Reapareció el viandero. Últimamente se ha visto el renacer de muchos personajes que contribuyeron con su presencia a tejer la historia emocional de la ciudad. Estos personajes contribuyeron a fabricar el capital afectivo de los cubanos y ciertamente su pérdida fue la pérdida de nuestro capital espiritual más autóctono. Los vianderos de la actualidad que deambulan por la ciudad y hacen la oferta de sus productos, son más benignos con los precios y más competitivos con la calidad del producto. Paradójicamente, son los más perseguidos por la Policía Nacional Revolucionaria. Esa policía que no protege ni sirve, pero que reprime muy bien.
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