Arroyo Naranjo, La Habana, junio 5 de 2008 (Semanario Digital Primavera) El arroz tiene la primacía en la cultura culinaria criolla. El cubano promedio consume diariamente un aproximado 300 a 400 gramos de arroz, en cualquiera de las variantes de su extenso recetario. Esto explica que las siete libras recibidas por persona de forma normada, dos de ellas a precio diferenciado (0.90 peso cup), alcanzan solamente para los primeros diez días del mes.
La administración raulista tiene como meta incrementar la producción de arroz en el próximo quinquenio en más de un 50%. Pedro Álvarez, presidente de la empresa Alimport, desmonta los rumores sobre la escasez del grano, dejando claro que el arroz distribuido mediante la libreta de abastecimiento está garantizado en lo que resta de año.
Según los titulados economistas del oficialismo, el costo de producción de una tonelada de arroz en Cuba, desde la plantación del grano hasta su acopio, es de doscientos dólares. El rendimiento promedio por hectárea es de cuatro toneladas acopiadas por año.
Las acciones van encaminadas en reanimar la producción nacional de arroz con alta participación de campesinos, principales suministradores del arroz criollo. El Estado se ve obligado a mantener los subsidios a la población a un costo de 600 millones de dólares anuales, aún cuando está sujeto a una escalada en el precio de los alimentos a nivel mundial y a los que impone el mercado informal.
El economista Ariel Terrero Font, en su acostumbrado espacio sobre temas económicos en la revista televisiva “Buenos días”, dijo que en el año 2003, Cuba logró acopiar 715 mil toneladas. Cuatro años después, en el periodo 2007, sólo se cosecharon 410 mil toneladas con un decrecimiento del 4%.
En la semana del 18 al 25 de mayo, ante la incertidumbre de un posible incremento del precio del arroz, su venta liberada se agotó. Esto trajo como consecuencia que el precio del arroz en el mercado informal se disparara de 4 a 8 y hasta 10 pesos cup en municipios como San Miguel del Padrón y Arroyo Naranjo, en la Capital.
A medida que el grano en discordia empiece a escasear en establecimientos y bodegas, el llamado “mercado negro”, ilegalmente abastecido con productos y materias primas del Estado, puede tomar el control sobre el precio del arroz.
A principio de los 90, en el inicio del periodo especial, la libra de arroz se conseguía en “bolsa negra” al precio de cincuenta pesos cup, equivalentes a dos pesos cuc con el cambio actual.
Para el campesino no era factible venderle la cosecha al Estado. Acopio sólo pagaba siete pesos por cada quintal de arroz (cien libras), aún cuando los productores tenían que costear la urea, los pesticidas y las semillas. Hoy estos pequeños agricultores reciben de acopio 2.80 pesos cup por cada libra de arroz cosechada, lo que les reporta aproximadamente 2 120 pesos de ganancia si se cumple el “costo teórico” de una tonelada a producir en Cuba.
No obstante, Cuba importa el 80% del arroz que consume. Aproximadamente la tercera parte del arroz importado proviene de los Estados Unidos, país que a pesar de mantener el embargo a la isla, excluye dicho rubro de las sanciones.
Para el 2009, Vietnam prevé comercializar con Cuba 400 mil toneladas de arroz, cifra que se ajustaría a los precios actuales. El Grupo de Leche y Arroz fue excluido por su carácter disfuncional del gremio empresarial del Ministerio de Agricultura. No sabemos hasta cuando el Estado mantendrá subsidiado el arroz, ahora que el precio de la tonelada subió de 285 a 1 000 dólares en el mercado internacional, para un incremento del 76% a finales de abril de 2008.
Por el momento, la variante es acaparar todo el arroz que se venda de forma liberada. Quizás la primacía del grano se vea amenazada por un mercado informal que asuma de forma descontrolada su política de precios. Entonces, la harina de maíz o las viandas, podrían ocupar un lugar de privilegio en la mesa cubana.
odelinalfonso@yahoo.com
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