jueves, 12 de junio de 2008

Los rehenes de La Condesa, Juan González Febles



Lawton, La Habana, junio 12 de 2008 (Semanario Digital Primavera) Entre los más de dos centenares de prisiones inauguradas por el régimen revolucionario de la familia Castro, desde 1959, una de las más especiales es La Condesa. Situada en La Habana, siempre ha sido un espacio de favorecidos en desgracia. La etapa superior del presidio en Cuba. El espacio destinado para que la gente ‘a bien’ sufra, aunque no demasiado.

En un principio fue prisión militar, pero desde hace un tiempo, La Condesa es la prisión destinada a los extranjeros que se ven atrapados en el laberinto penal cubano. Esa pobre gente, aunque disfruta de privilegios en relación con la población penal nacional, (son extranjeros, santa palabra) es esquilmada sin piedad junto a sus familiares, por el gobierno cubano. Este se vale para ello de los abogados de la llamada ‘Consultoría Internacional’, entre otras vías. Lejos de sus familias y en un medio ajeno y hostil, el gobierno de la familia Castro los explota sin piedad.

Esta lucrativa fuente de ingresos se nutre de esa categoría de extranjeros, que no son importantes para sus respectivos gobiernos. Se sostiene a partir de las peculiares interpretaciones que puede tener la ley, en un estado sin ley y sin derecho.

Para que se tenga una idea, están bajo la autoridad omnímoda de un estado que fusila a tres jóvenes negros en menos de seis días, juzgados sin las garantías procesales mínimas. Un reino concebido para policías abusivos, fiscales sin compasión, jueces complacientes y abogados cómplices.

Las maneras que un ciudadano extranjero cae en la telaraña de La Condesa son múltiples y diversas. Los hay como el hindú Dasbinder Singh condenado a ¡20 años de prisión!

El señor Singh fue víctima de la confabulación de policías, fiscales e incluso abogados. Le fabricaron una causa de Corrupción de menores y Abusos lascivos. Le involucraron en estos delitos infamantes a partir de declaraciones y denuncias obtenidas por la Policía Nacional Revolucionaria con la colaboración de familiares de las víctimas dispuestos a allanarse y no presentar cargos si se les hubiera entregado 1000 USD, según afirma Singh.

Facilita que se produzcan situaciones como esta el hecho que, al igual que hacen las embajadas cubanas a lo largo del mundo, la Embajada de La India en La Habana, entre otras, no se ocupa por defender a sus nacionales ante situaciones de esta índole.

Singh, fue arrestado en noviembre de 2002. Al cabo de un dilatado proceso en que la Consultoría Internacional, cobró jugosos honorarios (10 000 USD) en moneda libremente convertible, fue condenado en la Causa # 28 de 2004, por Corrupción de Menores y Abusos Lascivos. Posteriormente Singh, contactó a la ilegal Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN) y tal y como fue advertido, ‘apareció’ otra causa, esta vez Tráfico Internacional de Drogas en 2004. Esta es la número 540 de 2004.

Otro caso significativo es el del Sr. Rafael Bustamante Bolaño. Este señor afirma ser un ciudadano colombiano, que decidió venir a Cuba a divertirse desde los Estados Unidos. Fue sancionado en la causa 379 de 2003 por un supuesto delito de entrada ilegal al país con pasaporte falso y Tráfico Internacional de Drogas. Luego de pagar 10 000 USD al abogado de la Consultoría Internacional, fue condenado a una cadena perpetua y quince años de prisión. Todo sin evidencias y a partir de pruebas circunstanciales según declaró a este reportero.

A diferencia del Sr. Singh, la embajada colombiana en La Habana si asiste y apoya al Sr. Bustamante. Pero no es suficiente. Se requiere un compromiso mayor y una determinación que no deje dudas a las autoridades carcelarias cubanas, sobre la posición a asumir por parte del gobierno de Colombia. El mensaje debe aclarar, que no abandonarán al compatriota en apuros. Quizás el más serio apuro que alguien pueda imaginar.

El negocio está montado por la antes mencionada ‘Consultoría Internacional’, con la participación de “juristas” revolucionarios, algunos ampliamente conocidos por nuestro pueblo. Entre ellos, los artistas del derecho que integran, cada vez que se hace necesario el elenco del estelar ‘Mesa Redonda’ en la televisión oficial. Estos son entre otros, el rollizo Dr. Fernández Bulté, el Dr. Fernando Dávalos y el Lic. Roberto González Sehwerert, hermano de uno de los cinco espías convictos en los Estados Unidos. A este último, su vínculo familiar le concedió un acelerado ascenso en la jurisprudencia castrista. Los honorarios de estos profesionales del Derecho, superan con creces los de sus colegas a escala interna. Cobran honorarios del orden de los cientos y los miles de pesos cuc.

Singh y Bustamante en fecha reciente fueron trasladados al área especial de la Prisión de Guanajay en la provincia Habana. Muchos opinan que fueron separados del resto de los internados de La Condesa, por haber acudido en busca de ayuda a activistas pro derechos humanos y periodistas independientes. Se dice que las autoridades no quieren que se de publicidad a sucesos de esta índole.

Otros ciudadanos de otras regiones y países a lo largo del mundo, están secuestrados e igualmente abandonados a su suerte por sus respectivas embajadas. Se conocen casos de colombianos que a partir de estar requeridos por la DEA norteamericana, les tienen condenados sin pruebas. Lo están sólo porque la DEA les busca.

Estas personas, incluso en los Estados Unidos y buscados por la DEA, son inocentes hasta que la DEA demuestre a un Tribunal competente su culpabilidad, y este les condene. En Cuba no, ya son culpables. Parece ser que este es el único país ‘soberano’ en que las acusaciones de la DEA son ley. Bueno, sólo algunas…

Los sostenes de que haya rehenes internacionales en Cuba, son la voluntad política del gobierno cubano y los bien pagados ‘juristas’ de la Consultoría Internacional. Esperemos que Singh, Bustamante y otros prisioneros abandonados no tengan que esperar por la democracia y la libertad del pueblo cubano para que se les haga justicia.
jgonzafeb@yahoo.com

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