Prisión de Canaleta, Ciego de Ávila, junio 26 de 2008 (SDP) En mí se concreta lo que el sabio cubano, Don Fernando Ortiz denominó ‘Ajiaco criollo’. Por línea materna, mi abuelo era montañés de Santander y mi abuela provenía de las Islas Canarias. Por ascendencia paterna, mi abuelo fue mestizo al igual que yo, con uno de sus ascendentes, vizcaíno. Mi abuela por su parte, era hija de esclavos africanos. ¡Tremenda mezcla!
Hoy, si pudiera me cortaría las venas y sangraría toda esa sangre española para verterla en una letrina y sólo dejar en mis venas la sangre africana. Siento un entrañable orgullo por mis ancestros africanos que bajo el infamante yugo de la esclavitud no cejaron en su lucha por la libertad.
Si me veo obligado a manifestarme así, es por la actitud infame del gobierno del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de España en la Cumbre de la Unión Europea (UE). Allí, hicieron prevalecer los intereses de los empresarios hoteleros españoles y comparsa, por asegurar el oprobioso y muy barato turismo sexual hacia la mayor de las Antillas. Sobre los derechos e intereses de la dignidad de la persona humana, de los cubanos.
Como reza el viejo refrán, ‘no hay mal que por bien no venga’. Esta felonía del gobierno español nos sirve de acicate en nuestra noble y digna lucha civilista por alcanzar la añorada y bien sufrida transición democrática hacia esa Cuba, que sea efectivamente “Con todos y para el bien de todos”.
El trágico drama cubano es un problema nuestro, de nosotros los cubanos. No tenemos que esperar por los norteamericanos, los rusos o por los marcianos. Como los mambises, debemos hacer lo nuestro. Hacerlo como ellos que no esperaron por nadie para dar la orden de: “¡A degüello!”
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1 comentario:
Tú eres cimarrón, por eso tienes cojones. Cuando todas las puertas se hayan cerrado, entonces conquistaremos la libertad con el filo del machete. Recibe un abrazo y, cuando yo sea grande, quiero ser como tú.
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