jueves, 19 de junio de 2008

Ejercicio abusivo de la potestad soberana.Laritza Diversent Cámbara






Arroyo Naranjo, La Habana, junio 19 de 2008 (SDP) El Estado nacional es el que ejerce dominio sobre un territorio. Su característica distintiva es la soberanía. Este poder le da derecho a tomar decisiones y a resolver conflictos en el seno de una jerarquía política.

Es el reconocimiento, nacional e internacional, de que su autoridad gubernativa es suprema. Implica independencia de los poderes externos y dominio sobre los grupos internos.

En el plano nacional proporciona un marco de ley y orden en el que su población pueda vivir de manera segura. Su presencia en la vida de los ciudadanos se justifica cuando responde por una amplia gama de asuntos sociales.

Esta situación dio origen al concepto de Estado de Bienestar. El gobierno, cubano desvirtuó esta concepción. Se atribuyó además el derecho de regular y controlar pensamientos y opiniones.

El Estado además, se provee de las condiciones necesarias para su supervivencia. Un modo de lograr este objetivo consiste en eliminar la disensión interna. No obstante, el disenso es resultado lógico del pluralismo político de las sociedades modernas.

Desde este punto de vista, la autoridad que la nación ejerce sobre los ciudadanos se opone directamente con su expresión política. La persecución y hostigamiento no son métodos para combatirla. Este es el medio que utilizan regímenes estatales donde el gobierno suplanta y ejerce todo el poder del Estado.

La soberanía estatal en Cuba la ejerce el Consejo de Estado
. Órgano que tiene la autoridad suprema del poder público. De hecho lo sustituye. Sus facultades constitucionales le permiten en la práctica, vigilar y reglamentar todo el espacio de desarrollo sociopolítico y económico de sus ciudadanos.


Su autoridad deriva de la Constitución que le delega todos los derechos de actuación externa. El articulo 89 reconoce que el Consejo de Estado, “(…) a los fines nacionales e internacionales, ostenta la suprema representaron del Estado cubano”

La situación de poder que confiere la misma no es ilimitada. Generalmente las constituciones se reservan una cuota del mismo, para establecer un sistema de contrapesos y frenos, como criterio básico para evitar excesos y abusos.

El Consejo de Estado no tiene límites constitucionales para ejercer el poder. Centraliza y subordina a su mando todas las funciones de la organización política nacional. De esta forma, hace que todo el sistema institucional dependa de un centro de poder único.

Es por ello que los miembros de esta institución política son a su vez parlamentarios, forman parte del ejecutivo y son dirigentes del único partido legal existente. En la práctica son Estado y gobierno.


Su doctrina mantiene con fuerza la unidad indivisible de la potestad soberana del Estado. Esta concepción le permite a la elite tener y concentrar el poder absoluto. Al pueblo por el contrario, lo deja completamente desprotegido y vulnerable ante los excesos y abusos del gobierno.

El reconocimiento de límites y contenido de la soberanía, en las actuales condiciones, evita coaliciones de intereses nacionales. En este sentido la buena fe y el no abuso en el ejercicio del poder del Estado, son pilares fundamentales.

Esto significa que la soberanía estatal debe ejercerse de acuerdo con los intereses y propósitos de la mayoría social. Es no apartarse de lo que dicta el sentido común. No buscar glorias personales en detrimento del bienestar general. Es respetar los derechos humanos y las libertades fundamentales.

Para el gobierno cubano “la no ingerencia en sus asuntos internos e igualdad soberana” es que los miembros de las Naciones Unidas ignoren la obligación que asumieron de no ayudar a un gobierno sancionado por violar los derechos humanos de sus nacionales, como lo ha sido Cuba.

No les importa la situación internacional: La globalización de la economía mundial; la movilidad de personas y capital; la penetración y desarrollo tecnológico de los medios de comunicación. Estos son factores que han obligado a rediseñar el concepto de potestad soberana.

Ante estos eventos se cierran. Crean una barrera protectora que impide que el pueblo alce su voz y conozca como el mundo evoluciona y se desarrolla. En la isla, se vive dentro de una capsula detenida en un tiempo antiguo, sin válvula de escape.

Le temen al escenario internacional. Este limita la libertad de acción de los estados asociada en otros tiempos a la soberanía. En sus planes de gobierno nunca estuvo aceptar limitaciones a su poder. Mucho menos, si benefician a la población y desarrollan la democracia.

El concepto clásico del estado como entidad que goza de soberanía absoluta e ilimitada, paso a la historia. A esta realidad el gobierno de los Castro no acaba de adaptarse. Su dominio, en casi medio siglo muestra como ejerce su soberanía sin tener en cuenta principios universales como la buena fe y el no abuso del derecho.
laritzadiversent@yahoo.es

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