Arroyo Naranjo, La Habana, 31 de julio del 2008, (SDP) Suena necrológico. Sepultura fue al mausoleo. Con la obsesión por la muerte y los muertos del brutal metal rock, pudiera ser buen título para un disco.
Los integrantes de la banda brasileña de rock Sepultura estuvieron en Santa Clara, y aunque no pudieron tocar, cumplieron su viejo sueño de visitar el mausoleo que guarda los restos de Che Guevara y sus guerrilleros en esa ciudad del centro de la isla. Andreas Kisser, guitarrista del grupo, dijo que fue “una experiencia impactante”.
Los que no pudieron cumplir su sueño de ver tocar a Sepultura fueron los freakies villareños. Los que no peregrinaron al concierto de la Tribuna Antiimperialista de La Habana, se quedaron con las ganas de aullar y cabecear en un concierto de rock “de verdad”.
El concierto, uno de los dos que Sepultura ofrecería en Cuba, se suspendió por problemas técnicos. Anunciaron con días de anticipación (los suficientes como para resolver “los problemas”) que no habría actuación en Santa Clara. Sólo habría el concierto del Protestódromo en La Habana. Los que “velan” por la cultura no tenían muchas ganas de que hubiera concierto de Sepultura en Santa Clara. Sus razones tendrían.
Los rockeros brasileños prometieron que volverán el año próximo a Cuba para tocar en Santa Clara. Eso, si no hay problemas técnicos y “los que velan por la cultura” lo permiten. Hasta entonces, los freakies villareños tendrán que conformarse con la modesta actuación de alguna banda nacional en El Mejunje. Su director, Ramón Silverio, cuando no tiene trovadores, boleristas o travestis a mano, incluye el rock en la programación del trasgresor local.
Los freakies hubieran agradecido infinitamente más su visita que Che Guevara de estar vivo. Al revolucionario argentino no le hubieran hecho ninguna gracia los tatuados visitantes. Hubieran resultado demasiado estridentes, extravagantes e ideológicamente desviados para su gusto jacobino. A Che Guevara no le gustaba el rock and roll, sino las milongas de Atahualpa Yupanqui. Lo más probable es que hubiera ordenado que los pelaran y los enviaran a cortar caña a un campamento de las UMAP. Estar encerrados tras las alambradas hubiera sido también “una experiencia impactante” para los contestatarios antisistema rockeros brasileños.
Hace unos años, el concierto en La Habana y la visita al mausoleo de Santa Clara hubieran sido impensables. Pero estos son tiempos posmodernos. Los músicos de Sepultura son ricos y famosos, tocan con velocidad de vértigo, cantan como perros malgeniosos y se drogan. Además adoran a Che Guevara.
En un mensaje electrónico, me pregunta Félix Rojas, un amigo que consuela su exilio español con la poesía, los discos de Red Hot Chilli Peper y los recuerdos de los viejos amigos de Lawton, si la visita de Sepultura traería un poco de felicidad a los freakies cubanos.
No supe que responder. Es probable que sí. ¡Es tan poco lo que tienen! Ya no hay Patio de María. El festival de Alamar ya no es de rock, sino de hip-hop. La policía no pela a los freakies, pero los hace blancos de sus operativos y los expulsa de los parques. Para colmo, una asociación artística estatal pretende robarse el rock. Su principal oferta es la perrera de la banda pinareña Tendencia. Sus ¿músicos? son miembros de la Brigada Hermanos Saíz, visten de camuflaje y cuando viajan a Caracas, dicen ser “soldados de la revolución”.
Si los decibeles de Sepultura no hicieron felices a los freakies habaneros (la felicidad nunca es completa), al menos les permitió “coger un diez”. La pasaron en grande con el concierto en el Protestódromo la noche del sábado 19 de julio. Valió la pena aguantar los dos chubascos y esperar hasta después de las 10 de la noche.
Los freakies acudieron en masa y entusiastas, por millares, sin que los convocara el Partido Único o las organizaciones de masa.
Los fanáticos echaron de menos en el concierto a Igor y Max Caravela. Los dos hermanos y el guitarrista Andreas Kisser fueron los que crearon el grupo a finales de los años 80. De los integrantes originales de Sepultura sólo queda Kisser. Lo acompañan el bajista Paulo Junior, Jean Dolavella en la batería y el cantante Derrick Green.
Pero los protagonistas del concierto no fueron los músicos de Sepultura sino los freakies habaneros. Erizados de pinchos, con piercings, tatuajes y camisetas negras… Rugieron con la banda en “Territory” y “Refuse, resist”. Agitaron la pelambrera, trashearon, tocaron guitarra en el aire y bailaron embistiéndose con los codos y los hombros. Lo usual en un concierto de rock. Sólo que los conciertos de bandas de rock famosas no son usuales en Cuba. De ahí el enjambre de policías con las tonfas listas para proteger “el orden ciudadano”.
“En nota” (dicen es el mejor modo de “descargar” en un concierto de rock de metal extremo) no se repara demasiado en policías. Ni siquiera en La Habana. Sólo lo necesario. Las anfetaminas pasaron bien escondidas. El alcohol en botellas plásticas (la policía no permite pasar botellas de cristal a los espectáculos públicos). La marihuana quedó para la madrugada en el Malecón. Para un freakie que se respete, un concierto de Sepultura (o lo que queda de la banda) en La Habana, bien vale el riesgo de fumarse un pito.
luicino2004@yahoo.com
1 comentario:
En primer lugar te equivocas al decir que Andreas Kisser fué miembro fundador de Sepultura. Porque Él entró para el album Schizophrenia y para ese entonces, Sepultura ya tenían editados "Morbid Visions" y "Bestial Devastation".
El que sí está desde el principio es el bajista, Paulo Pinto.
En segundo lugar, quería decir que me alegra sobremanera que hayan tocado Sepultura en Cuba. Fíjate que el show fue gratuito y la banda no cobró por su presentación.
En tercer lugar, dudo mucho que los metaleros cubanos no la hubieran pasado en grande con el concierto, porque los que hemos visto a Sepultura (me refiero a éstos, los que fueron a Cuba) sabemos que ellos se entregan 100% en sus presentaciones y que en toda la presentación lo único que hay es ENERGÍA Y BRUTALIDAD PURA.
En cuarto lugar, quería hacer una aclaración sobre el uso de drogas entre los miembros de Sepultura.
Pues la verdad no sé si todos consuman, pero Derrick Green (el vocalista) no lo hace, porque Él lleva un estilo de vida muy sano (hace ejercicio, es vegetariano, etc)... Puede ser que los otros 3 sí lo hagan, pero no debes generalizar.
Por último, veo que quieres hacer quedar mal a la policía cubana, como si ellos fueran los peores del mundo. Cuando la verdad es que en todas partes, por lo menos en latinoamérica, la policía es una mierda absoluta. En todo concierto de rock/metal, se meten para joder a los asistentes. Los agreden verbal y físicamente.
Talvez puedas decir que Cuba vive en una dictadura y que yo no sé como es eso, pues te comento que yó vivo en una dictadura escondida y enmascarada y eso es mucho peor, porque no sabes quién es quién y tampoco sabes qué puede llegar a pasar. En mi país matan decenas de campesinos, sindicalistas, estudiantes e indígenas diariamente y el gobierno lo único que hace es callarse.
No defiendo al gobierno de Cuba, pero tampoco me parece que sea el único mal gobierno. Es más, quisiera saber en dónde hay un buen gobierno.
Por último, quiero presentar mis respetos a los cubanos por resistir al absurdo bloqueo impuesto por USA.
¿Quién sabe qué hubiera pasado si nunca hubieran tenido que soportarlo?
¿Será que por eso el gobierno gringo los trató de aniquilar?
Lo único que me alegra es que ahí siguen, como dice una canción de Sepultura "REFUSE And RESIST"...
¡¡¡RISE UP. RISE UP... SEPULNATION!!!
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