“A trabajar más, hasta el último aliento”, fue la moraleja del discurso del general Raúl Castro en la primera sesión ordinaria de la VII legislatura de la Asamblea Nacional. Como si por no trabajar lo suficiente, fuéramos los culpables de la desoladora situación nacional que esbozó, problemas demográficos incluidos.
No hizo falta que el presidente de los Consejos de Estado y de Ministros advirtiera sobre los riesgos de las falsas expectativas. Pocos las tienen. Los cubanos sabemos donde empieza y termina un chiste, por mal narrado que esté. Si algo no perdimos en este medio siglo de experimento totalitario, fue el sentido del humor. Sólo que no dan risa la extensión de la edad de las jubilaciones y los impuestos que se nos vienen encima.
Hoy se vuelve a hablar de perfeccionar el socialismo. Tal como cuando la ofensiva revolucionaria de 1968, que abolió el menor rastro de la propiedad privada en Cuba. Los viejos comunistas no estuvieron de acuerdo. El Máximo Líder contestó que no se construía el socialismo “con mentalidad de bodegueros”. Se proponía saltar etapas históricas y rasgos inherentes al ser humano para construir simultáneamente el socialismo y el comunismo.
Casi 20 años después, el Comandante en Jefe rectificaba “errores y tendencias negativas” mientras el imperio soviético comenzaba a crujir. “Ahora sí vamos a construir el socialismo”, aseguró a los anonadados cubanos. En vísperas del Período Especial, descubrieron que no sabían qué rayos habían hecho durante más de tres décadas
Ahora, el general-presidente, luego de declararse admirador de la gran empresa estatal socialista, admite que varias formas de propiedad y producción “pueden coexistir armónicamente, pues ninguna es antagónica con el socialismo”.
¿Será cierto aquello de que el comunismo es el camino más largo para regresar al capitalismo?
Como parte del paquete, el viaje incluye monopolios estatales, piñatas desaforadas, socialismo de mercado y capataces que juegan a la ruleta rusa mientras ponen caras de chinos.
Parece que, en el intento (una vez más) de perfeccionar el socialismo, estamos prestos a alzar vuelo rumbo al capitalismo…de estado y sin democracia.
SDP
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