Los ejemplos sobre en lo que se emplea la ayuda destinada por el pueblo y el gobierno de USA a la democratización de Cuba, hablan por si solos. El Directorio Democrático inauguró su emisora radial, Radio República. Esta apenas cuenta con radio oyentes en Cuba, pero se nutre con la ayuda dirigida a esta. La emisora es ejemplo del precio que paga la oposición interna cubana, que ve a los suyos privados de lo más elemental.
Vienen a la mente periodistas independientes que hacen su trabajo sin el equipamiento elemental mínimo. Su pan de cada día es la negativa invariable de los ejecutivos de CubaNet, imposibilitados de pagarles de acuerdo con parámetros aceptados internacionalmente. Esto claro está, porque no tienen como ni con qué hacerlo.
Últimamente, se oye decir que este mismo Directorio fundará un periódico en Miami, (¡donde si no!). El nuevo diario, contará con el trabajo, (no pagado o mal pagado) de periodistas independientes residentes en Cuba. De mejorar a CubaNet que ya existe y cuenta con todo un aval de trabajo sistemático realizado, ni hablar.
El Centro Para Una Cuba Libre, financia un impreso intitulado ‘Sin censura’. La hojita en cuestión cuenta con un abultado presupuesto, superior varias veces al de CubaNet org. Sin comentarios.
La Universidad Internacional de la Florida (FIU) emprendió hace unos años un programa de estudios a distancia, dirigido a la Isla. Hasta el momento, el programa graduó a la Sra. Aleida Godínez (agente Vilma), Manuel David Orrio del Rosario (agente Miguel), a Claudia Márquez Linares y a nuestro colega Lucas Garve. Puede decirse que son los graduados más caros del mundo.
Dos periodistas honestos y dos agentes de la policía de Seguridad del Estado de Castro. Un empate risible y patético a la vez. En Cuba se sabe y se comenta, que no es precisamente FIU quien decide quien se gradúa y quien no.
Esta misma FIU patrocina estudios académicos sobre la Isla, perfectamente realizables in situ, desde Cuba. Los fondos con que podrían realizarse en la Isla, se quedan ‘allá’ en La Florida.
El Grupo de Apoyo a la Democracia (GAD) envía medicinas, alimentos y algún que otro equipamiento de forma muy esporádica. En la mayoría de los casos, se trata de una lotería que hay que ganar. Cuando se trata de los periodistas, parece ser requisito fundamental no discrepar con GAD y no expresar opiniones controvertidas.
Se dice que en los paquetes de GAD el mayor peso se corresponde con arroz, frijoles, azúcar blanca y refresco de limón de pomo plástico grande. Los mal pensados dicen que para que pese más. A esto súmese algunas latitas baratas de carne china, con mucho más preservante líquido que carne. Unas botellas de aceite comestible y unas pocas medicinas al borde de la fecha de vencimiento.
GAD también patrocina la edición de libros. Asume la edición y publicación de cuanto bodrio escribe el primer desertor del gobierno que aparece por allá. Estos llegan y son recibidos como héroes, luego de vivir como príncipes y disfrutar hasta el último instante de la Reserva sin fondo de su Comandante. También se publica lo de algún que otro amiguete. Han dado sus palos, como sucedió con lo publicado por Alcibíades Hidalgo, un material de indudable calidad. No todo es completamente adverso.
No se conoce ninguna gestión de GAD con el Proyecto de Bibliotecas Independientes de Cuba, para publicar libros de premiados o de talentos independientes ocultos en la Isla. Tampoco que se hayan acercado a escritores y periodistas independientes, que no sean de ‘la claque’.
Duele decirlo, pero muchas veces uno se siente entre la espada de Castro y la pared de Miami. Por supuesto, se trata del Miami de la politiquería barata y de los detentadores de las ayudas. El de los organizadores de soiree políticas. No el otro, de los luchadores honestos o de los simples cubanos que alientan con sus e-mailes y nos hacen llegar su solidaridad.
El largo brazo de ‘los grandes detentadores’ alcanza a la Isla, no así la ayuda que debía llegar. Cuando esto pasa, dividen, corrompen y crean contradicciones. Tanto dentro como fuera de Cuba, con ONG y embajadas. Como hasta la fecha han sido incapaces de crear instituciones de carácter trascendente, mueven el piso a lo que funciona con un mínimo de organicidad. Esto sucede desde con una asociación de periodistas que no sea exactamente la de su agrado, hasta con el grupo gestor de un club de escritores. Para esto sobran mediocres que cabildean la desunión desde la distancia. Zanahorias y garrotes no les faltan. Los casos de periodistas censurados o simplemente vetados o botados, (se ha dado el caso) no faltan.
Aunque nunca consiguieron crear algo trascendente, son capaces de organizar desde un desaire diplomático, hasta una bronca entre disidentes. Anda uno al acecho de la policía de Seguridad del Estado y además de lo que pueda caer desde esa gente, que no son ‘esta gente’, pero para el caso...
Se comportan como si la ayuda saliera de sus bolsillos y no del contribuyente estadounidense. Así disponen de ella.
Creo que esta es una de las cosas que debemos resolver de forma priorizada. Urge hacerlo como bien dice Peña en su trabajo, entre todos, pero con mucho respeto. Lamentablemente, no hay dos bandos como debió ser, parece que ciertamente hay tres. Esto también debe ser resuelto, sin pérdidas inútiles de tiempo, Cuba espera. Unas cuantas renuncias firmadas con discreción y elegancia, podrían ser una excelente forma de comenzar a recorrer la distancia en sentido inverso.
Lawton, 04/01/2008
jgonzafeb@yahoo.com
http://prolibertadprensa.blogspot.com/
1 comentario:
La "butuba" esta servida. Unos jamaran "inquico" y otros se quedaran con las ganas. Tantas quejas... A quejarse en la estacion de policia, o llorar en Maternidad. "La Bestia" dijo hace mucho tiempo, que jamas lo iban a tumbar con papelitos. El trabajo de escribir con tanta ilustracion y mesura ha probado ser inefectivo. debemos probar dandole caramelos.
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