jueves, 22 de mayo de 2008

POLÍTICA, Otro engaño del gobierno cubano, Laritza Diversent Cámbara




Arroyo Naranjo, La Habana, 21/05/2008 (Semanario Digital Primavera) Resulta que ahora ejercer la libertad de prensa, opinión y expresión libremente es un delito político. El gobierno cubano y sus medios de difusión masiva divulgan e intentan probar a nivel nacional e internacional, que su disidencia interna es mercenaria.

La legislación penal regula el mercenarismo como un delito contra la Seguridad del Estado. Figura estrechamente ligado a conflictos armados y a la violencia. Ahora disentir abiertamente contra la política e ideología comunista, es ser un mercenario. Esto no debe extrañar si se trata de un Estado totalitario como el cubano.

Es una auténtica decisión de la cúpula gobernante cubana intentar caracterizar la actividad sociopolítica de la disidencia interna, como mercenaria y criminal. Se fundamentan para ello, en la ayuda solidaria que reciben estos grupos de otros países democráticos, principalmente del gobierno norteamericano. Se apoyan en el histórico diferendo y conflicto político entre esta nación y el gobierno actual para justificarse.

El Estado totalitario de la isla ejerce un control total de la población y de todas las instituciones mediante la propaganda y la policía. Como procedimiento de legitimación, adopta todos aquellos elementos que su poder único, centralizado y absoluto necesita, sobre todo el monopolio ideológico, el control de todos los medios de poder y de persuasión.

Catalogar a la disidencia interna como mercenaria es pura demagogia. Sobresalen los intentos de conseguir el afecto popular o el incremento de adeptos a su decrepita ideología. La manifestación pública de estos términos ofensivos pretende formar ideas y sentimientos compartidos de forma general por los receptores de tales mensajes. Todo por su ambición de instaurar un orden público aparente, sin discordancias perceptibles.

La elite política utiliza la demagogia como fórmula para incrementar su popularidad. Utiliza el lenguaje y expresiones despectivas con la intención de desacreditar socialmente a un grupo de ciudadanos que se oponen a las políticas del gobierno comunista.

Se remite de forma deliberada a elementos conocidos de la mentalidad de sus interlocutores. Habla de terrorismo, posible intervención militar extranjera, para simular un perpetuo estado de guerra. Realmente apelan al componente emotivo de éstos para lograr la plena identificación ideológica y conseguir el apoyo para sus propósitos.

Precisan la adhesión activa e incondicional de la población a sus proyectos hegemónicos. No obstante es inexcusable unirse a la ideología del Estado autoritario, que tiene la autoridad y no permite ninguna discrepancia de lealtad o conciencia.

Los medios de comunicación constituyen una poderosa institución que puede actuar, en cuanto instrumento informativo, hasta el extremo de representar un medio fundamental de crítica del gobierno, lo que siempre es conveniente en democracia. Sin embargo, la prensa cubana esta sometida totalmente a las interferencias del Estado.

Libertad de prensa es un derecho que implica la independencia de los medios de comunicación (periódicos, libros, revistas, radio y televisión) respecto al control o la censura del gobierno. Sin embargo, los cubanos están monopolizados alrededor del particular interés de la elite gobernante, queda la diversidad periodística minada en cuanto valor democrático.


Libertad de expresión, una de las más representativas y características libertades de los sistemas democráticos; consiste en el derecho del individuo a exponer sus pensamientos y opiniones por medio de la palabra, por escrito o cualquier otro medio de reproducción sin obstáculos, instrucciones, consignas, autorizaciones previas o censura por parte de la autoridad.

Gracias al monopolio de los medios de comunicación, el Partido Comunista cubano y el gobierno se hallan en posesión de todos los canales que el pueblo utiliza para recibir información, consejo y orientación.

Todos los periódicos, revistas y libros, además de la radio, la televisión, el teatro y el cine están controlados y dirigidos desde el poder. Todos los escritores, oradores, actores, compositores, poetas, periodistas y artistas en el más amplio sentido están encuadrados en organizaciones controladas por el partido y reciben la licencia del gobierno.

En todos los medios de comunicación se impone la línea del partido, es decir, la interpretación que el gobierno hace de los acontecimientos, por medio de la censura. Esto tiende a silenciar cualquier voz crítica, a la que cataloga como delictiva.

La mayor prueba de ello es que considera 'subversiva' cualquier tipo de información sobre detenidos por causas políticas. También a la prensa extranjera que desvirtué la versión oficial del gobierno. No por gusto tiene una disposición legal que prohíbe el derecho de libre expresión y opinión (ley no 88).

No debe asombrarnos que estén amparándose en un supuesto interés social y de seguridad nacional para encauzar a los disidentes. Someterlos a largas condenas o aplicarles la pena de muerte. No olvidemos que la pena capital sigue vigente en nuestro ordenamiento jurídico sólo para ser aplicada en casos de supuestos delitos políticos.
laritzadiversent@yahoo.es









1 comentario:

Anónimo dijo...

Los cubanos cuando se refieren al gobierno dicen "esta gente": yo digo esta "gentuza". No son demagogos, porque eso implicaría cierto respeto al tratar de captarse el favor ciudadano. Esta gentuza es tiránica y avasalladora. Ellos son los señores, y nosotros los siervos de la gleba. Hace unos días escuché al Canciller de la República exigir y exigir, en forma alterada y con lenguaje vulgar y chabacano, explicaciones al Dpto. de Estados de los EEUU. No espere por la respuesta de ellos: yo se la voy a dar. Esos que Usted llama mercenarios son cubanos dignos y valientes que lo arriesgan todo por Cuba, pero tienen un defecto, son personas que tienen que comer tres veces al día; ellos, sus hijos y familiares también. Tienen que vestirse y calzarse (algo que Usted hace a costa del buen plueblo cubano). El único mercenario que hay es Usted. Amenazas abiertas y veladas de encarcelamientos en masa para amedrentar a la oposición. Le exhorto, Canciller, a que meta los pies en el bote, y así el mundo entero podrá ver claramente en que consisten las "reformas" de Raúl. Ustedes son lo peor de lo peor. Las "reformas" son para confundir a los compañeros de viaje europeos. Yo escuche las amenazas y puedo decir que he escuchado mejor dicción, mayor mesura y más decoro en la voz de chulos de la Calle San Isidro que en la del crapuloso Canciller de la Republiqueta. Y pensar que, cuando este tipejo viaja a España, le llaman Excelentisimo Señor Canciller.
"Cosas veredes, mio Cid, que facerán fablar las piedras" o como le dijo Don Quijote al Vizcaíno: "Cosas veredes". El gobierno de España ha caído muy bajo.