla o un colchón, dispuestos a recibir las mordeduras de las ratas y el paso sobre sus cuerpos de cualesquiera insectos.
Sólo resta añadir, como síntesis, que las prisiones en Cuba existe un denominador común de problemas para todos los presos y un nivel de vida infrahumano. Todas estas situaciones hacen que los presos políticos tengan que acudir a la huelga de hambre con el fin de que se oigan sus demandas y constantemente se están viendo afectados en su salud.
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