jueves, 19 de febrero de 2009

LA FRUSTRACIÓN DE UN SUEÑO, Laritza Diversent



Yariaxnis cumple dentro de dos semanas, seis meses de privación libertad. Está internada en el correccional de mujeres, conocido como Doña Delicias, en La Habana. Le faltan por extinguir un año y medio de su sanción. Sin embargo, ella no robó, no trafica ni consume drogas, tampoco asesinó a nadie.

¿Qué hizo esa muchacha para merecer con tan solo 17 años, prisión? Intentó hacer realidad su sueño: escapar de la pobreza de su país. Yariaxnis no tiene familiares que la reclamen desde los Estados Unidos ni dinero para pagar un viaje en lancha rápida. Tampoco estaba muy convencida de correr los riesgos que implica, montarse en uno de los inventos flotantes llamados balsa.

Sólo le quedaba una opción, casarse con un extranjero que la sacara del país. Se dedicó en cuerpo y alma a su objetivo. Incluso dejó los estudios en el primer año del técnico medio en contabilidad.

La vestimenta sensual y llamativa de Yariaxnis, según las últimas tendencias de la moda, había alertado las miradas de los agentes policiales. Alguna pudo despistarlas, otras las resolvió con sobornos. No obstante sus esfuerzos, acumuló tres advertencias policiales por conducta antisocial.

Las advertencias fueron remitidas al jefe del sector policial de su vecindario. Este, en una reunión de la Comisión de Prevención Social de la zona; junto a dirigentes de los Comité de Defensa de la Revolución, el delegado del poder popular, el secretario del Partido Comunista de Cuba y un representante de la Asociación de Combatientes, analizaron el caso de de Yariaxnis. Se determinó que ella mantenía una conducta contraria a la moral socialista, lo que la colocaba en una situación propicia para cometer delitos.

La valoración llegó a manos del fiscal municipal, quien solicitó al tribunal que le impusiera una medida de seguridad por peligrosidad predelictiva. El órgano de justicia accedió y la sancionó a 2 años de privación de libertad.

Estos son los métodos más comunes que emplea el gobierno cubano para resolver la falta de motivación por los estudios, la abstinencia laboral, el aumento de la prostitución, la delincuencia y el alcoholismo entre los jóvenes cubanos. Saben que ni el trabajo ni el estudio son medios idóneos para obtener independencia económica.

Es fácil levantar actas de advertencia oficial. Dar poder a “los dirigentes de las diferentes organizaciones políticas y sociales” para que sojuzguen la conducta y vida privada de otros.

Es cómodo que un tribunal califique a un individuo de antisocial y lo interne en un establecimiento especializado de trabajo porque quiere, y lucha, por hacer realidad un sueño. Difícil es evitar que un joven busque en las calle una posibilidad de escape a la pobreza.
laritzadiversent@yahoo.es

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