Estimados invitados:
Hemos querido rendir este pequeño homenaje, a pesar de las vicisitudes por las que regularmente pasamos, producto de la represión que el gobierno tiene contra la oposición interna.
Los principales países del mundo, hace 60 años, resumieron en 30 artículos, el hecho de que tenían su fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana y en la igualdad de derechos de hombres y mujeres.
Esto los declaró resueltos a promover el progreso social y a elevar el nivel de vida dentro de un concepto más amplio de la libertad.
Pero, desgraciadamente en Cuba se violan estos derechos. Una prueba de ello ha sido la organización y celebración de esta pequeña actividad.
Regularmente el gobierno plantea que el tema de los derechos humanos es tomado para agredir a la “Revolución” y tergiversar la situación existente en el país, manipulando los problemas. Sin embargo, en el día de hoy se celebra en el país, un taller internacional sobre derechos humanos, en el cual, como es de esperar, ni se mencionan las violaciones que aquí se cometen. No sólo las injusticias con los presos, sino también con las familias, con niños separados de sus padres, con la población en general. En particular, en estos días, está sobredimensionado el control dentro de la sociedad y son muchos los que han ido a parar a la cárcel por poseer simplemente cualquier producto alimenticio en pequeñas cantidades.
El gobierno anuncia que continuará su combate en el plano de las ideas, pero en realidad, el combate ha pasado al plano de los puños y de la fuerza bruta, tanto en las calles, como en las prisiones y en particular con la disidencia pacífica. Cualquiera expresión de oposición es reprimida violentamente incumpliendo el artículo que proclama: “Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes”.
Los esfuerzos por acudir a las propias leyes dictadas por el régimen, son inútiles. A pesar de lo que dice la Constitución de la República, es evidente que no todos los ciudadanos gozan de iguales derechos, y la ley no sanciona a aquellos que la hacen y discriminan por motivos lesivos a la dignidad humana, como es pensar diferente. Se culpa a los opositores de ser mercenarios, de estar al servicio del imperialismo o de cualquier otra necedad que se repite hasta la saciedad, con el fin de justificar lo que no es justificable.
Se termina la actual presidencia en la Unión Europea, después de seis meses de levantadas las sanciones al gobierno cubano, no se puede decir sin penas ni glorias; al contrario con la gloria –para los que cabildearon este cambio- de haber restablecido todo como estaba. Tal y como nos lo hizo saber un diplomático de ese continente; pero con la pena de no haber conseguido en este tiempo nada a cambio, solo más represión. ¿Qué nos esperará en los próximos seis meses? Más visitas, más fondos, más espaldarazos, más concesiones y más ignorancia hacia los que defienden la democracia y demuestran constantemente la ilegitimidad y la inconstitucionalidad del sistema. No ha procedido, tal como dice el nuevo documento escrito en junio, ni siquiera que los funcionarios que visitan el país se entrevisten con la oposición, ya que esto disgustaría al régimen. ¿Y los presos políticos? ¿Y las violaciones de los derechos humanos? ¡Seguirán aguardando!
Para los que miran para arriba, allá al norte revuelto y brutal, y piensan que quizás el cambio de Presidente sea la solución. No esperen un gesto del gobierno cubano para propiciar las conversaciones, por el contrario, recuerden que el embargo se endureció, en el momento en que quizás se podía haber levantado, porque el régimen derribó las avionetas de Hermanos al Rescate. Es imposible para un país totalitario perder el enemigo. El “bloqueo” es la gran justificación y además lo que hace que el Gobierno sea considerado víctima del país más poderoso del mundo. Solo hay que mirar la historia. Pero ¿dónde se discute el embargo de los derechos y libertades que le tiene el régimen al pueblo cubano?
Es por eso que para los que conformamos la Agenda para la Transición, ha sido tan importante esta pequeña actividad -a pesar de lo caro que hubo que pagar el poder hacerla- pues podemos dejar fijada nuestra posición en el camino hacia la democracia. Agradecemos y mucho necesitamos el apoyo y la ayuda de todos los que quieran dárnosla, pero no se pueden cifrar esperanzas mirando hacia arriba o hacia los lados. Confiamos en que los cambios vendrán de adentro, quizás no seamos los que tengamos la fuerza para ello, pero más temprano que tarde se propiciarán. No viviremos 60 años más sin elecciones libres. Somos solo la punta del iceberg, pero las condiciones sociales, económicas y políticas están dadas para que se enfríe el agua y crezca el hielo.
Les reiteramos nuestro agradecimiento por habernos acompañado en esta humilde recordación, llena de tropiezos, y además el habernos permitido transmitir los criterios de la Agenda para la Transición, entidad de reciente creación que se organiza, crece y consolida y prueba de ello es su fuerza movilizativa.
Dios permita que el próximo año podamos tener una celebración digna de la fecha y como reza en el Artículo 3 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos: ¡Con derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de cada persona!
¡Qué por siempre quede viva la idea de las naciones del mundo de defender los derechos humanos!
Muchas Gracias.
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