jueves, 14 de agosto de 2008

Una especialidad policial, Amarilis C. Rey.



Managua, La Habana 14 de agosto de 2008. (SDP) Milagros salió anegada en llanto de la estación policial del pueblo de Managua, adonde minutos antes habían llevado a su hijo.

Rainel Rodríguez Pozo, de 22 años, resultaba sospechoso del asalto a un turista por lo que agentes de la Brigada Especial, junto a policías de la localidad lo arrestaron en los alrededores de su domicilio.

Tras el auto patrullero que condujo al joven esposado, fue Milagros, quien dijo sentir los gritos del hijo cuando los agentes especializados le maltrataban.

Cuenta que desesperada encaró a uno de esos policías diciendo: “pero, ¿por qué lo empujan y le pegan?, a lo que el agente especial respondió: “para los bravucones como él, tenemos muchos métodos, como si le damos un tiro”.

Aquella respuesta provocó que Milagros cayera al piso desmayada dándose un fuerte golpe en la cabeza, mientras Rainel Rodríguez era conducido con patrullas motorizadas de escolta, a la estación de la calle Zanja, en la Ciudad de la Habana, de donde fue liberado un día después.

El jefe de la unidad me dijo que mi hijo debía estar localizado, pero quedaba en libertad porque el turista asaltado había desaparecido, afirmó Milagros. Y agrega: “ahora tengo mucho miedo por él, quisiera que se pudiera ir de Cuba para que se quite de arriba estos policías que constantemente le están maltratando por delitos que no comete”

La Brigada Especial es un cuerpo anexo a la Policía Nacional Revolucionaria. Fue creada a finales de siglo por el entonces gobernante de Cuba Fidel Castro. En aquel momento, argumentó que estos nuevos funcionarios públicos percibirían uno de los salarios más altos, y serian traídos de otras provincias, debido a que los habaneros no querían ser ni policías ni maestros

A finales del pasado diciembre, Jesús Hernández Matamoros, de cuarenta años, trataba de huir de Cuba en una precaria embarcación por la playa de Santa Lucía, en la provincia de Camaguey.

Allí, a las tres de la madrugada, irrumpió un camión repleto de agentes de la Brigada Especial.

“Éramos 28 personas”, recuerda, “tres menores, de ocho, doce y quince años. Diez mujeres y el resto hombres. Aquellos policías se tiraban del camión disparando tiros al aire y amenazando, con bastones de goma, y con gritos de: ‘Al que se mueva lo matamos’.

Nos quedamos paralizados del susto, pero a ellos no parecía importarles nada. Actuaban con nerviosismo histérico golpeando a todo el mundo. A las mujeres y los niños los halaban por manos y piernas y los lanzaban dentro del camión”.

Rememoró Hernández que trató de reclamar diciendo: “No hay necesidad de tanta violencia, aquí nadie está armado ni se ha rebelado”. A lo que uno de los policías respondió, dándome una patada en el pecho. “¡cállate, -dijo- nosotros somos de la Brigada Especial!”.

Muchas son las anécdotas de violencia sobre estos policías. Personal formado para tratar a la población que crea los bienes del país y de donde sale el salario y todo el equipamiento que utilizan en su trabajo, estos “agentes especiales”.

No obstante, esa actitud agresiva viola la Constitución vigente en el país que en su artículo 58 expresa: “El detenido o preso es inviolable en su integridad personal”.
amarilisrey@yahoo.com

No hay comentarios: