jueves, 3 de julio de 2008

POLÍTICA, Autoritarismo castro comunista, Laritza Diversent Cámbara





Arroyo Naranjo, La Habana, julio 3 de 2008, (SDP) La Constitución de la Republica en su artículo 5 reconoce al Partido Comunista de Cuba (PCC) como la “fuerza dirigente superior de la sociedad y el Estado”. Núcleo de su sistema político y de todas las organizaciones estatales.

Los castristas argumentan que el reconocimiento constitucional del papel dirigente del PCC es una cuestión puramente formal. Afirman que el partido existe y funciona desde la década del 60, momento en que no necesitaron constitución para lograr ser fuerza regente.

Según ello no es esencial el lugar que ocupe el partido dentro del sistema político. Sin embargo, reafirman que ya inscrito en la Ley Suprema, no lo quitaran. Evidentemente tratan de desvirtuar la trascendencia política jurídica del reconocimiento constitucional del partido.

Esto implica la vigencia exclusiva del monopartidismo. Relega a un segundo plano el papel del Estado como rector y garante de la sociedad. Justifica la intervención del partido en todos los aspectos de la vida política del país.

Significa la prohibición del pluralismo fuera del castro-comunismo. Es decir, pueden existir otras organizaciones; pero estas deben ser fieles a la doctrina marxista- leninista. Lo que realmente se impide es la actividad política organizada al margen de los dictados del PCC. No admiten igualdad con otros partidos.

Los castristas conciben al Estado como una entidad administrativa incapaz de dirigir política y económicamente a la sociedad. Consideran que el fortalecimiento del Estado sólo conduce a su perpetuación, pues, bajo el comunismo este debe desaparecer.

El PCC no dirige al Estado, lo sustituye. Es quien determina cual es la labor de las instituciones estatales y controla su actividad. Dentro de estas se incluyen los órganos de representación popular.

La intervención del partido en el gobierno presupone, la reunión de los dirigentes del PCC, en el centro máximo de poder público. Es que la Élite partidista asuma personalmente las atribuciones de los órganos del Estado.

La intención es que el sistema estatal dependa de un centro único de poder. Por esta razón los dirigentes históricos del PCC tienen cargo en todos los órganos superiores del Estado: Asamblea Nacional del Poder Popular, Consejo de Estado y Consejo de Ministro.

El reconocimiento constitucional del PCC lo que implementa es un sistema fundado en el principio de autoridad. Esto es autoritarismo puro. Determina que las actividades sociales, políticas, económicas, culturales y espirituales se hallan supeditadas a los intereses particulares de los dirigentes del castro comunismo.
laritzadiversent@yahoo.es

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