jueves, 12 de junio de 2008

El tirano tiene miedo, Luís Tornés Aguililla




París, Francia, junio 12 de 2008 (Semanario Digital Primavera) La « Agenda para la transición » será, junto a otras iniciativas de otros cubanos, un elemento constitutivo de lo que nuestra nación dentro y fuera de Cuba necesita para plantarle cara al régimen allá en La Habana y a sus cómplices mercaderes en el mundo entero.

Observemos las maniobras florentinas de Raúl dándoselas de pragmático, de cubanazo, de sentimental y de tolerante ( esto último a través de Mariela y su comparsa ) pero sin nunca acercar su acción política a nada que vaya en dirección del respeto del libre albedrío del cubano.

Libertad para comunicarse por internet : ¡ nada de eso !.
Libertad para salir de Cuba y entrar a ella : ¡ nada de eso !.
Libertad para editar o para hacer periodismo : ¡ nada de eso !.
Libertad para fundar una empresa : ¡ nada de eso !.

La metodología del régimen se podría resumir en :
incomunicación máxima de los oprimidos.
control total de la capacidad financiera de los oprimidos.

Raúl está consciente de que ante él hay más o menos entre 10 y 12 millones de personas en espera de la más mínima grieta para salir definitivamente y en forma de alud de una terrible realidad. Por esa sencilla razón, Raúl y su gente tienen miedo y tan temerosos están ésos, como Lage y el Felipe Pérez con sus respectivas cofradías.

Por eso no ponen en libertad a los presos.
Por eso todo es control, chisme de arrabal, filmaciones y tardíos eructos fascistas.
Por eso van envueltos en el vaho de la « cloaca máxima » como si la historia los llevara a la velocidad de la luz por un enorme caño del cual sólo podrán salir, de pies a cabeza, embarrados de sangre e inmundicias.

Como dicen los tipos que lanzan cohetes al cosmos, la « ventana de tiro » de La Agenda se sitúa en ese contexto desfavorable para los liberticidas de La Habana y al cual se agregarán como una magistral matástasis la crisis alimentaria mundial, el lío con el petróleo, las dificultades electorales de Chávez, los referendums en Bolivia, el fuetazo que en los próximos días le darán otra vez a las asesinas FARC en Colombia y en fin, todo lo que este mundo trae de complicación para un poder omnímodo que gobierna gracias al terror.

Raúl sabe que no hay pan pa’la cotorrita.

Hasta este monte en que vivo me llega la noticia de que muchos jóvenes de Morón (Camagüey ) se muestran rebeldes y no quieren trabajar « pa’l gobierno » y llegan otras noticias en cuanto a la incapacidad de fondo del Estado para mantener un asomo de equilibrio social en el país.

Porque no están programados para existir en un contexto democrático, los servidores de Raúl tienen que gastar las verdes y las maduras para mantenerse a flote porque la banda armada está fragilizada políticamente.

Sigamos junto con el pueblo cubano, para que a la banda armada no le quede otro remedio que entregarse a la legalidad de la República.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estimado Luis;

La banda armada no sólo es frágil políticamente, sino que también lo es militarmente. Una anécdota: En Cuba republicana, se conmemoraba el Día de los Reyes Magos, con una repartición de juguetes; particular, si la hacían los padres, y pública, si era el Gobierno quien repartía. Desde el día antes, empezaba a formarse una fila de personas frente a la puerta Este del Palacio Presidencial, para recibir los regalos. En 1959, ya hacía varios días que Batista había huído, y Fidel seguía escondido en Santiago, pero la fila permanecía esperando los juguetes, y nada sucedía; al fin, a algún genio criollo se le ocurrió correr la voz que el reparto de juguetes había comenzado: Ya están dando juguetes... se repitió una y mil veces... y el pueblo se tiró a la calle en tumulto. Lo que no se hizo por patriotismo, o por una idea política se consiguió por el interés mezquino de un juguete barato. ¿Qué pasaría, si corre la voz en la Habana, que se están regalando paquetes de arroz y latas de jamón en el Parque Trillo? Nadie debe creer que un ejército comandado por septuagenarios puede ser efectivo en combate. Esa situación es el producto de la desconfianza que se tiene de la oficialidad joven. También puede ser que esa oficialidad no esté preparada para asumir el comando y el control de las fuerzas. Las fuerzas de seguridad están entrenadas para reprimir o masacrar al pueblo, pero no están preparadas para combatir.