En las mañanas del invierno de 1963-
Más puntuales que el cordero de Dios
Nos preparábamos
Para fortalecer a la clase obrera
Con nuestro dominio de las ciencias burguesas.
De esa amalgama de luces y escombros
Cenizas y diamantes
Salvo tu nariz diminuta como ceñida a un vidrio
Hago brillar tus ojos
Y creo que Woody Allen vestiría a Mia Farrow
Con el pullover negro de cuello de tortuga
Que tanto perfilaba tu suave palidez.
Más dulce que nosotros tú decías
Las palabras más graves con el tono
Más cándido
Y sorprendías sin abrumar: pedacito de fruta en mazapán
Ni las interminables reuniones nocturnas deshacían
El touch of class de tu delicadeza
Soñolienta o aterida era tu encanto
Como una trenza de emigrante
Sobre cierta sonrisa de novia de Tolstoy.
Cuando entonábamos en San Julián Put yours head on my shoulder
Tuya era la cabeza que ensoñaban mis hombros.
Cuantas veces no he podido escribir mi Tonio Kruger
Te he recordado cariñosa como una navidad
Luz que toda tristeza renace.
Sin embargo, Petite,
Hemos seguido vivos por más de 25 años en la misma ciudad
Fingiéndonos desconocidos por la ahora solitaria Ave.de Santa Catalina
De Carlos sé muy poco
Ramón hará ya 5 años que quedamos en vernos cualquier día
A veces por la calle algún gordo se me parece a Erkins
A los profesores de los llevó el viento
Yo no he viajado nunca y ahora sueño dormido
Que vuelvo muy temprano al Instituto.
La próxima vez que te vea, si queda una próxima vez,
Prometo saludarte pese al miedo entrar al intercambio de fantasmas
Sentarnos un buen rato a sufrir con sensatez.
(1989)
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