jueves, 28 de agosto de 2008

Robert Sajo o el hombre equivocado 1 , Paulino Alfonso


Lawton, La Habana, 28 de Agosto del 2008 (SDP) Lo conocí hace 10 años, en una fiesta, en la que fui contratado como interprete. Se me acercó y en un farragoso español digno del mejor papiamento, me dijo que me mantuviera a su lado para traducir, ya que había apreciado que era muy bueno como intérprete.

Era 1998 y Bob Sajo, un empresario informático, de origen húngaro, musulmán de confesión, nacionalizado americano y después canadiense, por desertar de Viet Nam , en el 67. Llegó a los EEUU en 1957 como refugiado político. Lo hizo en compañía de sus padres, procedente de su natal Hungría. Por obra y gracia de Iván Serov y Nikita Jruschov.

De no haber sido mentalmente fuerte, imaginen el daño cerebral que pudo contraer el pobre. No sabía que le esperaban pruebas más fuertes en Serendip; perdón quise decir; Cuba

Era en fin, una buena persona. Afinamos mas por ser el único que entendía el ajiaco de Ingles, ruso y alemán que hablaba. Lo que me permitió conocer todas sus penurias y alegrías y parte de las ideas que traía para nosotros.

El prologo parece kafkiano, no solo por el laberíntico origen del personaje, sino por el daño que le hizo al país la inopia del Dr. Lage y orquesta. Visto en relación a las propuestas de este hombre. Esta es la causa de esta crónica.

En Septiembre de l998, Cuba tenía tantas computadoras como Burkina Faso y sabíamos de Informática lo mismo que Evo Morales. El gobierno se encontraba en lucha por sobrevivir a cualquier costo. Hugo Chávez empezaba y aquí se apostaba por algo tan irrentable como el turismo estatal. Receta concebida por el Sr. Lage, para complacer al Big Brother. Esto además de ser lo UNICO que prometía para aquel entonces algún dinerito inmediato.

Para quien desde de niño viajaba y conocía mundo, le fue fácil ver en Cuba, lo mismo que los taiwaneses vieron en su patria: El potencial humano.

Esto no era otra cosa que la producción –exportación- de servicios de computación. Taiwán además de enviar cocineros y artistas circenses a New York, comenzó por mandar jóvenes a estudiar Informática a EE.UU. y Japón. Para eso no había que ser Hijo de papá o militante de los pioneros del Kuomintang, lo único que se exigía era que fuesen aplicados estudiantes

Al cabo de 5 / 8 años, Taipei era uno de los polos informáticos mas grandes del mundo. Vendía productos derivados por más de 2,0 billones USD al año. ‘Pida y nosotros se los damos’ era el lema de los taiwaneses. Algunos resultaron tan buenos que están hoy regados desde la NASA, Dreamworks, hasta China y Corea del Norte.

Como todo producto tiene que ser lanzado al mercado, Bob Sajo preparó una costosa fiesta de presentación tipo Wall Street, en la “casita” de 5 cuartos que alquiló cerca de La Rampa y en el cosmopolita Vedado. Todo para convencernos de los atrevidos y provechosos proyectos que traía para esta isla, para así vencer el cruel bloqueo imperialista.

Para tener una idea sobre la fiestecita, cerraron la calle H desde 25 a 23 con policías y todo. Esto equivaldría a cerrar una cuadra aledaña a la Gran Vía en Madrid. Yo estaba allí, por eso lo cuento. Lo que se trato allí, se los cuento la próxima semana.
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