La revista Bohemia en 1957 publicó la foto de este ‘combatiente’ de Acción y Sabotaje del Movimiento 26 de julio. Este señor quedó en tan patéticas condiciones luego que la bomba que preparaba le explotó entre las manos. Cumplía una orden emitida por la jefatura del movimiento. Esta orden criminal fue dirigida contra el pueblo de La Habana. Se trataba de ‘Las tres C’. Esto era: 0 compras, 0 cine, 0 cabaret.
Para impedir que el pueblo de la capital viviera una existencia normal se recurrió al terror. Muchas víctimas inocentes sufrieron daños irreparables producto de la orden criminal impartida a terroristas de la misma catadura de este mutilado. La lista es larga, quizás demasiado. Urselia Díaz Báez, Oscar Lucero, Enrique Hart, Sergio González alias ‘el curita’, Julio Camacho y un lamentable y patético etc.
La orden fue impartida por la jefatura máxima del movimiento 26 de julio. El jefe de este movimiento, que hoy clasificaría como organización terrorista fue, en el momento de los hechos: Fidel Castro Ruz.
Redacción SDP
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