jueves, 24 de julio de 2008

EDITORIALES/ No 30/ Escuchar al enemigo

En el trabajo de julio 19 publicado por CubaDebate, atribuido a Fidel Castro y que fue titulado ‘La educación en Cuba’, se afirma: “prestemos atención a nuestros enemigos y hagamos todo lo contrario de lo que desean de nosotros para seguir siendo lo que somos”.

Luego de esta joya de contumacia política, poco queda por comentar. Quizás especular sobre lo que quiso decir el autor de esas líneas. Nos referimos al verdadero. Ya dijimos que no creemos que Fidel Castro esté vivo. O al menos, que esté en condiciones de escribir algo más que su nombre y su apellido con menos de dos errores ortográficos. No sería racional y no queremos contribuir a la creación de leyendas que atenten contra la democracia y la felicidad del pueblo de Cuba.

Lo singular es la irracional afirmación de querer “seguir siendo lo que somos”. Veamos: ¿Qué son los actuales dirigentes políticos de la dictadura militar castrista? Existe un amplio consenso en Cuba, sobre que son una capa parasitaria y egoísta, negada a promover ningún cambio por miedo a perder prerrogativas y prebendas.

Otros consideran que son un grupo de incompetentes armados y aquejados de una soberbia irracional. Un grupo que ha destruido la infraestructura y la superestructura de un país que antes fue, próspero y promisorio destino migratorio.

En Cuba, muy pocos tienen una buena opinión del equipo de gobierno. Pueden definirse dos grandes grupos de opinión. Uno de ellos sostendría, que se trata de buenas personas aquejadas de una soberbia y una incompetencia incurables. El otro, se inclina por considerarles un grupo perverso, mal intencionado e incompetente. Todo el mundo coincide en un punto: la incompetencia.

Así las cosas, resulta muy preocupante que alguien haya tomado la decisión de publicar algo tan inconveniente y tan provocador, como el trabajo de marras que apareció en CubaDebate. Parece una burla o una provocación.

Esperemos que tanto CubaDebate, como el trabajo en cuestión, sean simples gajes de un oficio de sombras sin futuro. Una operación menor de alguna de las comunidades de espionaje cubanas. No importa si se trata del aparato del Partido Comunista, el del Ministerio del Interior o el de las Fuerzas Armadas, que para el caso, todo es lo mismo.

Ojala que les de por escuchar a tiempo al gran enemigo al que tratan de engañar y de continuar su explotación. Un enemigo ubicuo con muchos ojos y muchos corazones. Que ya comenzó a optar por ser libre. Ojala que escuchen al pueblo.
SDP

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