jueves, 19 de febrero de 2009

¿QUÉ SUCEDE CON CUBA?, Ramón Díaz-Marzo


La Habana Vieja, La Habana, febrero 19 de 2009, (SDP) La enseñanza media superior no cuenta con laboratorios para que los alumnos combinen la teoría con la práctica. Un alumno el otro día dijo desde Holguín que las ciencias exactas en Cuba era una fantasía de pizarra. ¿Cuántos años hace que Cuba se libró y supuestamente se le ganó la batalla al analfabetismo? Han transcurrido casi 50 años del embargo norteamericano y el gobierno dice que la falta de laboratorios de experimentación en las escuelas es consecuencia de ese embargo porque Cuba no puede comprar los insumos y los equipos que esos laboratorios requieren. ¿Y qué ocurrió con la ayuda desinteresada de la pasada Unión Soviética? ¿Por qué con el crédito soviético no se compraron los equipos necesarios para abastecer a nuestras escuelas?

Los soviéticos sólo dieron dinero para mantener alimentariamente a Cuba y fundamentalmente para las campañas militares en África. ¿Por qué en Cuba los soviéticos no nos entregaron las patentes y los planos de cómo se fabrica un miserable transistor? Sólo traían las piezas ya hechas de los televisores, radios, etcétera, para que fueran ensambladas en Cuba. Los soviéticos nunca nos dieron nada que esencialmente fuera perdurable. Nunca nos entregaron los secretos de su desarrollo técnico-científico. De manera que ¿dónde y cuándo existió una real mancomunidad internacionalista?

Resulta que ahora los propios norteamericanos, después que masacraron al pueblo vietnamita, han sembrado a Vietnam, no de bombas de NAPALM, sino de fábricas ensambladoras de equipos de computación. También los chinos han dado un salto cualitativo en el nivel científico en todas las ramas de la economía.

Yo me pregunto qué sucede con Cuba. ¿Por qué los supuestos hermanos internacionalistas nos mantienen como dependientes y no nos entregan las herramientas del desarrollo técnico-científico para que alcancemos nuestra verdadera soberanía como nación?

Cuba continúa siendo una neocolonia de nuestros propios “amigos”; despierten. Quizás yo desconozca cuáles son las reales reglas de juego de alta política; no la que sale en la prensa y los libros de texto, sino la que existe detrás de las bambalinas. Sumado al Embargo nadie ha ayudado a Cuba realmente de verdad. Yo estoy esperando por los efectos del satélite “Simón Bolívar” por ver si en Cuba, al menos el costo de los servicios de la telefonía móvil baja de precio. Por eso mi madre siempre dice que “amigo es un peso en el bolsillo” y yo agrego que ese peso son las herramientas técnico científicas para ser libres, y no creo en promesas futuras sino lo que esté sucediendo en el presente. Y digo: no me digas que me vas a ayudar: ayúdame.

Ahora dicen que nos estamos convirtiendo en una potencia para exportar carbón vegetal hacia Europa. Hace unos años dijeron que nos convertiríamos en una potencia importadora del mejor chocolate del mundo. Y hace muchos más años atrás inauguraron una fábrica de cemento y dijeron que en Cuba habría cemento hasta para hacer potaje; y lo que sucede es que la capital de Cuba se está desintegrando a pedazos sin que haya caído una sola bomba. También dijeron o están diciendo que nos convertiremos o nos hemos convertido en una potencia informática como para exportar software.

Miren señores, aquí lo que hay que hacer es convertir a Cuba en una potencia de bistec y viandas, y hortalizas, y las pequeñas cosas elementales que necesita cualquier sociedad. ¡Que es eso de que nuestros jóvenes más inteligentes se dediquen a la sombra y con aire acondicionado a fabricar software mientras nadie trabaja para producir alimentos, vestidos y casas! Y así ha sucedido con todos los planes de la Revolución. Señores, Cuba lo que siempre ha sido y es una potencia de marabú y desvío de recursos. En eso sí no hay quien nos gane.

De vuelta a los estudiantes de la enseñanza media y superior, ¿después de 50 años dónde están los genios que nos sacarían del atraso tecnológico? En lo único que podríamos decir que somos una potencia mundial es en el deporte. Pero con las inmortales partidas de Capablanca yo no desayuno, ni almuerzo, ni ceno. Como tampoco resuelvo mi problema con los medallistas olímpicos en boxeo y atletismo.

Poco antes del triunfo de la Revolución del 59, aparte de ganar esa justicia social que dicen y por la que murieron miles de cubanos contra la tiranía de Batista, se pensaba que Cuba dejaría de ser una neocolonia de los Estados Unidos. En aquellos días finales la Mafia norteamericana ya estaba articulando un plan para construir una cadena de hoteles en las playas del Este: convertir a Cuba en un burdel. ¿Y qué tenemos ahora? Pues uno de los principales rublos de la economía cubana es el turismo o la gozadera disfrazada de turismo sano. A los inversores del mundo entero sólo les importa invertir su capital en el turismo. Nuestras muchachas muelen bien la caña extranjera y obtienen buenos dividendos para la economía del país. ¿Es eso lo que queríamos o pensábamos en que se convertiría Cuba después de 50 años de sacrificios?

Si alguien tiene alguna información sobre el comportamiento de nuestros “amigos” y la puede soltar, por favor, envíela al correo electrónico.
ramon597@correodecuba.cu

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