jueves, 17 de julio de 2008

ECONOMÍA: Los frijoles y los inventarios de Marino Paulino Alfonso





Lawton, La Habana, 17 de julio de 2008, (SDP) Como la onda agrícola no solo suena fuerte en mi patio sino en todo el mundo, me embulle y al igual que otros, hice mis reflexiones sobre el asunto. En Cuba, da para hacer un libro que por lo terrible, pudiera superar al Archipiélago GULAG.

En 1998, fui contratado por la extinta firma APISUN para depurar la Contabilidad en esa, una de las tres únicas empresas exportadoras del Ministerio de la Agricultura.
Entonces, parecía una tarea más de las que a diario había que cumplir en aras del empeño del antiguo presidente, por arreglar la destrozada economía cubana. Con el transcurso del tiempo, me percaté de la importancia que tiene en un país, la tierra y su cultivo. Esto incluye a las abejitas. También, lo creativo que tiene que ser un agricultor enfrentado a las inclemencias climáticas, a variaciones de precio en los mercados y en Cuba, a las Directivas del Máximo Líder. En fin, ser agricultor tiene más de estadista de lo que parece, incluye hasta relaciones exteriores.

Pues bien, ahora nos enteramos que mas del 40% de la tierra esta abandonada y que se toman todas la medidas (esto me suena sastrería) para entregarla al agricultor. Que hay que acercar los cultivos al pueblo, que no es rentable la movilización de cientos de miles de jóvenes y trabajadores para trabajar solo 4 horas y consumir más comida que la producen. En fin, como diría Celia Cruz ¡Tremenda Burundanga!

Dice un refrán, que mas vale tarde que nunca, pero en este caso, me parece que es muy tarde.

¿Por qué? porque habría que liberar las fuerzas productivas y dar capacidad de decisión
en todo y para todo al agricultor. Eliminar los planes descabellados, la burocracia política y administrativa que no ha hecho otra cosa que entorpecer el crecimiento del único rubro que Cuba tenia resuelto al 100 % en 1959, incluso en Birán.
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En una palabra hacer lo que el entonces ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y hoy general-presidente hizo hace 15años y que realmente garantiza una alimentación adecuada a la tropa, sin afectar las menguadas reservas civiles. Sinceramente, la intención es buena, pero como dicen los juristas, extemporánea.

Como ya me referí a los frijoles, voy para arriba de los inventarios de Marino.
¿Quien es Marino Murillo? Un buen economista, muy disciplinado y mejor informado de los problemas que afectan a la población de lo que sus subordinados puedan creer. Lástima que Alejandro Roca, el ministro de la Alimentación, no lo haya apreciado a tiempo para entregar la locura que era y es, ese ministerio, de donde procede Marino.

Lo que enfrenta el Sr. Murillo no solo son inventarios que durante 50 años crearon un mercado negro y por ende una corrupción tan grande que de haberla tenido los franceses o los polacos durante la ocupación nazi, Hitler no hubiera durado un año.

Los datos que el actual Presidente citó en su discurso, pegan bastante con los recibidos por el antiguo Presidente en 1989. Redactados por los entonces Ministros de Finanzas y Comercio Interior, fueron parte de la patada turística que les dieron a ambos, como premio. Reflejan (sólo, como ejemplo) que la ración de aceite, arroz y azúcar que se entrega al pueblo puede duplicarse cómodamente.

Sr. Murillo, si lo dejan verificar eso mismo que hizo en sus empresas, en los Centros del Instituto de la Reserva Estatal y en los Hoteles, esa ración se puede triplicar. Un consejo, no espere a enterarse por Radio Marti o Cuba Net o por una candida abogada, que en la Fábrica de Yogurt de Arroyo Naranjo, se robaron tanta leche en un año que hubieran alimentado todos los ancianitos de los asilos de la ciudad.

No defraude a los que sabemos que Vd., es inteligente, capaz y hasta donde se, honrado.
Tenga la audacia de ser justo y equitativo, ahora que puede realizar todo lo que hace más de 10 años soñaba hacer.

Atrévase, la audacia favorece al valiente, eso lo decía Saladino y no le fue mal
Hasta otra, si Dios quiere.
primaveradigital@gmail.com

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