Habana Vieja, La Habana, diciembre 4 de 2008, (SDP) Querido amigo: me alegraré que al recibo de esta carta te encuentres bien en unión de todos los sociales. Dale mis saludos a la pureta y a toda la family. También saluda a todas las niñas que están bajo tu control y diles que dejen de descarear y te suelten la pasta ya que sin ti no podrían jinetear a la cara como lo hacen en los hoteles 5 estrellas en La Habana donde tus conexiones te han costado varios años de sacrificios, entre ellos, tener que ponerla.
Yo por mi parte, estoy bien; aunque ya no soy el bacán que conociste. Aquí tengo que morder el cordobán, pues todo ya está inventado. Aquí te pegan un tiro si pretendes vivir de la droga y las putas. Todas las zonas y los sitios están controlados por pequeñas y grandes pandillas de bajo o alto nivel.
Si me ves, no me conoces. Me acuesto temprano y me levanto temprano. Y con suerte conseguí un trabajo con la ayuda de la yumeca. Vivo dentro de la Ley. Si no lo hago así, hubiera salido por el techo.
El español de la yuma mejoró y mi inglés también. Así que nuestra comunicación ha mejorado.
Pienso mucho en sacarte de Cuba. En el estado en que vivimos, ya es Ley que dos personas del mismo sexo se casen. No quiero que pienses que esta es una talla jorobá. Yo le metí mente en todas las posiciones. Averigüé mucho. La opción de cruzar el Estrecho de la Florida y enfrentarte a los tiburones es peligrosa. Es mejor que te lo “partan” a que se lo coman esos bichos. Por otro lado, ya tienes una edad que no despiertas ilusión en las turistas sexuales como para casarse contigo. Sólo puedes conformarte con unas noches de locura y los fulas que te regalan al final.
Yo estuve hablando del asunto con mi esposa, y está de acuerdo. La idea es divorciarme y luego, dejar que transcurra un tiempo prudencial y volver a casarme contigo.
Averigüé que todas las embajadas en La Habana piden pruebas de amor irrefutables e inaceptables. Pidieron fotos al principio, ahora piden videos que reflejen las relaciones sexuales de los supuestos enamorados.
La comunidad internacional quiere tanto a los cubanos, que siembra de obstáculos burocráticos la salida de los cubanos de la Isla.
Te hablo de hombre a hombre. Tú decides. Ya yo estoy aquí. La idea es que tú y yo nos casemos. Nadie en el barrio va a enterarse. Yo, divorciado y con ciudadanía estadounidense viajaría a Cuba y arreglaríamos los papeles. El problema es el video que piden. La embajada exige uno donde la pareja demuestre que su relación es auténtica. Que no se trata de un matrimonio por conveniencia. Y aquí se presenta el problema: Uno de los dos tiene que ponerse en cuatro. Yo le encontré la solución al asunto. Esta es, una moneda al aire y uno de los dos tiene que ponerse en cuatro. No hay nada en este mundo que se pueda obtener gratis. Todo tiene su precio. ¡Imagínate cuanto vale la libertad! Creo que es el tesoro más caro del mundo.
Convencí a mi esposa para que cuando todo esto termine, establecernos en Europa. Este país está asistido por el Príncipe de las Tinieblas.
Espero tu respuesta.
Un fuerte abrazo.
primaveradigital@gmail.com
Yo por mi parte, estoy bien; aunque ya no soy el bacán que conociste. Aquí tengo que morder el cordobán, pues todo ya está inventado. Aquí te pegan un tiro si pretendes vivir de la droga y las putas. Todas las zonas y los sitios están controlados por pequeñas y grandes pandillas de bajo o alto nivel.
Si me ves, no me conoces. Me acuesto temprano y me levanto temprano. Y con suerte conseguí un trabajo con la ayuda de la yumeca. Vivo dentro de la Ley. Si no lo hago así, hubiera salido por el techo.
El español de la yuma mejoró y mi inglés también. Así que nuestra comunicación ha mejorado.
Pienso mucho en sacarte de Cuba. En el estado en que vivimos, ya es Ley que dos personas del mismo sexo se casen. No quiero que pienses que esta es una talla jorobá. Yo le metí mente en todas las posiciones. Averigüé mucho. La opción de cruzar el Estrecho de la Florida y enfrentarte a los tiburones es peligrosa. Es mejor que te lo “partan” a que se lo coman esos bichos. Por otro lado, ya tienes una edad que no despiertas ilusión en las turistas sexuales como para casarse contigo. Sólo puedes conformarte con unas noches de locura y los fulas que te regalan al final.
Yo estuve hablando del asunto con mi esposa, y está de acuerdo. La idea es divorciarme y luego, dejar que transcurra un tiempo prudencial y volver a casarme contigo.
Averigüé que todas las embajadas en La Habana piden pruebas de amor irrefutables e inaceptables. Pidieron fotos al principio, ahora piden videos que reflejen las relaciones sexuales de los supuestos enamorados.
La comunidad internacional quiere tanto a los cubanos, que siembra de obstáculos burocráticos la salida de los cubanos de la Isla.
Te hablo de hombre a hombre. Tú decides. Ya yo estoy aquí. La idea es que tú y yo nos casemos. Nadie en el barrio va a enterarse. Yo, divorciado y con ciudadanía estadounidense viajaría a Cuba y arreglaríamos los papeles. El problema es el video que piden. La embajada exige uno donde la pareja demuestre que su relación es auténtica. Que no se trata de un matrimonio por conveniencia. Y aquí se presenta el problema: Uno de los dos tiene que ponerse en cuatro. Yo le encontré la solución al asunto. Esta es, una moneda al aire y uno de los dos tiene que ponerse en cuatro. No hay nada en este mundo que se pueda obtener gratis. Todo tiene su precio. ¡Imagínate cuanto vale la libertad! Creo que es el tesoro más caro del mundo.
Convencí a mi esposa para que cuando todo esto termine, establecernos en Europa. Este país está asistido por el Príncipe de las Tinieblas.
Espero tu respuesta.
Un fuerte abrazo.
primaveradigital@gmail.com
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