jueves, 15 de mayo de 2008

POLÍTICA, Nunca ha sido un leal adversario, Francisco Chaviano


La Habana, Jaimanitas, 10/05/2008. Luego de la represalia injustificada contra las Damas de Blanco el lunes 21 de abril, el noticiario nacional NTV de las 8 PM divulgó un libelo infamatorio que reprodujo el periódico Granma al siguiente día. Este fue evidentemente elaborado en alguna oficina del Consejo de Estado. Luego se sumaron declaraciones del MINREX como una flagrante mentira. El texto en cuestión es tan torcido, que se vuelve como bumerán contra sus patrocinadores. Se habla, como si se tratara de hombres en lugar de damas, de mercenarios realizando acción burda y descarada, en lugar de esposas que claman por la liberación de sus cónyuges. Dicen que fueron rechazadas por la población que pasaba por el lugar y que fuerzas femeninas del Interior las evacuaron a sus hogares, como si las salvaran. En realidad, la policía fue quien arremetió contra ellas. Las arrastraron y desalojaron del lugar a la fuerza. A esto suman el cuento ya muy gastado, del pueblo indignado. Todos sabemos que las trabajadoras que llevaron son reclutadas bajo presión en los centros laborales de la zona y compulsadas contra su voluntad para tales bajezas. Repugnan las ofensas de todo tipo y que relacionen la defensa de los seres queridos de estas damas, con infames salarios y órdenes de Norteamérica.

Más descarado aún resulta, que nos tilde de anexionista el gobierno de la guataquería constituyente con la Unión Soviética. El que ha planteado la posibilidad de anexarse a Venezuela y cuyo Canciller ha llegado a confesar en Naciones Unidas, la disposición de sus gobernantes para deponer nuestra soberanía para complacer el ego del señor Chávez. El mismo a quien adulan llamándole presidente de Cuba. Insulta sobremanera que establezcan un paralelo entre la lucha de las Damas de Blanco que es reclamo del más puro amor de hogar, con el terrorismo. Que esto lo haga precisamente un gobierno acusado, – no sin fundamento – de apoyar al terrorismo mundial.

Pero la infamia más grande del libelo gubernamental publicado en Granma, es tildar a los 75 de mercenarios contrarrevolucionarios sancionados por actividades contra nuestro pueblo. Es el colmo de la mentira: Señores gobernantes, el mundo entero sabe que el único delito de los 75 es reclamar de forma pacífica, por la comisión de abusos contra el pueblo. Esos que ustedes han dado en llamar eufemísticamente ‘prohibiciones indebidas’ y que son reclamos nuestros de hace 20 años. Ahora comienzan a deponer; también por las violaciones de los derechos contenidos en los Pactos Internacionales de Derechos Civiles y Políticos, así como los Comerciales, Sociales y Culturales, que ustedes acaban de firmar. Para decirlo de forma más martiana: por reclamar el respeto a las libertades públicas, – que nuestro apóstol consideraba como único objeto digno de lanzar un pueblo a la lucha – por el que ustedes nos prometieron que luchaban y que luego de hacerse con el poder conculcaron, como temiera Martí.

No están presos por ir de espías a un país vecino, rondar a altos oficiales del ejército de ese país para sacarles información, o penetrar sus instalaciones militares. Por tirar fotos en las mismas y trasmitir mensajes cifrados al DGI. Tampoco por dar información para el derribo de avionetas civiles que constituye un crimen deleznable. Sin embargo a estos espías les quieren llamar ustedes, “luchadores antiterroristas,”. Cosa poco creíble por venir de un gobierno acusado de apoyar el terrorismo mundial y que no es un secreto que se goza con lo que esa gente hace en el mundo. Sin embargo, a fuerza de repetirlo, hay quienes les llegan a creer, o les conviene creer por alguna razón y esos son los que en el vecino país se tornan en frenéticos defensores de esas personas sin que se lo impidan. Para ello, publican artículos en la prensa, hacen manifestaciones con pancartas, ponen vallas enormes en defensa de los mismos en ciudades de ese país, y nadie les molesta. Llegan al extremo ofensivo, de ir a Miami, donde están las víctimas de esta gente, a restregarles en la cara el desprecio a su dolor en nombre de la democracia. Algo inaceptable, porque quien tiene un derecho, no tiene que violar el derecho ajeno para disfrute del propio.

Solo Dios sabe cuanto daño hicieron esas personas en aquel país. Respetamos que sean sus héroes, pero por no ser los nuestros, no lo son del pueblo tampoco. No lo pueden ser, porque están allí para hacerle daño, además de aquel país, a los cubanos del exilio que son parte emblemática de este pueblo. El gobierno cubano, nunca ha sido un leal adversario. Su impronta es la bajeza sin miramientos, propia de la peor ralea humana. El incidente que motiva este trabajo, lo demuestra. Sus espías, más que nada son provocadores que promueven el envío de personas con armas y explosivos, para luego detenerles al llegar a Cuba y formar el show y la propaganda mediática. Nos conocemos, señores, hemos visto mucho de eso y conocemos muchos infelices que fueron embaucados en acciones de ese tipo y hoy están en prisión. La historia del accionar de los agentes del DGI en Norteamérica no es heroica sino abyecta.

En junio del 2001 un jurado de la Florida halló culpable de los cargos que se le imputaban a los espías cubanos. Entonces se habla por primera vez en Cuba del asunto, pero solo de los 5 que no claudicaron. Un mes después el comandante Fidel Castro le dijo al pueblo en un discurso: solo les digo una cosa, ¡volverán! Fue toda una promesa y a poco algún que otro locutor de televisión a titulo personal, – pero todos sabemos que cumpliendo orientación – dejó establecido el posible regreso en aproximadamente un año y medio. Se venció este plazo sin que se pudiera cumplir la promesa, entonces, cual si fuera una alternativa recurrente se procedió al encarcelamiento de los 75. Fue una palmaria orden de encarcelar a 15 por cada uno y no una violación de leyes. Esos mismos cargos se le habrían podido imponer a casi toda la oposición. No sabemos si el Comandante cuando hizo aquella promesa manejaba algún elemento de alta política que le falló y como revancha encarceló a esos compatriotas. O si fue que los tomó como cartas para un intercambio de prisioneros o ambas cosas. Es evidente que la detención de los 75 está relacionada con el encarcelamiento de los espías cubanos.

La revancha de Castro por el encarcelamiento de sus espías comenzó mucho antes. Tan sólo unos meses después, a principios de 1999 se dictó extemporáneamente la ley 88 conocida como “Ley Mordaza”. Mientras, los que estábamos en prisión comenzamos a ser objeto de represalias aviesas y descarnadas. Algunos de nosotros sin más ni más, vieron suspendidas las visitas familiares por varios años. También el sol, la asistencia médica, y la asistencia religiosa. Se agudizó drásticamente el padecer de los reos y sus familiares. Hemos tenido que vivir un calvario terrible, escenarios tan tenebrosos, que petrificaría de espanto a cualquiera de aquellos espías si tuvieran que enfrentarlo. ¡Qué saben ellos lo que es un hueco! Su prisión es un palacio al lado de la nuestra y sus familiares viven físicamente en un paraíso.

Nosotros, los miembros de la Unidad Liberal de la República de Cuba, donde militamos un grupo de ex –presos políticos que hemos pagado un alto precio por nuestras ideas. Entre los que destacan: Héctor Palacios Ruíz, Francisco Chaviano González, José Luís García Pérez (Antúnez), Guillermo Fariñas Hernández, Julio Cesar López, Pablo Silva Cabrera, René Montes de Oca Martija y José Díaz Silva, no estamos poseídos por el odio rencoroso y el espíritu malévolo de nuestros gobernantes. Por el contrario, somos hombres inspirados en nobles sentimientos, dados a la reconciliación y el perdón. Sabemos cuanto lacera la prisión, que la jaula, aunque sea de oro, jaula es. Por tanto, no tendríamos a mal que se liberara a esas personas, siempre que con ello se dé solución también al problema de la Patria.

Es hora de demostrar que a este gobierno le importa más el pretexto para el chanchullo político que brinda el asunto de los 5 espías. Han pasado 7 años de la promesa de que “volverán,” y el Comandante transita por un proceso de retiro definitivo. Lo hace, sin dar solución a lo prometido. Esta es una deuda con el pueblo, exhortamos a los Castro a cumplirla, para ello: Que pongan en libertad por concepto de rectificación de justicia, a los 75. Que liberen como gesto de buena voluntad al resto de los prisioneros políticos. Con ello, sentará bases para negociar con la garantía, de que se pondrá fin a prácticas que laceran la convivencia entre países y a la humanidad en general. La legalización de la oposición y la promesa de comenzar un verdadero proceso de cambio con la participación de todas las partes interesadas del pueblo cubano, el gobierno de Estados Unidos la aceptaría. Cuba es quien tiene la palabra. Esperamos que no argumenten “principios” para justificar una negativa. Esto sólo respondería a intereses personales de gloria y de poder.
chavi_glez@yahoo.com


1 comentario:

Anónimo dijo...

Chaviano, gracias, por ilustrarme. Yo nunca había hecho la conección entre los 75 cubanos decentes y los 5 espias. Sólo alguien tan malvado como ignorante piensa que se puede desvirtuar el veredicto de un jurado por medio de chantaje y toma de rehenes. En los EEUU los jueces fallan y pueden ser revocados en apelación, pero los jurados dictan un VEREDICTO, QUE TIENE LA SANTIDAD DE COSA JUZGADA, y sólo puede ser revocado ese veredicto si es contrario a Derecho, o contrario a la prueba presentada. En los EEUU existe un Estado de Derecho, y esos espias saldrán tan pronto hayan cumplido sus sentencias. Los muy malditos tienen seguridad, atención médica y comen mejor que Alarcón. Tienen suerte. Si hubiera sido yo el factor determinante, en vez de ser juzgados en un Tribunal Federal, los habría juzgado ante un Tribunal Militar, conforme al Código Uniforme de Justicia Militar.