Lawton, La Habana, febrero 12 de 2009 (SDP) Les prometo que mientras el Presidente Obama no haga algo relativo al embargo, esta será mi última crónica sobre el tema.
Al oír las declaraciones de la Sra. Hilaria Rodham, (ex Clinton gracias a Mónica y los republicanos) sobre el mantenimiento del Embargo y los últimos consejos del Anciano al Presidente Obama, donde no deja de restregarle la condición de “Níger. Me he puesto a reflexionar sobre el uso itinerante que tiene la palabreja. Esto me trajo recuerdos adolescentes, de mi “periférico”, Lawton.
Había por entonces un señor muy serio y muy sabio llamado Ibrahim que no admitía bromas a nadie. Mucho menos a la tribu de jodedores que nos reuníamos a hacer tertulia en una cafetería del barrio. Su anciana madre lo choteaba cuando, con la puntualidad del Big Ben, le gritaba a las 11.00 PM., ¡Cuchiii!, ven a acostarme y deja la bobería.
No importa si disertaba de Vargas Vila o de Aristóteles, tenia que a acostarla y regresar media hora más tarde para concluir su reflexión. Hasta que un día, chispeado por la incredulidad de la tropa juvenil, se encabronó y cometió el error de su vida. Dijo: Si Uds. no creen en este relato, entonces aquí sobro yo. Hizo un mutis digno de Olivier en Hamlet, sólo para oír a sus espaldas un coro digno de AIDA, que le gritó: ¡Cuchiiii! en una forma, que según los vecinos, se oyó en Luyanó. A partir de ese día, falleció Ibrahim y nació para siempre Cuchi.
El asunto del embargo adquiere matices de sainete o de tango arrabalero. Tanto para bloqueados de verdad o por conveniencia. La anécdota usada como prólogo sucedió y van a ver la semejanza entre ambos “cuentos “.
Ya hablé de Cuchi, ahora voy a contarles la triste historia del Viejo enterrador de la comarca. (Sic). Y el por qué, de la recurrencia de la palabreja. Durante 48 años sobre esto han escrito desde los Hermanos Grimm hasta Norberto Fuentes. Ora en Pro, ora en contra, siempre caen en la trampa del Diablo ¿Cual es? Politizar. Cuando tanto su origen, aplicación y uso por ambas partes, han sido y son de estricto sentido económico.
El embargo, uno de los muchísimos errores del aristócrata frustrado que en vida fue
Mr John Kennedy, se inauguró, no con Castro, (ni siquiera ahí fue original, el hoy Reflexionante Mayor) sino con otro, el por suerte para los dominicanos, difunto dictador tropical Rafael Leónidas Trujillo.
A los que quieran confirmarlo, les recomiendo La Fiesta del Chivo, si lo encuentran. En Cuba esta prohibido por órdenes del Ministro Hippie, el Sr. Abel Prieto.
Trujillo desoyó a su iniciático Director de Inteligencia y no les vendió un portaviones a los soviéticos, para que le pagaran la factura, y de paso el bloqueo. Este carnicero ególatra y violador, al menos prefirió aguantar solito y callado, sin jeremiadas, ni pujos a traicionarse a sí mismo.
De 1966 hasta 1990, el embargo interrumpió los sueños de Castro con la misma efectividad de una cerca de alambre de pollos. Desde 1990 a la fecha, es una cantinela diaria que soportamos los cubanos, pero en forma de marea. Ahora con el afro–Presidente, están expectantes y esperanzados. Por lo mismo, aumenta el Tempo de la cantinela, con la misma intensidad que un musulmán devoto reza en La Meca.
Lo que hagan los demócratas, no importa. Importa lo que tienen que hacer los Castro, para terminarlo. Ellos lo saben bien, como también conocen que el precio a pagar es igual a su deuda externa.
El pueblo, por suerte, no está tan desinformado. Todo gracias a oscuros ilotas que trabajan, escriben, ponen una antena satelital, propagan la señal y se oponen al régimen. Aun más importante: un presidio político que resiste con entereza y atabales. Lo que augura que pronto un coro de 11 millones de cubanos gritaremos a todo pulmón: ¡Cuchiiiiii!
primaveradigital@gmail.com
Al oír las declaraciones de la Sra. Hilaria Rodham, (ex Clinton gracias a Mónica y los republicanos) sobre el mantenimiento del Embargo y los últimos consejos del Anciano al Presidente Obama, donde no deja de restregarle la condición de “Níger. Me he puesto a reflexionar sobre el uso itinerante que tiene la palabreja. Esto me trajo recuerdos adolescentes, de mi “periférico”, Lawton.
Había por entonces un señor muy serio y muy sabio llamado Ibrahim que no admitía bromas a nadie. Mucho menos a la tribu de jodedores que nos reuníamos a hacer tertulia en una cafetería del barrio. Su anciana madre lo choteaba cuando, con la puntualidad del Big Ben, le gritaba a las 11.00 PM., ¡Cuchiii!, ven a acostarme y deja la bobería.
No importa si disertaba de Vargas Vila o de Aristóteles, tenia que a acostarla y regresar media hora más tarde para concluir su reflexión. Hasta que un día, chispeado por la incredulidad de la tropa juvenil, se encabronó y cometió el error de su vida. Dijo: Si Uds. no creen en este relato, entonces aquí sobro yo. Hizo un mutis digno de Olivier en Hamlet, sólo para oír a sus espaldas un coro digno de AIDA, que le gritó: ¡Cuchiiii! en una forma, que según los vecinos, se oyó en Luyanó. A partir de ese día, falleció Ibrahim y nació para siempre Cuchi.
El asunto del embargo adquiere matices de sainete o de tango arrabalero. Tanto para bloqueados de verdad o por conveniencia. La anécdota usada como prólogo sucedió y van a ver la semejanza entre ambos “cuentos “.
Ya hablé de Cuchi, ahora voy a contarles la triste historia del Viejo enterrador de la comarca. (Sic). Y el por qué, de la recurrencia de la palabreja. Durante 48 años sobre esto han escrito desde los Hermanos Grimm hasta Norberto Fuentes. Ora en Pro, ora en contra, siempre caen en la trampa del Diablo ¿Cual es? Politizar. Cuando tanto su origen, aplicación y uso por ambas partes, han sido y son de estricto sentido económico.
El embargo, uno de los muchísimos errores del aristócrata frustrado que en vida fue
Mr John Kennedy, se inauguró, no con Castro, (ni siquiera ahí fue original, el hoy Reflexionante Mayor) sino con otro, el por suerte para los dominicanos, difunto dictador tropical Rafael Leónidas Trujillo.
A los que quieran confirmarlo, les recomiendo La Fiesta del Chivo, si lo encuentran. En Cuba esta prohibido por órdenes del Ministro Hippie, el Sr. Abel Prieto.
Trujillo desoyó a su iniciático Director de Inteligencia y no les vendió un portaviones a los soviéticos, para que le pagaran la factura, y de paso el bloqueo. Este carnicero ególatra y violador, al menos prefirió aguantar solito y callado, sin jeremiadas, ni pujos a traicionarse a sí mismo.
De 1966 hasta 1990, el embargo interrumpió los sueños de Castro con la misma efectividad de una cerca de alambre de pollos. Desde 1990 a la fecha, es una cantinela diaria que soportamos los cubanos, pero en forma de marea. Ahora con el afro–Presidente, están expectantes y esperanzados. Por lo mismo, aumenta el Tempo de la cantinela, con la misma intensidad que un musulmán devoto reza en La Meca.
Lo que hagan los demócratas, no importa. Importa lo que tienen que hacer los Castro, para terminarlo. Ellos lo saben bien, como también conocen que el precio a pagar es igual a su deuda externa.
El pueblo, por suerte, no está tan desinformado. Todo gracias a oscuros ilotas que trabajan, escriben, ponen una antena satelital, propagan la señal y se oponen al régimen. Aun más importante: un presidio político que resiste con entereza y atabales. Lo que augura que pronto un coro de 11 millones de cubanos gritaremos a todo pulmón: ¡Cuchiiiiii!
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