jueves, 29 de mayo de 2008

ECONOMÍA, El amor en los tiempos del fula, Paulino Alfonso




Lawton, La Habana, 29 de mayo (Semanario Digital Primavera) Durante el año 1993, muchos extranjeros y esto incluyó periodistas, pastores evangélicos, artistas, etc., inundaron a Cuba. Lo hicieron para presenciar la caída del ‘Muro’ de la Isla. Puro optimismo de personas no preparadas en eso de vivir bajo una tiranía familiar mejor estructurada de lo que cualquiera puede imaginar.

También acudieron los turistas sexuales que pensaron encontrarían a las ‘Natashas’ de Moscú o las niñas de Tailandia. Puro optimismo. Cada dólar que se movió y se mueve en Cuba, va a parar a las manos del gobierno.

Cuando los pastores quisieron hacer campañas, tuvieron que pedir permiso a la inefable Caridad Diego. Esta era la jefa del Departamento de Asuntos Religiosos del gobernante Partido Comunista de Cuba. Sin la autorización expresa de la Señora, nada. Esta nada, incluye predicar.

Cuando se disponía efectivamente del permiso, entonces tenían que sostener entrevistas con un pastor tan ‘evangélico’ como Raúl Suárez. Este, muy presto, les mostraba un portafolio de inversiones tan grande como el ‘Citybank’: La Isla de polvo, los niños menesterosos de Centro Habana, la rehabilitación de Jovellanos, las calles de Pogolotti, etc.

También vinieron los clubes de solteros y solteras de la Unión Europea (UE). Nunca he estado en Europa, pero lo que he visto por acá es suficiente. Pienso que falta pasión o cariño en esa parte del mundo.
Así empezó la peor forma de comercio que pueda imaginarse, con algo tan bonito como el amor. Veamos:

Si usted conoce un cubano o una cubana y se enamora, pobre de usted. Prepare su billetera, porque en Cuba, todo es en efectivo. De hecho, un matrimonio en Cuba, es un Plan Marshall en miniatura. ¿Cómo? muy fácil.

Primero, si se instala en la casa del Romeo o la Julieta, usted se convirtió en Santa Claus. Toda la familia del cónyuge ‘va a aparecer’. La factura de alimentos, los viajes a la playa y la ropita de todos los precios leoninos de Cuba, pasarán del color de rosa al color de hormiga.

Después vendrá el trámite legal por obtener la documentación necesaria, que demora mucho más de dos meses. Es necesario verificar que no se trata de ¡turismo sexual!

Esta documentación implica gastos totales del orden de los 1500€ pagaderos al Ministerio de Justicia cubano. Si se le ocurre hacer la fiesta, apriete el cinto y tómese un Prozac. El ‘Party’ se le ofrece como paquete turístico en el Parque Morro-Cabaña. El gasto será no menos que otros, 1500€. Esto incluirá, ómnibus para transportar al familión, auto para los novios, catering para la boda, cake incluido y todo ofertado por Habaguanex, la empresa al cuidado del Historiador de la Ciudad.

Después del ágape, viene la Luna de Miel, ¡Waoh! Cuando al fin Romeo o Julieta se marchan para Verona, le toca el turno a los Coyotes: Tarjeta Blanca, examen médico, derecho aeroportuario, en fin, otros 1000€.
Parafraseando al periodista alemán que recientemente le dijo al Sr. canciller Pérez Roque que “200 USD no es dinero en ninguna parte”, quizás algún lector piense igual: 5000€, no es dinero, pero si se piensa en que otros matrimonios han pasado de los
30 000€, tendremos una bonita suma de 150 000 000€ que van a parar directamente al gobierno cubano por este concepto.

Esto no comprará leche en polvo o carne de res para el pueblo de Cuba. Lo más probable es que encuentre su camino en el ‘Laberinto, perdón, en la Batalla de Ideas. En las cuentas a pagar a los Sres. Mc Kenna y de un hebreo, campeón de causas perdidas, de cuyo nombre no quiero acordarme.

No tengo nada en contra del amor. He disfrutado de su belleza y encanto en brazos muy cálidos. Pero me sentiría muy contrariado si mi amor fuera usado como un DVD o un hilo dental de Victoria Secret. Así desgraciadamente se usa en mi desafortunado país. Pasa con todo aquel que en muchas ocasiones no es el príncipe azul, sino el salvavidas del Titanic.
Hasta otra, si Dios lo permite.

No hay comentarios: