En Cuba, el tema Derechos Humanos continúa como tabú. El gobierno sigue aferrado a la coartada del diferendo con Washington para limitar y coartar los derechos civiles y políticos en la Isla.
Históricamente, la dictadura militar totalitaria de izquierda de la familia Castro se niega a permitir demostraciones pacíficas contra el gobierno o contra las medidas que este promueve en las calles.
A partir de una afirmación de un color fascista y excluyente innegable, este régimen proclamó por boca del anterior dictador y fundador de la dinastía: “Las calles son de los revolucionarios”. Esto sirvió de fundamento para que la dictadura militar reprima con inusitada dureza a los valientes que salen a disputarle el espacio en las calles, que son a fin de cuentas, de todos los cubanos.
La ilegal Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional en la última emisión de su “Lista Parcial de Sancionados o Procesados Por Motivos Políticos o Político-Sociales”, que hemos sometido a la consideración de nuestros lectores en este número de SDP, es muy clara sobre la retorcida naturaleza de la percepción que hace el régimen militar de Raúl Castro, sobre este tema tan sensible.
La lectura del documento transparenta la práctica por parte del régimen cubano de una en ocasiones refinada crueldad, propia de experiencias históricas rebasadas, como lo fueron el fascismo germano y el estalinismo soviético.
El derecho a disfrutar de un estado de derecho está definitivamente fuera de las prioridades del régimen cubano. Como expresara en memorable ocasión el casi finado Fidel Castro a Haydee Santamaría, Raúl Castro y sus miñones militares “juegan con la burguesía internacional”, mientras ganan tiempo.
Como el tiempo que ganan es robado a la vida y las aspiraciones del pueblo cubano, desde la más profunda entraña popular, surgió otra respuesta. Son opositores que no escriben manifiestos y jamás hacen declaraciones altisonantes. Salen de las zonas sociales más preteridas por el régimen. Conocen de cerca el palo del carcelero, la discriminación, la marginalidad y el hambre. Ellos son los que toman las calles y las recuperan para la libertad.
SDP rinde emocionado tributo a Flamur y al Presidio Político Pedro Luís Boitel. A su inserción dentro del plan articulado de una Oposición Interna que más que dividirse, se multiplica en torno a un Liderato Opositor cada vez más sabio y experimentado. Honor y respeto para los que disputan las calles a la jauría uniformada, a los héroes de la desobediencia civil. A los que rescatan frente al palo y al abuso, el ausente derecho de los cubanos a manifestarse de forma pacífica en las calles que nos pertenecen a todos.
SDP
Históricamente, la dictadura militar totalitaria de izquierda de la familia Castro se niega a permitir demostraciones pacíficas contra el gobierno o contra las medidas que este promueve en las calles.
A partir de una afirmación de un color fascista y excluyente innegable, este régimen proclamó por boca del anterior dictador y fundador de la dinastía: “Las calles son de los revolucionarios”. Esto sirvió de fundamento para que la dictadura militar reprima con inusitada dureza a los valientes que salen a disputarle el espacio en las calles, que son a fin de cuentas, de todos los cubanos.
La ilegal Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional en la última emisión de su “Lista Parcial de Sancionados o Procesados Por Motivos Políticos o Político-Sociales”, que hemos sometido a la consideración de nuestros lectores en este número de SDP, es muy clara sobre la retorcida naturaleza de la percepción que hace el régimen militar de Raúl Castro, sobre este tema tan sensible.
La lectura del documento transparenta la práctica por parte del régimen cubano de una en ocasiones refinada crueldad, propia de experiencias históricas rebasadas, como lo fueron el fascismo germano y el estalinismo soviético.
El derecho a disfrutar de un estado de derecho está definitivamente fuera de las prioridades del régimen cubano. Como expresara en memorable ocasión el casi finado Fidel Castro a Haydee Santamaría, Raúl Castro y sus miñones militares “juegan con la burguesía internacional”, mientras ganan tiempo.
Como el tiempo que ganan es robado a la vida y las aspiraciones del pueblo cubano, desde la más profunda entraña popular, surgió otra respuesta. Son opositores que no escriben manifiestos y jamás hacen declaraciones altisonantes. Salen de las zonas sociales más preteridas por el régimen. Conocen de cerca el palo del carcelero, la discriminación, la marginalidad y el hambre. Ellos son los que toman las calles y las recuperan para la libertad.
SDP rinde emocionado tributo a Flamur y al Presidio Político Pedro Luís Boitel. A su inserción dentro del plan articulado de una Oposición Interna que más que dividirse, se multiplica en torno a un Liderato Opositor cada vez más sabio y experimentado. Honor y respeto para los que disputan las calles a la jauría uniformada, a los héroes de la desobediencia civil. A los que rescatan frente al palo y al abuso, el ausente derecho de los cubanos a manifestarse de forma pacífica en las calles que nos pertenecen a todos.
SDP
4 comentarios:
Me parece muy acertada la definicion del gobierno de Cuba como lo que es:
dictadura militar.
Ojala otros cubanologos formalicen --a traves del uso-- esa descripcion. Existe un muy bien fundamentado repudio internacional a las dictaduras militares. Por que no aprovechar esa realidad ? Olvidemonos de Fidel y de Raul. Es conveniente despersonalizar la contienda. La opsicion lucha por institucionalizar el estado de derecho dentro de una democracia, sea quien sea el gobernante de turno.
"Como el tiempo que ganan es robado a la vida y las aspiraciones del pueblo cubano, desde la más profunda entraña popular, surgió otra respuesta. Son opositores que no escriben manifiestos y jamás hacen declaraciones altisonantes. Salen de las zonas sociales más preteridas por el régimen. Conocen de cerca el palo del carcelero, la discriminación, la marginalidad y el hambre. Ellos son los que toman las calles y las recuperan para la libertad"
Diste esactamente en la cabeza del clavo: La vida está hecha de tiempo.
"Como el tiempo que ganan es robado a la vida y las aspiraciones del pueblo cubano, desde la más profunda entraña popular, surgió otra respuesta. Son opositores que no escriben manifiestos y jamás hacen declaraciones altisonantes. Salen de las zonas sociales más preteridas por el régimen. Conocen de cerca el palo del carcelero, la discriminación, la marginalidad y el hambre. Ellos son los que toman las calles y las recuperan para la libertad"
Diste esactamente en la cabeza del clavo: La vida está hecha de tiempo.
Perdonen que mi comentario haya salido dos veces. Demostración de mi destreza.
Corrección: "exactamente".
Mis disculpas.
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