La Habana, 3 de julio de 2008. (SDP) Me gusta leer los artículos que Alejandro Armengol publica en el periódico El Nuevo Herald de Miami. Claro, que la mayoría de las veces eso no es posible, porque aunque La Habana y Florida están sólo separadas por un estrecho, no siempre lo cerca está cerca.
Y aunque estamos en la era de la informática, y la frase de que el planeta es una aldea global se haya hecho famosa, lo cierto es que en Cuba eso no es tan así.
Pero pude leer el artículo del colega Armengol publicado el 23 de junio, que él tituló “El exilio del despilfarro”. Y existen dos o tres cosas específicas de ese trabajo a las que quiero hacer referencia. Entre ellas Radio Martí y la prensa independiente de la isla.
Armengol afirma que esa emisora gubernamental se ha lanzado a la campaña del republicano John McCain para presidente, y asegura que de esa manera “…se entra en un campo más parecido a una elección en una república bananera que al tipo de proceso electoral que se supone se desarrolla en Estados Unidos”.
Esa es otra frase muy conocida, pero confieso que nunca he estado muy seguro de si tiene basamento cierto, o si nada más es una infundada carga despectiva por nuestro vino.
Además, hay mucha gente que le gusta las bananas. En Estados Unidos, Miami incluido, se come mucho esa fruta, y se sabe bien que tiene potasio, un nutriente bueno para el cerebro.
El colega del Nuevo Herald, agrega: “En la página de Internet de esta emisora apareció hace varios días la siguiente información. El aspirante a la Casa Blanca John McCain considera que hay que apoyar a los valientes hombres y mujeres que luchan por la libertad de Cuba, afirma Radio Martí en su página. Luego se especifica donde puede ser oído el anuncio, en que se escucha al ex preso (político) Roberto Martín Pérez leyendo con torpeza un texto”.
En la isla hubo un spot publicitario que indicaba que Cuba era una gran escuela. Parece que a las cárceles donde Martín Pérez cumplió 28 años de prisión no llegaba esa escuela y debido a eso no aprendió a leer bien los textos.
Durante mucho tiempo se ha dicho que todo depende del prisma con el cual se mire, quizás también haya dependencia del oído con el que se escuche.
A mi me parece que la inclinación de la gente de Radio Martí no es hacia la derecha. Por regla general acuden a las mismas personas de bandera rosada para que opinen de lo humano y lo divino.
Lo último que puede servir como muestra ocurrió el 20 de junio. Uno de los locutores del programa “Las noticias como son”, se comunicó con dos disidentes de izquierda en la isla para que opinaran sobre la decisión de la Unión Europea de suspender las sanciones al gobierno de La Habana, y los presentó como “las personas más capacitadas de la oposición cubana para hablar sobre ese tema”.
Tal vez, lo que sucede es que Radio Martí está hereje y cada cual inclina la balanza hacia sus preferencias personales y políticas, y eso, en verdad, no debe ser permitido. Es necesario tener también muy en cuenta, que hay que garantizar el dinero para pagar la renta de la vivienda y mientras menos trabajo se pase para lograrlo mejor. Cuba está distante.
En otro aspecto, fuera del ámbito de Radio Martí, el periodista Armengol dice: “Si se contabilizan los millones (de dólares) dedicados al incremento del periodismo independiente en la isla, y se contrapone esta cifra con el valor de la información enviada desde Cuba, no se puede menos que concluir que la palabra se paga a un alto precio. Vale la pena preguntarse qué importancia han tenido tantos artículos de poca calidad, así como reportajes mal hechos, que desde hace años se divulgan gracias a la existencia de supuestas agencias de prensa independiente aquí en Miami”.
Los millones nunca los hemos visto, se sabe que se quedan en Estados Unidos. Y las agencias si han existido. No en la forma clásica en que son conocidas y funcionan esas entidades, porque si pudiera ser así, no habría razón para que tantos cubanos hubieran decidido irse de su tierra, y no habría nada que justificara este artículo. Viviríamos en libertad.
Y periodistas independientes buenos los hay. Incluso se les puede agregar el superlativo “muy”. Y algunos de ellos, además, son humildes como corderos. Y en nombre de ellos puedo decir, no obstante, que hay una buena disposición a aceptar maestros… en el terreno.
Y no importa que estén en Madrid o en Miami, los esperamos. Y apúrense, por favor, que estamos impacientes por recibirlos.
fornarisjo@yahoo.com
Y aunque estamos en la era de la informática, y la frase de que el planeta es una aldea global se haya hecho famosa, lo cierto es que en Cuba eso no es tan así.
Pero pude leer el artículo del colega Armengol publicado el 23 de junio, que él tituló “El exilio del despilfarro”. Y existen dos o tres cosas específicas de ese trabajo a las que quiero hacer referencia. Entre ellas Radio Martí y la prensa independiente de la isla.
Armengol afirma que esa emisora gubernamental se ha lanzado a la campaña del republicano John McCain para presidente, y asegura que de esa manera “…se entra en un campo más parecido a una elección en una república bananera que al tipo de proceso electoral que se supone se desarrolla en Estados Unidos”.
Esa es otra frase muy conocida, pero confieso que nunca he estado muy seguro de si tiene basamento cierto, o si nada más es una infundada carga despectiva por nuestro vino.
Además, hay mucha gente que le gusta las bananas. En Estados Unidos, Miami incluido, se come mucho esa fruta, y se sabe bien que tiene potasio, un nutriente bueno para el cerebro.
El colega del Nuevo Herald, agrega: “En la página de Internet de esta emisora apareció hace varios días la siguiente información. El aspirante a la Casa Blanca John McCain considera que hay que apoyar a los valientes hombres y mujeres que luchan por la libertad de Cuba, afirma Radio Martí en su página. Luego se especifica donde puede ser oído el anuncio, en que se escucha al ex preso (político) Roberto Martín Pérez leyendo con torpeza un texto”.
En la isla hubo un spot publicitario que indicaba que Cuba era una gran escuela. Parece que a las cárceles donde Martín Pérez cumplió 28 años de prisión no llegaba esa escuela y debido a eso no aprendió a leer bien los textos.
Durante mucho tiempo se ha dicho que todo depende del prisma con el cual se mire, quizás también haya dependencia del oído con el que se escuche.
A mi me parece que la inclinación de la gente de Radio Martí no es hacia la derecha. Por regla general acuden a las mismas personas de bandera rosada para que opinen de lo humano y lo divino.
Lo último que puede servir como muestra ocurrió el 20 de junio. Uno de los locutores del programa “Las noticias como son”, se comunicó con dos disidentes de izquierda en la isla para que opinaran sobre la decisión de la Unión Europea de suspender las sanciones al gobierno de La Habana, y los presentó como “las personas más capacitadas de la oposición cubana para hablar sobre ese tema”.
Tal vez, lo que sucede es que Radio Martí está hereje y cada cual inclina la balanza hacia sus preferencias personales y políticas, y eso, en verdad, no debe ser permitido. Es necesario tener también muy en cuenta, que hay que garantizar el dinero para pagar la renta de la vivienda y mientras menos trabajo se pase para lograrlo mejor. Cuba está distante.
En otro aspecto, fuera del ámbito de Radio Martí, el periodista Armengol dice: “Si se contabilizan los millones (de dólares) dedicados al incremento del periodismo independiente en la isla, y se contrapone esta cifra con el valor de la información enviada desde Cuba, no se puede menos que concluir que la palabra se paga a un alto precio. Vale la pena preguntarse qué importancia han tenido tantos artículos de poca calidad, así como reportajes mal hechos, que desde hace años se divulgan gracias a la existencia de supuestas agencias de prensa independiente aquí en Miami”.
Los millones nunca los hemos visto, se sabe que se quedan en Estados Unidos. Y las agencias si han existido. No en la forma clásica en que son conocidas y funcionan esas entidades, porque si pudiera ser así, no habría razón para que tantos cubanos hubieran decidido irse de su tierra, y no habría nada que justificara este artículo. Viviríamos en libertad.
Y periodistas independientes buenos los hay. Incluso se les puede agregar el superlativo “muy”. Y algunos de ellos, además, son humildes como corderos. Y en nombre de ellos puedo decir, no obstante, que hay una buena disposición a aceptar maestros… en el terreno.
Y no importa que estén en Madrid o en Miami, los esperamos. Y apúrense, por favor, que estamos impacientes por recibirlos.
fornarisjo@yahoo.com
1 comentario:
¿Hay alguien que escuche a Radio Martí?
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